Morabanc Andorra-Coosur Real Betis | La crónica

Sin varita mágica, queda trabajo (72-55)

  • El Coosur Betis cae en Andorra en el estreno de Plaza lastrado por un pobre 3/27 en triples

  • Dio el equipo un paso adelante en defensa, pero hacen falta fichajes que eleven el nivel ofensivo

Mike Torres supera la defensa de Sergi García en el duelo ante el Andorra.

Mike Torres supera la defensa de Sergi García en el duelo ante el Andorra. / Albert Martín (ACB Photo)

El estreno de Joan Plaza como técnico del Coosur Betis dejó otra derrota en el casillero del equipo, la décima ya, y una sensación clara de que sin fichajes todo será mucho más complicado. Al Andorra le bastó un acelerón al final del segundo cuarto y aprovechar el 3/27 en triples de su rival para abrir brecha para tener después un placentero segundo tiempo hasta el 72-55 final.  

Quizá el problema no estaba en el banquillo. La plantilla volvió a evidenciar que no da para esta Liga Endesa y llegarán más cambios. Salidas y llegadas para complacer a Plaza, que desde el primer día dijo que hacía falta reforzar al equipo. Lo tiene claro. Como otras muchas voces no oídas hasta ahora. El técnico catalán apretará, porque sabe que de ello depende el futuro del conjunto sevillano, que volvió a exhibir limitaciones en ataque que fueron imposible de ocultar, pese a mostrar una mejor intensidad defensiva por momentos. El cinco titular, el que debía tirar del carro, hace aguas. Campbell no apareció y Feldeine tampoco fue el referente esperado. Otra vez. Y aunque algún secundario como Mike Torres estuvo mejor, la sensación es que el giro a esto se dará concambios en la cancha.

Aguantó el tirón hasta casi el final del segundo cuarto. Con un tiro libe de Ndoye incluso se puso al mando (25-26), pero dos faltas en ataque consecutivas (la tercera de Ndoye incluida y otra de Niang, ambos en los bloqueos) y dos pérdidas después permitieron al Andorra endosar al rival un parcial de 11-0 a la postre definitivo. Casi tres minutos sin anotar hasta la enésima penetración de Feldeine (36-28) que marcarían el choque, a la postre. Nada cambió a la vuelta de vestuarios y la ventaja local creció hasta los 20 puntos (55-35) con un 19-7 que dejaba a las claras la diferencia entre un conjunto trabajado que mantiene su bloque de la pasada campaña y otro en el que se cambiaron las piezas importantes en verano y al que le queda ahora mucho por asimilar ahora.

Mike Torres penetra ante Jelinek Mike Torres penetra ante Jelinek

Mike Torres penetra ante Jelinek / Albert Martín (ACb Photo)

Al menos mostró actitud el Betis. Llegó a rebajar esa veintena de puntos hasta 11 (55-44) tirando de defensa. En ese momento el triple de Feldeine voló para poner a su equipo a ocho y meterle el miedo en el cuerpo al contrario al inicio del último cuarto, pero no era el día desde el triple, pese a que muchos eran tiros cómodos y bien seleccionados. La respuesta la dio Sy desde el perímetro y el cuadro de Plaza ya dejó de creer, esperando el bocinazo final. Queda trabajo por delante.  

Y es que arrancó despistado el Betis, con los jugadores fueras de sitio y sorprendiendo Plaza colocando de inicio a Magassa. Ibón Navarro lo vio claro y en el primer ataque Palsson ya trató de meter al canterano verdiblanco al poste bajo. El joven alero tiró de descaro y se jugó un triple en el primer ataque de su equipo. Al hierro. No sería una novedad, porque el 1/13 desde más allá de la línea de los 6,75 metros fue una losa en el primer tiempo para el cuadro sevillano. Después, 2/14. Pero la actividad defensiva compensó los errores, no sólo desde el triple, sino también en lanzamientos cómodos de media distancia que los visitantes fallaban.

Mejoró el Betis en defensa, que sólo cedió en un cuarto 20 puntos, pero el ataque no funcionó

Así, pronto tuvo que parar el encuentro el técnico bético para regañar a los suyos. El 10-2 era peligroso tras cinco minutos en los que los béticos querían hacer muchas cosas y no les salía nada. Como quien tiene un concepto nuevo en la cabeza y cree saber aplicarlo ya y cuando lo pone en práctica tiene un cacao mental que hace que nada le salga bien. Plaza trató de dar nuevas pautas a sus jugadores y dos entradas a canasta de Feldeine revitalizaron a un Betis que en siete minutos ya había puesto en pista a todas sus piezas disponibles. Interpretaba bien el encuentro Mike Torres, mejor que un Campbell que casi repelía la pelota y huía de la acción. Asistió a Ouattara para que el francés se estrenase desde el triple (el único sevillano en los primeros 20 minutos) y con cuatro puntos empató el choque, antes de que el cuadro hispalense concediera a Paulí un coast to coast para anotar sobre la bocina al final del primer cuarto (16-14).  

Campbell, ante Sergi García. Campbell, ante Sergi García.

Campbell, ante Sergi García. / Albert Martín (ACB Photo)

El guión se mantuvo en el segundo cuarto. El Betis se mostraba agresivo en defensa y cargaba mucho el rebote ofensivo (ocho en el primer tiempo), uno de los nuevos mantras en los verdiblancos, pero en ataque estaba desacertado. Pese a ello, Ouattara puso por delante a su equipo por primera vez (18-19) antes de que el encuentro se convirtiera en un corre calles del que ningún conjunto sacaba réditos, hasta que llegó ese bajón verdiblanco y el parcial de 11-0 para el Andorra que le permitió llegar al descanso (36-28) con la sensación de haber abierto la lata.

No hubo reacción al principio del segundo tiempo. Y entre Senglin y Paulí ampliaron la renta hasta los 20 puntos, con el Betis encadenando errores en el triple y pérdidas que regalaban fáciles contragolpes a los del principado. El arreón de los de Plaza no tuvo continuidad y de la decena de puntos no pudo rebajar la diferencia un equipo que necesita moverse en el mercado, más allá del banquillo, para reaccionar. "No esperen cambios de la noche a la mañana", decía Plaza. Nadie los esperaba en la pista y él problema es que él sí los espera en la plantilla. ¿Llegarán?  

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