Un estilo bien definido

El Sevilla de Marcelino acentúa sus señas de identidad, las de la verticalidad, el dinamismo y la solidaridad, goleando al Córdoba · Trochowski, muy constante, marcó con dos trallazos de falta.

Imágenes del encuentro disputado entre el Córdoba C. F. y el Sevilla F. C.

Foto: José Martínez Asencio
Imágenes del encuentro disputado entre el Córdoba C. F. y el Sevilla F. C. Foto: José Martínez Asencio
Eduardo Florido

01 de agosto 2011 - 05:02

El Sevilla comienza a ser reconocible y eso ya es una buena noticia, más allá de que sumase otro triunfo holgado ante otro rival de cierta entidad. El Córdoba también sucumbió como cuatro días antes hizo el Xerez ante este equipo que volvió a dar muestras de que va aprendiendo el estilo de Marcelino: rapidez y verticalidad con la pelota y solidaridad y viveza sin ella. El Sevilla volvió a gustar pese a que tenía las piernas cargadas por haber jugado el jueves, algo que quería experimentar Marcelino antes del duro inicio de temporada. El asturiano volvió a apostar por Fazio y Trochowski en la medular y volvió a funcionar, sobre todo el alemán, confirmado como manijero del equipo gracias a su motor, su constancia, con balón y sin él, y gracias también a una faceta que puede ayudar mucho: su pegada a balón parado.

Quería ver Marcelino las evoluciones de su equipo con el cansancio de haber jugado tres días antes, de ahí que repitiera prácticamente el mismo once que se impuso en Chapín, con las salvedades de Palop por Javi Varas y de Luis Alberto por Kanoute. Y este equipo comenzó con similar ritmo y viveza que el que tanto gustó en la primera parte de Jerez. Ni siquiera la incipiente presión del Córdoba, que, extramotivado ante el rival andaluz por excelencia, trufó de aspereza sus ganas de agradar, logró amedrentar a un Sevilla que se va grabando poco a poco el libro de estilo de Marcelino. La verticalidad de sus hombres de ataque se puso de manifiesto bien pronto, cuando Fazio supo aguantar la presión de dos contrarios para salir airoso y buscar en posiciones avanzadas a Manu del Moral, para que éste prolongara con un gran balón a Negredo, quien sacó a relucir la pegada y la calidad de su zurda.

Apenas habían transcurrido 6 minutos y el Sevilla ya mandaba en el marcador, algo que incluso podría leerse desde un punto de vista negativo puesto que Marcelino, tras el encuentro de Jerez, señaló que el equipo debe mejorar en el ataque organizado o estático, algo que se pone a prueba mucho mejor cuando el marcador no está a favor, lógicamente. Con el 0-1 se acentuó esa tendencia de este Sevilla de moverse rápidamente en las transiciones defensa-ataque hasta el punto de que los medios centro, Fazio y Trochowski, apenas tocan la pelota una o dos veces antes de buscar a los atacantes. Por cierto, que el argentino se está asentando en esa posición de pivote defensivo en la que, por el momento, se compenetra con el alemán. Marcelino está confiado en ellos. Tampoco tiene mucho más por ahora.

Este estilo de Marcelino también va madurando en cuanto a la coordinación en la presión y el achique de espacios cuando el rival tiene la pelota. La premisa de que haya tres jugadores siempre alrededor del contrario con balón se cumplió casi a rajatabla en muchas ocasiones. Claro que es más fácil defender cuando el rival debe buscar el empate. No se vio tanta seguridad cuando el Sevilla, tras alguna pérdida en posiciones avanzadas, hubo de recomponerse sobre la marcha. Aún queda trabajo para engranar las piezas en caso de pérdidas en mitad de la transición. La vigilancia defensiva, en cambio, es muy adecuada cuando el equipo está asentado y controla el juego en campo contrario. La defensa no tiene miedo a fijar la vigilancia bien arriba, aunque, por poner un pero en la labor de los defensas, podría señalarse el exceso de celo de Spahic al realizar faltas tácticas en campo contrario: en la Liga pueden acarrearle más de una tarjeta amarilla evitable.

También se vio alguna laguna en los balones al segundo palo, por desajustes de basculación. El Córdoba avisó así al principio de la segunda parte y marcó en el segundo balón pasado. Otra laguna a corregir. Trochowski y el carácter de un equipo que se creció al verse empatado se encargaron de enfriar al Córdoba. El alemán lanzó dos obuses desde dos distancias bien distintas: los dos a gol. Evidentemente, el nuevo recurso de las faltas de Trochowski es una buena noticia también, como el acoplamiento de las líneas, la excelente forma de Jesús Navas y Negredo y el encomiable trabajo de Manu del Moral, un jugador técnico que no se esconde a la hora de presionar.

CÓRDOBA CF: Alberto García; Cristian (Fernández, 78'), Gaspar (Pena, 46'), Bernardo Cruz (Astrain, 72'), Fuentes; Carlos Martínez (Borja García, 46'), Alberto Aguilar (Taira, 72'), Carlos Caballero (Javi Hervás, 70'), Fede Vico (López Silva, 66'); Pepe Díaz (Balsas, 46') y Charles (Patiño, 70'). SEVILLA FC: Palop (Dani Jiménez, 76'); Alexis (Dabo, 66'), Spahic (Bernardo, 77'), Escudé, Fernando Navarro (Samuel de los Reyes, 77'); Jesús Navas, Fazio (Salva, 77'), Trochowski, Manu del Moral (Alfaro, 82'); Luis Alberto (Rodri, 46') y Negredo. Goles: 0-1 (6') Negredo. 1-1 (57') Borja García. 1-2 (59') Trochowski. 1-3 (66') Trochowski. 1-4 (92') Jesús Navas. Árbitro: Lesma López (madrileño). Amonestó a Spahic (23'), Fede Vico (48') y Borja García (69'). Incidencias: Encuentro amistoso disputado en el estadio Nuevo Arcángel ante unos 7.500 espectadores.

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