Defensa da un paso hacia la devolución del permiso de vuelo de los A400M

El INTA levanta la suspensión a los tres prototipos de ensayo, pero no a los aviones que esperan para ser entregados a los clientes.

El A400M, tras un aterrizaje. EFE
El A400M, tras un aterrizaje. EFE
Eli García Villalón

11 de junio 2015 - 21:42

Poco a poco. El Ministerio de Defensa está actuando con la máxima cautela a la hora de devolver el permiso de vuelo que retiró a los aviones militares A400M tras el accidente que sufrió uno de ellos hace un mes en Sevilla y que dejó cuatro fallecidos. Ayer dio un paso en esa dirección al permitir volar a los tres prototipos de ensayo de la compañía, una decisión que dejó al fabricante Airbus con un sabor agridulce, puesto que la noticia que espera el consorcio aeroespacial europeo es otra: que puedan volar los aparatos que están en fase de montaje final en Sevilla y que esperan para ser entregados a los países clientes.

Los prototipos de Airbus cuentan con dos certificados de aeronavegabilidad: el civil y el militar. El primero nunca lo perdieron, pero el segundo sí se suspendió tras el siniestro del pasado 9 de mayo en Sevilla. Esto significa que los tres aviones de desarrollo de Airbus sí han podido operar durante este tiempo como aviones civiles, es decir, despegar, llevar pasajeros, volar, aterrizar en pistas preparadas, pero tenían prohibido activar sus capacidades militares: lanzamiento de cargas o paracaidistas, aterrizajes en terrenos difíciles... Y ayer lo que se les dio fue, precisamente, la autorización para poder volar también como aviones militares, según fuentes de Airbus consultadas por este periódico.

La decisión correspondió al INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial), que es el que certificó los prototipos del A400M, mientras que la anhelada noticia del desbloqueo de vuelos de los aviones de producción que están en la FAL (planta de ensamblaje final) hispalense depende de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM).

El INTA comunicó su medida tras la primera reunión técnica celebrada ayer en Madrid entre miembros del instituto y de la empresa Airbus con el objetivo de liberar los certificados de aeronavegabilidad de los A400M.

El organismo, asimismo, señaló en un comunicado que, en los próximos días se producirán nuevos encuentros para la liberación del resto de certificados de aeronavegabilidad, "una vez que se reciba la información adicional requerida a la empresa y con el propósito de establecer las máximas garantías de seguridad para los vuelos de estos aviones".

A Airbus la medida del INTA le supo a poco. Admitió que "va en la buena dirección", pero mostró cierto desconcierto con respecto a que "se levante la suspensión de vuelo a los prototipos y no a los aviones de producción que son los que estamos centrados en restituir; no tiene sentido", subrayaron las fuentes. No obstante, confiaron en que la noticia esperada llegue en los próximos días, tal y como expresó el presidente de Airbus en España, Fernando Alonso, el martes pasado.

En este momento, hay ocho A400M a la espera del permiso para volar en la factoría de Sevilla. Dos de ellos están listos para su entrega inmediata -en cuestión de días-, pues ya han realizado los vuelos industriales, los vuelos con los clientes, tienen preparada toda la documentación, pero no se los pueden llevar por la orden de permanecer en tierra. Hay otros dos aparatos en la misma situación y que se entregarán en semanas. Otros tres están esperando para poder realizar sus ensayos en vuelo y rematar su montaje antes de pasar al centro de entregas, y un cuarto avión entrará el próximo martes en esta última fase. Que la DGAM mueva ficha es lo que ahora desea Airbus.

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