En estado de gracia (1-2)

Levante-Sevilla

Triunfo valiosísimo del Sevilla en su visita al Levante. Descontrol en el centro del campo y cansancio camino de un sufrimiento evitable. Dos tiros al larguero impidieron la sentencia tras la efectividad inicial.

Foto: EFE
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J. Ollero

07 de abril 2015 - 23:50

Todo le sale. El viento no puede estar ahora mismo más de cara. El Sevilla está ganando un partido tras otro haga lo que haga. Esta vez fue en Valencia ante el Levante. Ganó sufriendo, eso sí, como pudo hacerlo de puro paseo. La falta de control en el centro del campo y el progresivo cansancio dieron alas al equipo de Alcaraz, irreprochable de cabo a rabo. Efectividad tremenda, una vez más, del Sevilla, que defendió con oficio tres puntos estupendos.

Sin Banega ni M'Bia, el Sevilla echó en falta quien, además de defender, le marcara el ritmo al equipo en ataque. Carriço y Krychowiak son del todo defensivos y el recurso del balón arriba a Iborra no puede decidir siempre. Vitolo y Reyes, por los lados, más Gameiro arriba, permitían al Sevilla tocar por abajo con precisión y peligro, pero no ganó nunca la pelea en la medular y eso mantuvo con vida siempre al Levante.

Fue salir y verse que el Sevilla iba de verdad. Espera el Barcelona y, aunque los compartan, no hay color. Amarrar los tres puntos en Valencia y ya se verá el sábado. Iborra y Gameiro comienzan descolocando a la defensa local y en un visto y no visto ya está por delante el Sevilla. Pronto, de nuevo. Reyes conectó con Gameiro al desmarque y el francés le tiró la finta a Juanfran para clavarla cruzada.

Vía libre pero el Sevilla recula demasiado. El Levante se asienta con la fuerza de Simao y Sissoko y El Zhar se convierte con los minutos en una pesadilla. Llegando en segunda línea crea peligro pero hay muchas piernas y poco sitio, y el Sevilla aguanta sin mayor novedad. Ocurre, además, que cuando más cerca está el Levante de arrinconar al Sevilla Iborra peina un córner que se pasea por el segundo palo, el equipo local la pierde en la salida y Vitolo conecta en profundidad con Gameiro, que rompe el fuera de juego y a la defensa, centra a media altura, Iborra no llega pero sí Reyes, que marca al palo corto de Mariño. Cero-dos con las dos primeras ocasiones claras del Sevilla.

Incluso, al descanso pudo estar todo resuelto con un tiro de falta de Pareja al larguero, pero la impresión era diáfana y poco hacía presagiar que peligrarse el triunfo.

No sólo no se dio por vencido el Levante sino que su empuje obligó a Emery a hacer dos cambios antes de la hora de partido. Uno de ellos, Reyes, perdió un balón horizontal que no acabó el gol de milagro, favorecido El Zhar por un rebote antes de una buena intervención de Sergio Rico y un fallo bajo palos de Uche, que envió arriba muy forzado.

Emery le vio las orejas al lobo pero sus cambios no hicieron reaccionar al Sevilla. Seguía sin haber quien marcara el ritmo de juego (Denis Suárez era una opción lógica, pero igual que Deulofeu se quedó sin jugar) y el Sevilla empieza a sufrir con el partido prácticamente ganado. Sergio Rico se la traga en una salida, pero El Zhar tira por el centro y el portero atrapa. Minuto 72. Uno después Uche se adelanta a los centrales de cabeza y, con la suerte que le había faltado a su equipo hasta entonces, batió a Rico con un remate suave que entró tras dar en el palo.

Bacca a la arena, tensión en el Levante y el Sevilla fue abrazando el final. De hecho, las ocasiones ya fueron suyas, con una recuperación del colombiano que dejó en buena posición a Iborra (buen tiro que desvió Mariño) y una falta larga de Pareja que el propio suramericano se encargó de convertir en un zapatazo que reventó el larguero.

Tres puntos como mejor noticia de un Sevilla cansado y sin liderazgo en la zona ancha, rompiendo con siete partidos sin ganar al Levante y esperando al Barcelona en estado de gracia y con ilusión máxima por esa cuarta plaza que ya no parece tan lejana.

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