La OCDE se alinea con el Gobierno: mantiene el crecimiento de España y reduce el déficit

Nuestra economía es una de las pocas del club de los países ricos a la que no rebaja su estimación de crecimiento

El país crecerá el 2,1% este año y el 1,9% el que viene, una evolución muy en la línea de lo que prevé el Gobierno

El déficit bajará del al 1,3% en 2020, lo que refleja un mayor optimismo que la Comisión Europea, que prevé un 2% para ese año

Nadia Calviño, ayer en París en la presentación del informe de la OCDE
Nadia Calviño, ayer en París en la presentación del informe de la OCDE / Christophe Petit Tesson / Efe
Efe

21 de mayo 2019 - 18:07

España es uno de los pocos países que no ven rebajadas sus perspectivas económicas para este año y el próximo por la OCDE, que es además algo más optimista que la Comisión Europea sobre el déficit público español, en línea con las expectativas del Gobierno.

En su informe semestral de Perspectivas publicado este martes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) calcula que la economía española crecerá este año un 2,2% y un 1,9% en 2020, las mismas cifras que había dado en noviembre y que coinciden con las del Ejecutivo.

Tanto la Comisión Europea como el Fondo Monetario Internacional (FMI) habían corregido ligeramente a la baja en las últimas semanas sus proyecciones sobre España para 2019, y estimaban que su PIB subiría un 2,1% este ejercicio, así como un 1,9% en 2020.

La OCDE no ha considerado necesaria esa rectificación porque, aunque constata que la ralentización económica global afecta a España (su PIB progresó un 2,6% en 2018), ve varios elementos que le distinguen del conjunto de la zona euro, donde el golpe sí será mucho más duro (1,2% en 2019 y 1,4% en 2020).

Los motivos de una evolución mejor

El principal es una demanda interna sólida, que se sustenta en la fuerte creación de empleo (el paro debería bajar del 15,3% de media en 2018 al 13,8% en 2019 y al 12,7% en 2020), así como en una serie de medidas que han favorecido el consumo: las subidas de sueldos en el sector público, de las pensiones y del salario mínimo.

Para la economista jefe de la OCDE, Laurence Boone, aunque el incremento del salario mínimo haya sido fuerte, partía de un nivel bajo y ahora está en la media de los países de la organización, de forma que, más que ser un freno para la actividad, contribuye a "un crecimiento más inclusivo".

La OCDE no considera que el alza del salario mínimo frene la actividad sino que contribuye "a un crecimiento inclusivo"

El secretario general de la organización, el mexicano Ángel Gurría, reconoció que a España "le va muy bien", pero también señaló las asignaturas pendientes, como la productividad, la educación, el sistema sanitario, el poco gasto en investigación y desarrollo y la falta de flexibilidad del mercado laboral y de productos.

Gurría afirmó que hay que mantener el camino de las reformas, porque los buenos resultados que se ven ahora son consecuencia de las que se hicieron hace seis años.

La OCDE coincide con las proyecciones del Gobierno español sobre el déficit público, ya que cree que disminuirá al 2% del PIB en 2019 y se acerca mucho en la previsión del 1,3% en 2020 (dos décimas más). Ahí se desmarca de la Comisión Europea, que no espera que baje del 2,3% este año ni del 2% el próximo.

Insiste en la necesidad de subir el IVA y los impuestos medioambientales para fortalecer las finanzas públicas

Ese optimismo no le impide advertir de que hace falta fortalecer de forma estructural las finanzas públicas, teniendo en cuenta los altos niveles de deuda (pese a que bajará en términos relativos al 96,5% del PIB este año y al 95,7% el próximo). Por eso, insiste en que cualquier sorpresa positiva por el lado de la recaudación debería dedicarse a reducir la deuda.

La ministra española de Economía, Nadia Calviño, que asistió a la presentación del informe en la sede de la OCDE en París, aseguró que esa recomendación ha sido "la orientación" del Gobierno desde el primer día. "Hemos utilizado todos los ingresos adicionales para intentar reducir lo más rápidamente posible el déficit y la deuda".

Eso "sin dejar de priorizar el gasto social, el gasto en educación, en sanidad (...) para que el crecimiento no sólo sea sólido, sino inclusivo", precisó Calviño.

El llamado club de los países desarrollados considera que el sistema fiscal español se asienta demasiado en el trabajo y acaba penalizando el crecimiento y el empleo. De forma que aconseja dar más peso a las tasas medioambientales y al IVA, que provocan menos distorsiones.

Revisión a la baja de la economía mundial por las tensiones comerciales

La economía mundial crecerá este año ligeramente por debajo de lo esperado anteriormente, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha revisado una décima a la baja su pronóstico de expansión global, hasta el 3,2%, como consecuencia de la incertidumbre desatada por las tensiones comerciales, mientras que ha confirmado su previsión de un crecimiento del 3,4% el próximo año.

"La economía mundial no se encuentra en un buen lugar y a no ser que se desescalen las tensiones comerciales podría empeorar", ha advertido el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, durante la presentación en París de las nuevas proyecciones macroeconómicas de la institución.

En este sentido, la OCDE señala a las persistentes tensiones comerciales como el principal factor que lastra el crecimiento de la economía mundial, apuntando que se espera un crecimiento del 2% del comercio mundial en 2019, lo que sería su menor expansión en una década.

"La frágil economía global se está viendo desestabilizada por las tensiones comerciales", declaró la economista jefe de la OCDE, Laurence Boone, subrayando que se está produciendo una "estabilización" del crecimiento en niveles bajos, mientras que persisten graves riesgos en el horizonte, por lo que los gobiernos deben trabajar conjuntamente para garantizar la vuelta de un crecimiento sólido y sostenible.

A pesar del empeoramiento de sus proyecciones globales, la OCDE ha revisado al alza sus anteriores previsiones para la zona del euro, que crecerá en 2019 un 1,2% y un 1,4% el próximo año, en ambos casos una mejora de dos décimas respecto de lo anticipado el pasado mes de marzo.

En este sentido, la organización internacional señala que el crecimiento de la región se mantendrá débil como consecuencia de la baja confianza empresarial y a debilidad de la demanda externa, lo que lastra la inversión, por lo que la actividad seguirá viéndose apoyada en la robusta evolución del mercado laboral, con bajada del desempleo y subidas de los salarios, mientras que la inflación repunta gradualmente.

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