El Popular reúne a las pymes para espantar la crisis: "Hay crédito"
Francisco Gómez, consejero delegado de un grande de la banca, lanza en Cádiz mensajes de optimismo

El Banco Popular realizó a finales del pasado año una de las operaciones de refinanciación más aventuradas del sector financiero. En el verano de 2012 la consultora Oliver Wyman se encargó de realizar un nuevo test de estrés, el tercero, a las entidades financieras españolas. Un test de estrés es una proyección, un dibujo ficticio. Oliver Wyman pintó un paisaje futuro apocalíptico donde se castigaba con dureza el crédito a la pequeña empresa y a los autónomos, curiosamente el elemento económico al que se le pide que nos saque de la situación presente. El Banco Popular era el que mayor cartera tenía de crédito pyme, "forma parte de nuestra genética", por lo que tuvo que hacer un aprovisionamiento inesperado. La lógica llevaba a una entidad tradicional con casi 90 años de existencia a pedir un rescate público. No lo hicieron. Salieron al mercado a conseguir el dinero. Lo lograron en una semana y se quedó fuera un 83% de la demanda: "Captamos 2.500 millones de euros, aumentando nuestra base accionarial, generamos 400 millones de euros mediante plusvalías y gestión de activos, ingresamos 200 millones de euros gracias a la mejora en el margen de explotación de 2012, frente al margen estimado por Oliver Wyman... Y otros 100 millones en reforzamiento de capital". Fin del estrés.
El Popular se presentó ayer en Cádiz en su formato de Foro Pyme, realizado en colaboración con el Grupo Joly, para explicar que siguen siendo el banco de las pequeñas empresas. Lo hizo Francisco Gómez, un joven ejecutivo de 50 años con 25 años de trayectoria dentro de la entidad, y que fue nombrado consejero delegado hace unos meses para pilotar el rumbo en lo que se considera que es el tramo final de la crisis. Gómez, al que todo el mundo en el Popular llama Paco, como citó el director de Diario de Cádiz, Rafael Navas, en su presentación, expuso la filosofía de la entidad: "Los resultados del banco, así como nuestro esfuerzo por aumentar la rentabilidad, están dando sus frutos. Los profesionales de Banco Popular están centrados en la actividad comercial y no sufren las distracciones que otras entidades están padeciendo. Esto es importante porque nos permite prestar. Prestar a las pymes y a los autónomos. Tan sólo en los cuatro primeros meses del año hemos puesto a disposición de pymes y autónomos líneas de crédito por más de 6.700 millones y hemos concedido 2.000 millones". Hay crédito. Es el mensaje del Popular.
Naturalmente, todo crédito ("es nuestro negocio") conlleva una estrategia. El consejero delegado trazó algunas líneas generales. Es evidente que la demanda interna ha decrecido, por lo que la exportación, en la que se mueven como pez en el agua nuestras grandes empresas, tiene que convertirse en objetivo de las más pequeñas, que sufren el handicap de tener, incomprensiblemente, costes fiscales, financieros o laborales más altos. Aún así, el Popular entiende que es el camino. "La internacionalización ya es una realidad para 136.000 empresas en España. En 2012 ha crecido el número de empresas exportadoras un 11% y el total de exportaciones alcanzó récords históricos, con una tasa de crecimiento anual del 3,5%. Además, por primera vez desde 2007, en marzo la balanza comercial ha sido positiva. Para esa actividad internacional, Popular cuenta con un equipo de cien especialistas en comercio exterior que apoyan y asesoran a las pymes en su salida a esos mercados. Nuestra cuota de penetración en el sector es del 35% y las pymes exportadoras aportan a Banco Popular un 5% de su margen".
Esa es la teoría y puede funcionar, pero Gómez también hizo crítica y pidió que desde las instituciones europeas no vuelvan locos a los mercados financieros, que les dejen trabajar. El axioma es el siguiente: "Cuanto antes entren en vigor los nuevos requerimientos para la financiación a pymes, antes se impulsará la recuperación económica de la Zona Euro. Las pymes y su financiación deben estar en la agenda de cualquier institución del Gobierno y por ello es tan necesario tener bancos sólidos que presten". Pero esta tautología no es tan fácil de cumplir si el nuevo marco de regulación prudencial, llamado Basilea III, sigue considerando a las empresas pequeñas como un riesgo de peor calidad. Una contradicción con los discursos políticos. "Según una encuesta del Banco Central Europeo, a la hora de acometer objetivos de crecimiento, el 73% de las pymes preferirían acudir a la financiación bancaria y sólo el 6,4% se mostrarían favorables a la entrada de nuevos socios en el capital. El crédito bancario seguirá siendo la vía más normal de financiación de la pyme española".
Frente a estos palos en las ruedas, Gómez defendió una gobernanza europea decidida que afronte la unión bancaria y fiscal, con reglas iguales para el norte y para el sur de Europa, pero se negó a refugiarse en el lamento y decidió acabar su intervención en Cádiz con una cita clásica de economía: "Henry Ford dijo que la mayoría de la gente gasta más tiempo en hablar de los problemas que en afrontarlos. El rasgo de los empresarios es afrontar y encontrar soluciones a los problemas y, en ese gran reto -dijo Gómez dirigiéndose a las pymes presentes- saben que pueden contar con el Banco Popular".
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