El vicepresidente del Betis Rufino González comentó ayer que se sintió traicionado el jueves pasado por Manuel Castaño y Jaime Rodríguez Sacristán "porque apoyaron a Luis Oliver" en su intención de desconvocar la Junta de Accionistas del día 20. "La mitad de lo que se ha dicho es mentira; los hombres tienen que decir siempre la verdad y vestirse por los pies", dijo y denunció que Oliver le mostró su intención de "ganar mucho dinero con el Betis", algo que él no busca.

"Luego, al día siguiente, hablé con Castaño y me dijo que teníamos que reunirnos urgentemente para echar a Oliver como fuera porque iba a dejar el Betis como si fuera ceniza. Ya saben todos ustedes la fama que tiene este señor allá por donde ha ido", prosiguió el máximo accionista a título individual. Añadió que acordaron "echar a Oliver, cesar a León y elegir a Castaño presidente, pero a la hora de decidir fue el propio Castaño el que cambió", dijo. "Pero en el momento en el que me quedé más sorprendido fue cuando a la hora de votar el cese de Oliver me encuentro con que empieza a hablar Sacristán, que no había hablado casi en toda la reunión, para decir que apoya a Oliver. En ese instante le dije incluso por tres veces ¿a qué coño estás jugando, Jaime?' Fue cuando me levanté y me fui de la reunión".

Por último, González mostró los comprobantes de una "extraña" transfererencia de 1,6 millones de euros desde una cuenta del Betis, un extremo que León y el propio club aclararon. "Él sabía que se había hecho una transferencia del Banco Santander a La Caixa, en cuentas siempre del Betis porque a la del Santander podía tener acceso gente distinta a la que actualmente está en el consejo. Pero soltar eso, sin terminar de decir la verdad, no se debe hacer", dijo el todavía presidente del Betis.