Dos jornadas quedan para que finalice la temporada 2016-17. Algo más de tres semanas -la competición se va de vacaciones en Semana Santa- para saber si el Club Waterpolo Sevilla concluye el curso en la segunda posición de la tabla, la única que da derecho a disputar la promoción de ascenso. Así que no es de extrañar que el equipo del Cerro del Águila ande inmerso en un cúmulo se sensaciones.

La ilusión y los nervios deben palparse en el vestuario de Hytasa, que tiene más cerca que nunca un objetivo por el que lleva luchando ya varias campañas. Mañana (18:00) los pupilos de Tano Ordóñez disputará el último partido en su feudo, en esta ocasión ante el WP Turia, y las ganas de amarrar una nueva victoria serán arrolladoras.

Y no sólo por darle una alegría a la afición, que a buen seguro llenará las gradas de Hytasa. También, porque es la única manera que tiene el CW Sevilla para seguir dependiendo de sí mismo sin preocuparse de que el Sant Feliu se haga con la victoria.

A día de hoy, los hispalenses atesoran 41 puntos en su casillero, por 39 de los catalanes. Una leve ventaja que puede esfumarse en tan sólo un tropiezo.

Para evitarlo, el Sevilla luchará por doblegar al Turia, último clasificado y un rival más que asequible. Eso sí, habrá que evitar el exceso de confianza, el peor de los enemigos para los interes del conjunto anfitrión.

Lejos de la lucha por el ascenso, pero no tanto geográficamente hablando, el CW Dos Hermanas tiene una cita a la misma hora en el Centro Acuático de Montequinto con el Claret Askartza. También será el último partido de los de Jota Murube en su feudo. Por ello, qué mejor manera de despedirse que con una victoria ante el antepenúltimo clasificado.