Con la manta más atrás compite peor

Nogués pretende un equipo más encorsetado que no cuaja por el perfil de sus hombres · Peligrosa desconexión entre líneas

Con la manta más atrás compite peor
Con la manta más atrás compite peor
Juan Antonio Solís / Sevilla

04 de mayo 2009 - 05:02

Nogués tenía claro cuando tomó las riendas que debía fortalecer al equipo atrás para enderezar el rumbo y amarrar la permanencia. Pero hay formas y formas de hacerse fuerte atrás, y este Betis, con esta plantilla, más la ausencia de Mehmet Aurelio, más el estado de forma de algunos de sus defensas, no compite mejor si sacrifica su alegría y libertad ofensiva en favor de un juego más cartesiano y táctico. Lo que aparece sobre la hierba es un equipo taciturno que juega a verlas venir, monocorde, sin conexión entre líneas y que encima, no defiende mejor con la manta más atrás: Forlán lo destapó en cuanto tuvo una. Y ojo: el Atlético hizo muy poquito para desnudar a los béticos. Con lo que hay, mejor dar rienda suelta a la anarquía de Emana.

Defensa

El joven Cañas hizo lo que debía. No se le puede echar en cara nada de lo que ayer se vio sobre la hierba. Hizo la raya hasta donde pudo, a merced de un centro del campo mucho más poblado de jugadores a rayas rojas y blancas: Abel Resino ubicó a Banega junto a Raúl García y Assunçao, y la tendencia de Emana a dispersarse hizo el resto. Capi tiene hoy mucha más voluntad que vigor, con lo que el Atlético llevó el partido a su terreno.

Tampoco tuvo Cañas la culpa de que Forlán ejerciera de Forlán: sacar de su zona con habilidad a los centrales, prolongar la jugada a un lado u otro y desmarcarse a zona de remate para ejecutar. Juanito y Melli jamás se anticiparon a esas maniobras archisabidas.

Ataque

Está claro que con Sergio García, la vida es otra para este Betis. Pero la ausencia del catalán no puede tapar el fútbol plano del colectivo. El centro del campo sufrió un colapso, con Capi falto de apoyos por delante, tanto por dentro como por fuera. Sin movilidad sin la pelota, el fútbol de ataque lo tiene crudo hoy, y si encima los recursos individuales que otras veces salvaron al Betis (irrupción de Emana o Mark González, acción de calidad de Edu u Oliveira) no aparecen, es imposible. El chileno sí que apareció en varias carreras culminadas con buenos centros. Pero no bastó.

Virtudes

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Talón de aquiles

Ya no aparecen ni los chispazos salvadores. Y llega la presión...

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