8-1, cambio de guardia en Europa

Las sorprendentes goleadas de Bayern y Borussia sobre Barcelona y Madrid escenifican un relevo global

Casillas, en el acto publicitario en el que participó ayer.
Casillas, en el acto publicitario en el que participó ayer.
Alberto Bravo (Dpa) Dortmund

26 de abril 2013 - 05:02

Las cifras son incuestionables: Alemania 8, España 1. Pero las razones y las consecuencias de ese abismo entre los equipos alemanes y los españoles en las semifinales de la Liga de Campeones son mucho más amplias y debatibles.

"Dortmund y Bayern vencieron a los gigantes de España por 8-1. El fútbol europeo de clubes está ante un cambio de guardia", aventuró ayer la revista deportiva alemana Kicker.

¿Cambio de guardia? Sorpresa enorme, al menos. Si el Bayern Múnich impactó el martes con su triunfo 4-0 ante el Barcelona, el Borussia Dortmund redobló su apuesta con su victoria 4-1 ante el Real Madrid, un resultado todavía más inesperado que el anterior.

Como el Barcelona el día antes, el Real Madrid se vio completamente superado por un rival que le ganó en todo: vitalidad, entusiasmo, ambición, despliegue táctico y actuaciones individuales.

Si el barcelonista Piqué calificó como "repaso" el triunfo del Bayern, los futbolistas del Real Madrid tampoco ofrecieron excusas a su pobre rendimiento. Uno a uno, reconocieron que el Borussia Dortmund les ganó en todo. "Tenemos que reflexionar todos. Del primero al último", exigió el central Sergio Ramos. Y más sorprendente fue la frase de Pepe: "Pensábamos que iba a ser mas fácil".

Las caras ofrecidas por los futbolistas del Real Madrid a la salida del Signal Iduna Park de Dortmund fueron más de vergüenza que de insatisfacción. Ellos eran favoritos ante el Dortmund y se marcharon goleados. Las dos semifinales de Liga de Campeones fueron casi calcadas, pues tanto Bayern como Borussia fueron lo más "alemán" que puede ser un equipo, ambiciosos, solidarios, inconformistas y sacrificados.

A cambio, los conjuntos españoles ofrecieron su peor versión, cada uno en su estilo. Mientras el Barcelona acaparó la posesión para sólo sumar un disparo entre los tres palos, el Real Madrid jugó muy atrás en Dortmund, sin poder siquiera tirar un par de contraataques, según su especialidad.

Al mismo tiempo, los entrenadores alemanes (Jupp Heynckes y Jürgen Klopp) salieron claramente victoriosos en los dos duelos. Tanto Tito Vilanova como José Mourinho son duramente criticados por sus planteamientos.

Pero no sólo en el plano estrictamente futbolístico se apreciaron las diferencias que hay ahora mismo entre el fútbol español y el alemán. Por ejemplo, los hinchas del Real Madrid pagaron 50 euros por ver el partido en Dortmund y a los alemanes les costará cerca del triple (134 euros) asistir al estadio Santiago Bernabéu.

Y el fútbol alemán no sólo cuida al hincha en los precios de las entradas, sino que también pone suficientes canales de información para que la relación entre clubes y aficionados sea más estrecha. Mientras Mourinho prohíbe a jugadores y directivos conceder entrevistas, que incluyen mensajes para los hinchas, el Dortmund creó conferencias de prensa especiales para sus aficionados y hasta para los periodistas españoles.

Quizás Mourinho cambie de estrategia, aunque sólo sea esta semana, porque ahora sí necesita pedirle a su hinchada que crea masivamente en la remontada.

Pero ahora es inevitable pensar que en los últimos tiempos el fútbol español perdió parte de la ventaja de la que presumió hasta no hace mucho. Cuatro años atrás el Barcelona derrotó 4-0 al Bayern. Ahora perdió por el mismo resultado: los alemanes remontaron ocho goles en cuatro temporadas.

Y un dato no menor: Real Madrid y Barcelona estuvieron en las tres últimas semifinales de la Liga de Campeones y todavía no se produjo el esperado e inédito duelo entre los dos colosos españoles en una final, algo que sí hubiera certificado una hegemonía. Este año todo indica que tampoco.

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