Esta semana se está convirtiendo en una sucesión de pesos pesados del vestuario por la sala de prensa. Si el miércoles era Maresca el que atendía a los medios, ayer le tocó el turno a Daniel, actual capitán de la plantilla nervionense a falta de Javi Navarro. El brasileño, que no suele morderse la lengua ante los micrófonos, no ocultó que no sentaron bien las palabras de Manolo Jiménez en Getafe, pero quiso dejarlas como algo ya pasado. "Nosotros estamos tranquilos. El momento no era el más oportuno, pero las cosas son así. Nada más que nos queda ahora trabajar para que las cosas regresen a la normalidad", dijo.

Y para regresar a esa normalidad que cita el brasileño hacen falta buenos resultados. Encadenar una serie de resultados positivos con los que acercarse a Europa. Aunque para esto hace falta ganar fuera del Sánchez-Pizjuán. "Al equipo le hace falta equilibrio entre los partidos que jugamos en casa y fuera. Antes teníamos ese equilibrio. Para hacer algo importante en una Liga hay que puntuar fuera de casa. Ésa es nuestra principal dificultad. Cuando tengamos ese equilibrio escalaremos en la clasificación", argumentó Daniel.

Acerca del partido de mañana frente a Osasuna, el lateral sevillista resaltó que "una final no es", aunque piensa que "se trata de un partido muy importante porque una victoria nos acercaría a los puestos donde queremos estar". "Lo que hace valer los puntos de casa son los puntos de fuera", añadió el bahiano.

Antes de acabar, Daniel comentó su charla con el presidente tras el tropiezo en Getafe: "Él trasladó la máxima tranquilidad a la plantilla. Sabe y confía en que el equipo va a salir de ahí".