"Nos entendíamos aun siendo muy diferentes"

Aíto recuerda los tiempos con Comas en el Cotonificio a finales de los 70.

J. De La Huerga / Sevilla

18 de junio 2013 - 05:02

La transición en España también se vivió en las canchas de baloncesto. Entrenadores jóvenes vieron la luz para ir formándose y creciendo en el deporte de la canasta. En este abanico de técnicos entran dos muy cercanos para el aficionado de antes y de ahora: Aíto García Reneses y Manel Comas. Trabajaron codo con codo del 77 al 79. El madrileño, un año más joven, era el primer técnico del Cotonificio y el badalonés estuvo un par de años aprendiendo a su vera.

Aíto rememora la figura de aquel dicharachero técnico: "Él entrenaba al Bàsquet Badalona en un pabellón viejo, un equipo de segunda categoría, y a continuación vino con nosotros al Coto. Quiso ser mi ayudante y compartió trabajo como segundo y como preparador del júnior. Todo sin cobrar un duro, salvo, creo recordar, un viaje que le pagaron al Europeo júnior".

¿Cómo casaban dos personalidades tan opuestas? "Es evidente que él era muy parlanchín y yo, bastante callado, pero nos entendíamos bien aun siendo muy diferentes", explica Aíto, para quien uno de los legados que deja Manel al baloncesto "es algo muy interesante que aún hoy está en discusión. Él siempre quería jugar con equipos altos. Hace 15-20 años ya era capaz de alinear a un escolta de más de dos metros y un alero de casi 2,10. Esa variante le gustaba y lo adaptaba bien tanto en ataque como en defensa. Yo también lo hacía, sí".

Entre las anécdotas que se le vienen a la cabeza, Aíto cuenta que "le gustaba hablar tanto que una vez, cuando yo volvía de dar un paseo en una Copa del Rey, me lo encontré rodeado de gente y todo el rato charlando él. Yo le decía: 'Manel, deja hablar a los demás un poquito'. Era tan impulsivo que en el Cotonificio se levantaba del banquillo a protestar a los árbitros, yo lo agarraba de la hebilla de los pantalones y se enfadaba conmigo porque me decía que me los iba a cargar".

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