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Economía

"Freixenet es una empresa catalana y, por tanto, española"

  • Su presidente, José Luis Bonet, asegura que su empresa, con 1.900 empleados, es una mezcla de "directivos españoles y del resto del mundo".

El presidente de Freixenet, José Luis Bonet, arrancó el aplauso de los asistentes al Congreso Anual de CEDE con el arranque de su intervención en la segunda mesa redonda de la jornada, centrada en el reto de las empresas en la globalización y en la que participaron Richard Weissend, presidente de Heineken España; Javier Monzón, presidente de Indra, John M. Scott, presidente de KPMG España y Ángel García, director general corporativo del Grupo ACS. “Freixenet es una empresa catalana, y por tanto, española”, señaló José Luis Bonet, que añadió que su empresa, con 1.900 empleados, es una mezcla de “directivos españoles y del resto del mundo”. En su opinión, “España ha llegado tarde a la globalización”, pero la crisis ha servido de acicate para que las pymes se inicien en la internacionalización. “Estamos viviendo un cambio de mentalidad extraordinario: las pymes que quedan tras la crisis ya piensan que o salen o mueren”, aseguró Bonet, que asumirá en unas semanas la Presidencia de la nueva Cámara de Comercio de España que sustituye al antiguo Consejo Superior de Cámaras con el reto de “facilitar la conquista del mundo por parte de las pymes españolas”.

Javier Monzón puso el acento en la falta de adecuación de la educación que se imparte en España para la preparación de directivos globales. “Nuestro sistema educativo transmite conocimiento, pero no habilidades de gestión”, sostuvo. Para Richard Weissend, la impronta del directivo español se percibe en su “muy buena preparación, gran creatividad y el toque de humor”, que resumió en la expresión “buen rollo”. Sin embargo, consideró que aún debe trabajar en la “flexibilidad a la hora de cambiar de país”.

Paradójicamente, desde la perspectiva de la constructora ACS, las fortalezas del directivo español estriban en su “flexibilidad y capacidad de adaptación” a entornos cambiantes, así como “un profundo conocimiento de su negocio”. Según Ángel García, la crisis “ha supuesto un catalizador del proceso de internacionalización”, que se traduce, en el caso de ACS, en la inversión de los porcentajes de aportación de su negocio internacional, que han pasado en diez años del 14% del total a superar el 80% en la actualidad.

Desde el punto de vista de KPMG, el trabajo del ejecutivo está marcado por “un entorno de cambio constante”. “El líder es la persona que logra rodearse de un equipo capaz de aprovechar las nuevas oportunidades”, sostuvo John Scott.

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