En el Betis se mantiene el discurso de que se realizará al menos un fichaje antes del cierre del mercado invernal, una petición expresa de Antonio Tapia que fue aceptada tanto por la dirección deportiva como por el propio Lopera. Pero esta afirmación ha sufrido un giro en las últimas horas, ante el cambio experimentado en la situación del entrenador, quien ya tiene detractores en el seno de la entidad y que no las tendría todas consigo para continuar en el cargo de acumular una nueva derrota en tierras sorianas.

Como informó ayer este periódico, algunos consejeros ya le han hecho llegar a Lopera que sería necesario un revulsivo en el banquillo para alcanzar el objetivo del ascenso, después de la imagen ofrecida por el equipo en los últimos partidos y, sobre todo, tras el doloroso traspié del sábado ante el Huesca. Al técnico se le achaca que no ha sabido obtener el máximo rendimiento posible a la plantilla, a la que se considera capacitada para estar entre los tres primeros de la clasificación, incluso reconociendo que existen deficiencias en algunas posiciones. Todo esto provoca que, ahora mismo, el club verdiblanco haya frenado las conversaciones que venía manteniendo con diversos jugadores de cara a su posible incorporación, sobre todo los señalados por el propio entrenador.

Tapia había colocado a Koke y Geijo, dos delanteros que ya dirigió en su etapa en el filial del Málaga, en su lista de preferencias, aunque la llegada de ambos no acababa de convencer ni al club verdiblanco ni al propio entorno del equipo. Otras opciones como Riga, Jonathan Pereira, Miku o Dady aparecerían en un segundo escalón, sobre todo debido a cuestiones económicas. El técnico verdiblanco incluso telefoneó el pasado fin de semana al propio Koke para comentarle cómo marchaba la situación y solicitarle paciencia, ya que el club seguía estudiando su incorporación. Manuel Momparlet, director deportivo bético, incluso ha frenado las conversaciones con el hermano del jugador, que hace las veces de agente, al no tener clara su inmediata incorporación.

Lopera, como siempre, sigue apurando el plazo de fichajes, a la espera de encontrar un jugador que entre dentro de los parámetros económicos, ya que la intención del máximo accionista es intentar encontrar una opción barata que guste a los técnicos. Lopera mantiene el casting abierto, con un diálogo permanente con la dirección deportiva y con algunos intermediarios de confianza, aunque siempre intentando cumplir la petición del entrenador.

El hecho de que el futuro de Tapia en el Betis esté en más en el aire que nunca provoca que el club no tenga prisa por cerrar una nueva contratación, pese a que Emana ya se ha desplazado a la concentración de la selección camerunesa y el técnico no podrá contar con un sustituto para el decisivo encuentro de Soria. Tapia, mientras tanto, mantiene las líneas abiertas con sus dos jugadores preferidos, Geijo y Koke, a la espera de que los resultados reafirmen su posición y así convencer a Lopera de que se trata de los dos delanteros necesarios para reforzar al equipo bético.