Que la Macarena es una imagen universalmente conocida nadie lo duda. Tiene hermanos y devotos repartidos por los cinco continentes. De América a Australia. Por su basílica han pasado para visitar a la Virgen en su camarín jefes de Estados, políticos de todo signo y condición, artistas, cantantes, toreros, futbolistas, músicos... y desde ayer, un piloto de Fórmula 1. Un mundo que, aparentemente, en nada se parece al de las cofradías y la Semana Santa. Puro barroco y artesanía frente a vanguardia, tecnología, modernidad y velocidad. El punto en común se llama Jaime Alguersuari, piloto catalán de 21 años, que conduce uno de los bólidos de la escudería Toro Rosso desde el año 2009.

Desde hace varias temporadas, el barcelonés lleva en el interior de su casco varias estampas de la Macarena. La responsable es su madre, Carmen, una catalana de ascendencia sevillana y muy devota de la Dolorosa de San Gil. "Ella me dio esas fotos y, desde ese momento, las llevo en el interior de mi casco. Quería estar aquí para ver a la Virgen y conocer todo lo que hace la hermandad", explicó Alguersuari.

La devoción por la Macarena le viene a Alguersuari por parte de una bisabuela que bordaba en el taller de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, tan vinculado a la cofradía, y donde se impregnó de la esencia macarena, como asegura el hermano mayor, Manuel García: "La familia es muy macarena por ese motivo. De su madre Carmen se puede decir que es una catalana muy de Sevilla. Tanto él, como sus padres, tenían mucho interés por visitar la basílica y conocer la hermandad". Ha sido la primera vez que Alguersuari visita a la Macarena. Lo ha hecho junto sus padres, aprovechando que hoy vuelve a entrenarse con su nueva máquina, el STR6, en el circuito de Jerez.

Precisamente, el piloto estuvo acompañado durante la visita por Juan Álvarez, director del trazado gaditano, hermano de la Macarena, y durante muchos años costalero del paso del Señor de la Sentencia.

Algo más de dos horas estuvo Alguersuari en las dependencias de la cofradía. Primero en la basílica, donde vio de cerca a la Virgen en el camarín para depositarle el ramo de flores que le llevaba con su familia. La corporación le correspondió con un cuadro de la Dolorosa. Después, pasaron a visitar el flamante y moderno museo de la corporación. "Allí se ha interesado por todo. Ha escuchado las explicaciones que le íbamos ofreciendo muy atentamente. Donde más se ha entretenido ha sido en la contemplación de los pasos, especialmente el de misterio, que le ha llamado mucho la atención", revela el hermano mayor.

Jaime Alguersuari se marchó encantado e impresionado tras visitar la basílica y dependencias de la hermandad. Declaró que le encanta Sevilla, "cada vez más", y que incluso cuenta con una residencia en la ciudad: "Si puedo venir en Semana Santa, estaré para ver la imagen en el paso y su salida a la calle". Mientras eso ocurre, la Macarena seguirá acompañando a Jaime Alguersuari en todos los circuitos del Mundial.