El Betis no remata en el Carpena

Unicaja 79-71 Coosur Real Betis

El Betis cae ante el Unicaja con otro mal último cuarto en el que le faltaron puntos al final y pagó su mal trabajo en el rebote

Con un paupérrimo 1/2 en el tiro libre en los 40 minutos resulta imposible ganar un partido

Conger se abre paso para machacar entre Ejim y Josh Adams.
Conger se abre paso para machacar entre Ejim y Josh Adams. / G. Pozo
Pablo Salvago

03 de noviembre 2019 - 14:48

A la hora de la verdad, fallón. Como casi siempre. Llegó con vida el Coosur Real Betis al final del encuentro, pero cuando todo se decide este equipo se deshace. Los triples dejaron de entrar en el momento de la verdad, el rebote sigue siendo un problema que resolver, pues le dio la oportunidad al Unicaja de cerrar el partido y a los males existentes se sumó uno ya que venía asomando y se hizo patente en el Carpena: los tiroslibres. Con 1/2 desde la personal en los 40 minutos es imposible ganar en la ACB. El predominante juego exterior sevillano, la irrelevancia en el juego de los interiores y los árbitros explican esta circunstancia.

Tuvo opciones del Betis, que hacía la táctica del conejo de Manel de Comas, aunque no la llevó a buen puerto. A remolque desde la mitad del primer cuarto, un triple de Slaughter puso emoción al choque con el 70-64. La zona del Coosur en defensa funcionó. Una vez. Dos. Pero tras el segundo rebote ofensivo consecutivo Waczynski, a la tercera, no falló y liquidó el choque desde la línea de los 6,75 metros. Compareció el conjunto verdiblanco en Málaga, que no es poco tras lo visto en los últimos años, pero le hace falta al equipo un plus para mantener en los minutos decisivos, los de verdad, el nivel que muestra antes.

No empezaron bien las cosas para el Betis, ya que con 30 segundos disputados Slauhter se lesionó en una acción fortuita con su compañero de selección Waczynski. Gestos de dolor y una cojera más que ostensible hicieron pensar en lo peor, pero tras pasar por el vestuario retornó después al banquillo listo para salir de nueva a la cancha. Respiró Curro Segura. Sin el máximo anotador en el triunfo ante el Andorra sobre la cancha, Obi asumió galones y dio muestras en ACB del jugador que levantó expectativas en la LEB Oro. Sin usar su físico para lanzar desde más cerca, el bético dio un recital de tiro exterior para anotar nueve de los primeros 11 puntos del conjunto sevillano (10-11), que se quedó clavado en ese número.

Le faltaron puntos al Betis en el último cuarto, en el momento en el que se decidía el partido

Despertó Unicaja al son de los triples y del trabajo interior de Gerun y sus rebotes ofensivos, que dispararon a los de Luis Casimiro hasta doblar a un rival (22-11) que parecía deshecho como un azucarillo. Incapaz de encontrar la canasta local, tampoco la actividad defensiva le daba réditos hasta que Pablo Almazán cortó el parcial de 12-0 para convertirse en el tercer anotador verdiblanco en el primer cuarto. Problemas atrás y problemas para atacar.

Pero este Betis tiene alma. Sabe competir y no irse de los partidos, pese a que las cosas no le salgan. Los triples de Oliver mantuvieron al cuadro sevillano en su peor momento, cuando Segura lo probaba todo para tener, sin conseguirlo, más presencia interior. Whittington, inédito en los primeros 10 minutos, se fue de nuevo al banco al poco de entrar por su desacierto y despistes defensivos, mientras que ni Izundu ni Niang aportaba mucho más. Entre los tres, sólo dos puntos en todo elprimer tiempo. Pero el Unicaja no remataba y dejaba vivo a un Betis que parece tener mil vidas. El 7/17 en tiros libres de los locales al descanso era una rémora, como el paupérrimo 1/2 de los béticos. Un fallo desde la personal de Jaime Fernández en el adicional (29-18) despertó al Betis, que a golpe de triples de Oliver y Slaughter y una canasta al contragolpe de Izundu se colocó en un visto y no visto en el cogote del Unicaja, que seguía fallando desde la personal.

Rivers, el hombre llamado a liderar el ataque, apenas jugó 10 minutos sin aparecer en el segundo tiempo

Pudo volver a tomar la delantera en el marcador el Betis, pero Sipahi regalaba balones que lo llevaron al banquillo y Slaughter tomó el mando de las operaciones en la dirección. Rivers apareció puntualmente desde el triple para colocar a los suyos a un punto (33-32), pero cuando mejor estaba volvió a desaparecer el equipo hispalense para irse al descanso con un sabor de boca agridulce, estando en el partido pero sin dar el paso adelante necesario (40-32).

Sipahi lanza ante Deon Thompson.
Sipahi lanza ante Deon Thompson. / G. Pozo

Un desacertado Sipahi no tardó en sentarse al poco de la reanudación y con Oliver al mando de las operaciones de nuevo funcionó el Betis. Sus triples y sus asistencias enmudecieron al Carpena. Primero empató el partido con su cuatro triple (46-46). Respondió Unicaja desde el perímetro, pero parecía que los de Segura ya habían llegado de nuevo al encuentro para no marcharse con el base de Terrasa mandando en la cancha, Pablo Almazán defendiendo a tope y Slaughter calentando motores. Conger apareció por el partido mientras Rivers seguía calentando el banquillo. Extraño. El alero bético llegó a empatar sacando provecho de su físico para penetrar con decisión y con 54-54 pudieron los de Curro Segura tomar de nuevo la delantera en el marcador, pero la enésima pérdida lo evitó y Deon Thompson, un tormento que el Betis fue incapaz de frenar, castigó el error con un triple para meter el duelo en el último acto con 57-54.

Oliver se dirigía al banquillo hablando tranquilamente con un colegiado cuando recibió la técnica. Al final el Carpena es el Carpena y los árbitros, árbitros, incapaces de aplicar la misma norma con Adams que con cada fallo les comía la oreja a los trencillas de forma ostensible. Los triples dejaron de entrar para un Betis que nadaba y nadaba y la orilla se alejaba con cada brazada, echando en falta a un anotador, con Rivers sentado, Sipahi perdido, los interiores incapaces de cerrar el rebote y Obi que se quedó clavado en sus nueve puntos del primer cuarto. Sólo Oliver y Slaughter tiraban del carro y aun con sólo cinco puntos anotados en seis minutos los de Segura seguían con vida. Una personal en ataque pitada a Whittington hizo que al técnico sevillano se lo llearan los demonios. Para Conde y Oyón pitarle al Betis en el Carpena es fácil. Técnica. Pero no se derrumbó el plantel hispalense y Slaughter colocó el 70-64. Propuso zona el cuadro verdiblanco, pero dos rebotes seguidos en ataque le permitió a Waczynski rematar al rival, desde el triple, a la tercera para cerrar un triunfo sudado en otro partido en el que el Betis cedió en el último cuarto, cuando todo se decide.

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