AHORA que hemos sabido que la Real Maestranza de Caballería pavimentará parte del callejón de la plaza, iniciativa loable de la junta de gobierno de don Santiago León Domecq, nos hemos acordado de esa madre de baratilleros que siempre aconseja a sus hijos que levanten el cirio al revés mientras el diputado de tramo no lo haya encendido. La parte del pabilo en el cuadril y el tacón hacia arriba. ¿La razón? Evitar las manchas de albero en la túnica, al menos en las primeras horas de la tarde, cuando la luz deja ver todo, desde la cara de niña de la Piedad hasta los lamparones con el color de la tierra de Alcalá en estas túnicas azul Baratillo que tienen un origen que don Otto explica divinamente. La madre sabe que los nazarenos forman en la calle Circo, que tiene el mismo albero que el piso de la plaza, por eso teme a esa espera con los cirios apoyados sobre la tierra de Alcalá. Peor todavía es cuando los Miércoles Santo son pasados por agua y la cera han entrado en contacto con el albero mojado. Hubo un año  que la cofradía pidió prórroga, ¿recuerdan?, y la empresa Pagés dejó que todos los nazarenos se sentaran en las localidades de la plaza. Aquella estampa estaba pidiendo una foto de Jesús Martín Cartaya.

-¿Estamos?

-Estamos, don Jesús.

El albero empezó aquel año a ser un barrizal, que es el efecto que precisamente pretende evitar la Real Maestranza al pavimentar el callejón, para que los matadores y sus cuadrillas no se expongan a riesgos añadidos. Las cofradías y los toros, nunca se olvide, temen por igual a la lluvia. Yo creo que el teniente León ha ideado lo del pavimento en el callejón pensando también en los Miércoles Santo con cielo panza de burra. Para que los tramos de esos años se puedan formar en un callejón sin albero y sin charcos. ¿Cuántos tramos de la cofradía caben en el callejón de la plaza de toros? Estoy viendo ya a tanto baratilleros de pro en el callejón sin los antifaces, como los veo tantos años en la calle Circo. Cómo disfrutaría Trifón en ese anillo privilegiado de la plaza vestido de nazareno de la Piedad. ¿Y Jesús Eguino plenamente recuperado? Qué bonito sería eso de informar en las papeletas: “En caso de riesgo de lluvia, los tramos formarán en el callejón de la plaza de toros de la Real Maestranza”.

Todo lo que afecta al Baratillo, afecta a la plaza de toros, al igual que nada del coso es ajeno a la cofradía. Así es la relación entre dos edificios, entre dos instituciones, entre dos vecinos. Ocurre con San Buenaventura y los franciscanos, como pasa con los Estudiantes y la Universidad, o como sucedía con las Cigarreras y la Fábrica de Tabacos.

Cuando la madre recuerde a sus hijos que levanten el cirio al revés en las primeras calles del recorrido, los niños podrán responder que ya no hay problema, que los cirios no reciben el beso prohibido del albero, porque el teniente León Domecq  ha dejado el callejón como la calle Gracia Fernández Palacios o como Iris, que parecerá una calle más del barrio del Arenal, pero aún más bonita: sin negocios de rótulos estridentes, sin turistas desarrapados y con nazarenos del Baratillo. Sueñen, es gratis.

La tertulia celebrada en el Real Círculo de Labradores

La pregonera, en las tertulias como en casa

La Padilla recogió las pastas al humo de las velas de la Navidad. Y esta semana fue a la tertulia que se reúne en el Real Círculo de Labradores, donde se reencontró con Joaquín Sainz de la Maza y Antonio Piñero, los ex mandatarios del Consejo que primero apostaron por su nombramiento. Charo se siente la mar de a gusto en estos foros, donde se desenvuelve con natural habilidad, pues no dejan de estar integrados por los cofrades que lleva tratando veinte o treinta años en sus resportajes, entrevistas o conexiones en directo.