"Ya no puedo más, quiero volver al Betis"

Joaquín muestra su deseo de regresar y se muestra molesto con la Fiorentina. "Ya he tomado la decisión, me vuelvo a Sevilla", declara.

Esperando a Joaquín
"Ya no puedo más, quiero volver al Betis"
Miguel Lasida Sevilla

25 de agosto 2015 - 05:02

Joaquín se ha liado la manta a la cabeza. En medio de un toma y daca con la Fiorentina para que facilite su regreso al Betis, ayer cargó de artillería pesada en las redes sociales y en un portal de información sobre el club viola. Para empezar, a media tarde, el futbolista portuense publicó en su cuenta de Instagram un elocuente mensaje: "Mi decisión está tomada, sólo quiero volver a casa". A Joaquín no parece satisfacerle cómo se están desarrollando las negociaciones y ha decidido tomar cartas en el asunto. Las palabras previas del presidente de la Fiorentina, Diego della Valle, refiriéndose a que el futbolista "no está en venta", han desatado una batalla de declaraciones que no son sino parte de una negociación que tiene pinta de haberse encallado por momentos.

A lo largo de la tarde, una publicación digital que trata la actualidad del club florentino publicó una entrevista con Joaquín, que no tuvo reparo en explicar con detalles su situación. Sin rodeos, el futbolista declaró: "Quiero volver al Betis, ya no puedo jugar en la Fiorentina". La entrevista completa del futbolista rezuma extrañeza y algo de hartazgo. "No entiendo por qué me están haciendo esto. Estoy en el mercado desde el año pasado, cuando me entrenaba por separado. No entiendo por qué han cambiado de opinión. Ya he tomado una decisión, me vuelvo a Sevilla, donde estoy feliz", declaró el portuense.

En estos mismos términos se expresaba su representante, Eduardo Espejo, quien apuntó a este periódico la irreversibilidad de la decisión del canterano bético. "Joaquín ya ha dejado muy muy clara su decisión. Sería una insensatez retener al jugador contra su voluntad", respondió al ser preguntado por las declaraciones del presidente de la Fiorentina, Diego della Valle. El agente de Joaquín, aseguró, se encontraba ayer en Florencia, a la espera de una reunión de urgencia con la contraparte florentina. Ahora queda que los clubes lleguen al acuerdo. Y que el club viola acepte unas condiciones que considera desfavorables. Según la versión de la Fiorentina, el club verdiblanco ha ofrecido 200.000 euros por el jugador, con un contrato en vigor con el club italiano hasta 2016 con la opción a una temporada más. En cambio, en el Betis sostienen que la Fiorentina pide una cantidad cercana a los cinco millones de euros, lejos de los 1,8 millones por los que lo fichó. En Heliópolis, por su parte, no se plantean de ningún modo un desembolso dinerario más alto que el millón.

Así las cosas, no parece que la guerra tenga una vuelta atrás. O vuelve al Benito Villamarín o se queda una temporada en blanco en Florencia. Sobre eso, Joaquín confió en el buen hacer de los dirigentes italianos, de quienes solicita razón y sentimientos: "Si son tan inteligentes me dejarán marcharme. Si son buenas personas, lo harán. [Los dirigentes de la Fiorentina] Tienen que entender que soy un jugador con 16 años de carrera y ya me merezco ir a casa. Durante dos temporadas lo he dado todo por este equipo, por la camiseta viola", declaró Joaquín a un medio con el que él mismo se puso en contacto "porque quería contar mi verdad y nunca pensé que iba a vivir una situación así en el final de mi carrera. Se está hablando mucho de mí, pero no es verdad todo lo que se cuenta".

Entre los impedimentos que obstaculizan la vuelta de Joaquín al Betis tienen mucho que ver los asuntos económicos, de eso no hay duda. Las finanzas del club verdiblanco no están para demasiadas alegrías, más bien todo lo contrario, pero la Fiorentina no sólo no está dispuesta a dejar libre al de El Puerto de Santa María, sino que tampoco acepta, al menos por el momento, las ofertas que les han hecho llegar desde La Palmera.

El órdago de Joaquín de ayer está dirigido con toda intención. Con la incerteza de que el tiro salga por la culata, al futbolista le queda insuflar de emotividad su discurso, pura táctica al cabo: "Es una cuestión de sentimientos. Allí me espera mi familia de sangre y mi familia del fútbol. Yo no pensaba que se crearía este lío. He demostrado que quería esta camiseta y ahora lo que deseo es volver a casa. ¿Por qué quieren impedirme la felicidad?", concluía. La suerte está echada.

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