“Es una barbaridad que un país renuncie a saber si tiene hidrocarburos”. El presidente de Repsol, Antonio Brufau, se pronunció así al ser cuestionado sobre las prospecciones petrolíferas en aguas de Canarias durante su intervención en el Congreso Anual de Directivos CEDE que se está celebrando en el Palacio de Congresos de Sevilla. Brufau insistió en la compatibilidad entre “turismo y petróleo” y criticó que el “debate político que intoxica a la sociedad”, en referencia a la fuerte oposición del Gobierno de Canarias a los sondeos, que ha llegado a plantear la organización de un referéndum al reespecto. El primer ejecutivo de Repsol insistió en la “barbaridad” de la yuxtaposición del desarrollo turístico frente a la suficiencia energética del país.

El presidente de la petrolera también sostuvo que la búsqueda de yacimientos no convencionales de hidrocarburos en Europa no puede quedar “al albur” de los gobiernos nacionales. Brufau consideró que Europa no tiene suficientes recursos para alcanzar a Estados Unidos, que ha logrado autoabastecerse con las tecnología de fractura hidráulica o fracking. “Pero tiene que intentarlo”, incidió.

El primer ejecutivo de Repsol señaló que debe ser tratada como una política estratégica del conjunto de la Unión Europea, en vez de dejar que sea abanderada por un solo país. Sin embargo, recordó el carácter finito de los yacimientos no convencionales y agregó que Estados Unidos “perderá esa ventaja competitiva” en el medio y largo plazo.

En el coloquio, moderado por el presidente de Anfac, Mario Armero, también fue interpelado sobre la expropiación de YPF. Brufau señaló que la crisis sirvió de oportunidad para hablar con los principales líderes mundiales, con el fin de “explicar que si YPF se quedaba en una confiscación sin compensación”, el mundo se podría enfrentar a una caída de la inversión extranjera por la falta de seguridad jurídica. “Es un caso que no podía repetirse. Un país no puede saltarse las reglas”, recalcó.

Brufau dedicó la mayor parte de su intervención a los desafíos que afrontan las empresas en un entorno global marcado por “el cambio”. “Hay que aceptar que el cambio es el contexto de las empresas y constituye el paradigma de la gestión”, señaló el presidente de la petrolera. En su opinión, las tres próximas décadas estarán determinadas por tres elementos. El primero de ellos es “la falta de una gobernanza global”, en un mundo multipolar que “ha pasado del G8 al G20”. A él se suma el cambio de modelo energético, que será “competitivo, sostenible y con seguridad en el suministro”. El último factor son las nuevas tecnologías, que permiten una mayor interconexión entre la población, como se ha podido ver en “las revoluciones de la primavera árabe”.