Ryanair no deja de sorprender con sus ideas creativas para sacar las perras a los viajeros. La aerolínea británica busca pasajeros a su medida, viajeros de bajo coste. El polémico presidente de la compañía, Michael O'Leary, declaraba a la prensa, medio en serio medio en broma, que si por él fuera sólo viajarían los guapos y delgados.

Esto podría traducirse en un descuento para los clientes bien proporcionados o en un extra que pagarían los feos, según si uno es de ver el vaso medio lleno o medio vacío, si uno es guapo y delgado o feo y gordo. Pero el magnate no deja lugar a dilema: "He propuesto que la gente fea pague por volar", aseveró.

Todo esto suena a ciencia ficción, pero la reina de las aerolíneas de bajo coste tiene prevista una "gran expansión" en España, donde prevé convertirse en los próximos "dos o tres años" en la primera aerolínea por número de pasajeros. "El año pasado estábamos en la quinta posición, este año hemos escalado a la segunda y confiamos en que en dos o tres años superemos a Iberia y nos situemos como la primera aerolínea en España", destacó el presidente en una rueda de prensa en Madrid celebrada a principios de agosto.

Esta excentricidad se une ya a una larga trayectoria de mediadas polémicas que la aerolínea de bajo coste lleva urdiendo públicamente. También ha lanzado globos sonda para ver qué acogida tienen para el público. Es el caso, por ejemplo, de la tasa por obesidad que ya aplican algunas líneas en EEUU, pero que finalmente se desestimó por las dificultades que provocaría en las operaciones de facturación on line y de embarque y desembarque de pasajeros.

El presidente de la aerolínea irlandesa lamentó que todas estas iniciativas se estén tomando a broma. Quizás algo tenga que ver el hecho de que usara la imagen de la primera dama francesa, Carla Bruni, para promocionar la compañía o la propuesta de cobrar por ir al servicio durante el vuelo, proyecto que la aerolínea ya está estudiando con Boeing, el fabricante de sus aviones.

El empresario se refería en concreto a la idea de que los pasajeros puedan optar por volar de pie. La compañía lo está valorando, pero hay muchos cabos sueltos en cuestiones de seguridad. A su juicio, hay un "mercado", porque "hay gente dispuesta a viajar así si es más barato", aseguró. En un avión de 250 pasajeros podría haber 125 sentados y 125 de pie, según explicó e instó a las autoridades a revisar la normativa para que se pueda llevar a cabo, ya que no entiende por qué sí se puede viajar de pie en el metro o el autobús y no en avión.

Ante estas ideas que atentan contra los derechos de quienes no sean guapos, delgados y de vejiga controlada, muchas asociaciones de consumidores han atacado la política sacaperras de la compañía.

Una de las medidas más criticadas es el recargo por maleta, algo que debería ir incluido ya en la compra del billete. O'Leary señaló que la política de Ryanair es la de no cargar de equipaje los aviones, recordó que no es la única aerolínea que lo hace, y recalcó que tienen "muy pocas quejas" de sus clientes".