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El día 22, Palop y diez más

  • El guardameta sufre un esguince de grado 1 en el dedo pulgar de la mano derecha, pero el largo parón y sus ganas le posibilitarán jugar ante el Mallorca en la próxima cita, fecha en la que cumplirá 39 años

El 22 de octubre cumplirá Andrés Palop 39 años. El destino ha querido que el veterano guardameta pueda celebrar su cumpleaños ejerciendo su profesión en primera línea de combate, defendiendo la portería en el Ramón Sánchez-Pizjuán, aunque para ello ha tenido que mediar un nuevo gesto poco cariñoso por parte de la LFP hacia el Sevilla, que vuelve a jugar en lunes. Ese día visita Nervión el Mallorca y si Míchel tiene alguna duda sobre la alineación ésta no tendrá que ver con la portería, por mucho que ayer Palop sufriera un gran susto e incluso temiera por una grave lesión. Ante el equipo de Joaquín Caparrós jugarán Palop y diez más, seguro. El valenciano apostó fortísimo al permanecer en el Sevilla pese a la invitación que recibió este verano por parte de la cúpula directiva de dejar el club, como él mismo ha reconocido públicamente, y ahora que se ha agarrado con fuerza a la titularidad no la va a soltar por un simple esguince del pulgar.

Se trata de una lesión delicada en el caso de un portero y no hay más que recordar cómo Javi Varas se vio privado de reivindicarse en Vigo ante sus ex compañeros por una luxación similar durante el calentamiento. El tiempo juega en este caso a favor de Palop, quien ayer sufrió la lesión durante un ejercicio de centro y remate. El meta tuvo que abandonar el entrenamiento visiblemente ofuscado y preocupado porque se temía un mal mayor. El dolor era intenso y podía intuirse incluso una fractura, pero las pruebas médicas descartaron algo grave. El meta sufre un esguince en el dedo gordo de la mano derecha de grado 1 que, "en principio y siempre en función de la evolución", no le impedirá jugar ante el Mallorca, según el parte médico ofrecido por el club. Los servicios médicos del Sevilla tendrán que volver a revisar el dedo de palo después de un reposo de cuatro días. El lunes valorarán de nuevo el estado del esguince para ver cómo ha sido la evolución y si van remitiendo el dolor y la inflamación. Si es así, Palop irá incorporándose al trabajo de entrenamiento durante la semana que viene para preparar la cita ante el Mallorca.

El propio futbolista puso en evidencia su alivio tras el susto inicial a través de la red social Twitter: "Susto gordo, pero al final esguince grado 1, gracias a Dios que no ha sido nada grave, el fin de semana me va a venir muy bien para recuperar". El rostro del meta era el mejor reflejo de la mezcla de inquietud, rabia y dolor que sintió en el momento de la lesión. Y con esa cara de circunstancias abandonó el entrenamiento. Poco después supo que no era tan grave, aunque aún es cauto.

De todas formas, muy mal tendría que ir la evolución del esguince para que Palop no se enfundara los guantes el día 22. Tras partir como portero suplente con la llegada de Diego López, al que Míchel le dio la titularidad hasta su rigurosa expulsión en Granada, en la segunda jornada, Palop ha demostrado desde el césped que iba en serio cuando avisó de que no le asustaba la competencia y que iba a pelear por la portería del Sevilla.

Desde aquel golpe de fortuna, Palop se ha agarrado con muchísima fuerza al puesto y ha brindado grandes actuaciones, demostrando que está en plena forma y que no ha perdido sus cualidades físicas y técnicas, amén de lo que supone su liderazgo desde el campo. Dar un paso atrás ahora sería perder un tren que quizá no vuelva a pasar para él. Y menos aún va a renunciar justo el día que cumple 39 años.

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