Susto, miedo, vergüenza y pena (106-60)

Betis Baloncesto

El Betis cae con estrépito ante el Unicaja mostrando una bochornosa imagen y reventando las alarmas que venían ya sonando

Sólo aguantó un cuarto el conjunto helipolitano, que de nuevo limitó su juego a tirar triples y fue presa de su falta de acierto y actitud defensiva

Ibón Navarro y Brizuela atienden a Evans tras lesionarse
Ibón Navarro y Brizuela atienden a Evans tras lesionarse / M. Pozo
Pablo Salvago

30 de octubre 2022 - 14:52

Sevilla/Si en esto de Halloween se trata de asustar, el Betis Baloncesto dio miedo. Horror. El conjunto heliopolitano no compareció en Málaga y reventó las alarmas que ya venían sonando y que alguno que manda parece desoír. Si el golpe de realidad del Carpena, no es para reaccionar ya, no mañana ni en la segunda vuelta, sino ya, habrá que pensar que es porque, sencillamente, no quieren. El Unicaja barrió por 106-60, sin forzar la máquina y en el tramo final sin querer hacer sangre, a un conjunto sevillano que dio vergüenza. O pena.

Al menos la lesión de Evans cuando Lima lo pisó se quedó en un susto. Se fue al banquillo cojeando al final del segundo cuarto, pero salió tras el descanso. Pero sin ser él. Miedoso, sin atacar a su rival, inseguro… Mejor que ni hubiera vuelto, porque pensaba más su tobillo que en el juego. Lógico, porque si cualquiera ve que el proyecto está tocado, él, desde dentro, lo ve y lo siente. Y ya no sonríe jugando. Como para hacerlo. Para analizar por la Liga Endesa queda cómo los árbitros dejan jugar cuando un jugador se retuerce de dolor, pero ésa es otra historia.

Los milagros, por definición, son cosas excepcionales. Irrepetibles. Pero por las oficinas de San Pablo, o del Benito Villamarín, porque uno ya no sabe quién manda de verdad, creen que lo del año pasado se puede repetir. Las jornadas pasan y el equipo va de mal en peor. Y no hay que mirar en exclusiva a Luis Casimiro, que saca lo que puede de una plantilla en la que bajo la excusa de que renovar a Evans era muy caro se han dejado otras posiciones tiritando. Sin un cinco titular no se puede andar por la ACB. Y una pareja de ala-pívots de un tío que supera los 40 años y otro que viene rebotado de un equipo en la que un entrenador de renombre lo mandó al banquillo no es la mejor opción. Continúan siete jugadores de la pasada campaña, pero si alguno ya no rindió el curso anterior nada hacía indicar que lo hará en éste.

En definitiva, un grupo mal diseñado. Y eso que el Betis cuenta con director deportivo y secretario técnico, una figura que el consejo del Unicaja vetó. ¿De verdad está el Betis Baloncesto para gastar dinero en algo que la mayoría de conjuntos ACB de su nivel no tienen? Pregunta que se hace y no tienen respuesta. Como la del patrocinio del Ayuntamiento, anunciado pero no presentado ni concretado y aún no se sabe cuánto dinero público se va a sueldos de jugadores profesionales y directivos con el equipo haciendo el ridículo en Málaga.

Ejim anota sin oposición ante la mirada de Bertans, Gerun y Tsalmpouris.
Ejim anota sin oposición ante la mirada de Bertans, Gerun y Tsalmpouris. / M. Pozo

Porque sobre el parqué no se nota y otra vez tocará pelear por no descender. Quizá es lo que alguno desea, visto el festín que se dio el Unicaja ante un Betis que sigue jugando a tirar triples, a darle la pelota y Evans y a ver qué pasa. Esta vez ni pudo hacer eso. Puede que sin pívots no se pueda hacer otra cosa. Puede que sin cuatros no se pueda jugar a otra cosa. Puede que con un tío tan bueno como Evans no se pueda jugar a otra cosa, pero él solo no puede contra ningún rival. Porque Hill quiere ser estrella y no le da. Mucho balón, mucho bote y al final nada. Sin Evans tuvo más tiempo para demostrar si puede ser una alternativa como base y lo hizo: no puede. En esa línea Gerun demostró que no está para ser pívot titular en ACB y Tsalmpouris que es un escolta en el cuerpo de un cinco; con Báez lesionado el Betis jugó sin ala-pívots, porque Kurucs está pensando más en irse que en tratar de ayudar para arreglar este desaguisado y si fallan titulares como BJ Johnson, Bertans (sospechosos habituales últimamente) y el propio Evans, no hay recambios.

Tiene poco que contar el partido. Aguantó un cuarto el Betis. Hubo sólo 10 minutos de partido. Después, la nada. No se trata ya de fallar más o menos, de asistir más o menos. Lo preocupante es la actitud de los jugadores. Ellos, mercenarios en esto en lo que se ha convertido el deporte profesional, se irán y como si no hubiese pasado nada. Los respectivos agentes, los auténticos magos, harán su trabajo. Ninguno demostró tener sangre para elevar la intensidad defensiva, no permitir canastas fáciles cerca del aro ni capacidad para cerrar el rebote. Con 23-19 se cerró el primer cuarto, pero los de Casimiro jugaban ya a tirones, con un baloncesto poco fluido y se veía venir lo que vendría. Porque otra vez sin acierto desde el triple, el equipo carece de ideas. Un parcial de 7-0 al inicio del segundo cuarto inició el festival. Dos triples de Hill mantuvieron al Betis unos minutos más en la mentira que fue el encuentro (32-26), pero se acabó la resistencia y comenzó el festín local en el homenaje a la figura del recientemente fallecido José María Martín Urbano.Al descanso ya no había partido: 53-30.

Bertans, ante Kalinoski.
Bertans, ante Kalinoski. / M. Pozo

Nada cambió a vuelta de los vestuariosy los números del Unicaja iban en aumento como el sonrojo de los pocos aficionados hispalenses que se desplazaron hasta la Costa del Sol. Un club vivo, con amor propio y que cuida a los suyos les daría un premio. Los minutos pasaban y todos en el Unicaja se unían a la fiesta. Desde un Perry cuyo rendimiento estaba cuestionado a Ejim, otro que hizo estadísticas de estrella ante el Betis solo con un poco de ganas y ambición a la hora de atacar. Mientras, los números del Betis hacían agua enasistencias (8), triples (6/29), pérdidas (16)... Imposible siquiera maquillar el resultado. Pero los verdiblancos podrán celebrar que lamayor derrota sevillana en Málaga sigue siendo del Caja San Fernando, este año que le ha dado a la entidad por recordar el pasado: fue con Manel Comas el 22-12-2066: 98-50. Otro éxito en verdiblanco. En el último cuarto unos dejaban correr el tiempo, hasta el punto de comerse varios ataques sin lanzar, mientras los otros seguían en su particular fiesta. En el Betis, por contra, miedo por la dinámica, susto por Evans, vergüenza por el marcador y pena por la deriva de una sección a la que nunca han querido de verdad.

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