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Sevilla/La imagen de la Virgen de los Reyes está más segura que nunca gracias a un exoesqueleto de acero inoxidable que inmoviliza la sagrada imagen. Así se consigue reducir el riesgo de movimientos bruscos en los numerosos traslados de los que es objeto la Patrona, así como en la salida anual en la mañana de su festividad.
El artilugio se estrenó en la gran procesión del 15 de agosto, pero entonces no trascendió porque el Cabildo, de suyo un organismo discreto, no pretendió la difusión de esta medida de seguridad en ningún momento. Ahora ya se puede considerar que el exoesqueleto es un éxito. No se olvide que se trata de una talla articulado y, por lo tanto, tiende a moverse al mínimo desplazamiento.
Se ha probado ya tanto en la procesión como en los traslados para el acto de veneración o la subida y la bajada al paso de palio de tumbilla. Es mucho más fácil y seguro mover ahora la imagen, cosa que agradecen los responsables de la conservación de la Catedral (Jaime Navarro y Ana Isabel Gamero), las hermanas de la Cruz, encargadas de vestir la imagen como camareras de la Patrona, y los miembros de la asociación de fieles que cuida del culto a la Virgen todo el año.
La antigüedad de la talla, imagen gótica del siglo XIII, aconseja estar siempre atentos a cualquier aspecto relacionado con su conservación. La imagen tiene una altura de 1,74 metros de altura. Su ajuar, formado fundamentales por donaciones de reyes y devotos anónimos, constituye un vasto patrimonio que se usa y renueva con mucha frecuencia. Por eso es habitual que la imagen sea trasladada y manipulada, de ahí la importancia de que todas estas maniobras se hagan con la mayor facilidad y la máxima garantía.
La Patrona tiene su propio plan de conservación a cargo de la responsable de conservación del patrimonio mueble. La experta Ana Isabel Gamero enfoca siempre esta tarea con criterios preventivos, tal como se ha concebido la estructura externa que inmoviliza todas las partes articuladas para asegurar una rigidez que protege la talla. Gracias a este sistema, todos los movimientos para la manipulación, cambios de ajuar, etcétera, resultan mucho más fáciles y evitan cualquier riesgo.
El exoesqueleto de acero inoxidable está forrado con tejidos acolchados de algodón para preservarlo de factores de deterioro y dispone a su vez de los elementos necesarios para quedar fijado a la imagen y cumplir su función inmovilizadora. Gracias a esta estructura, cada movimiento del cambio de la imagen de la Virgen al baldaquino, a la silla para el besamanos o la veneración o su traslado y subida al paso procesional, se realiza de manera más segura y garantizando la ausencia de las pequeñas incidencias que surgían anteriormente al la imagen articulada movimientos.
El Cabildo dispuso justo antes de la pandemia de un informe preciso sobre el estado de conservación de la imagen de la Patrona y del Niño Jesús. Fue realizado por los especialistas David Arquillo Avilés, profesor titular en conservación y Restauración de Bienes Culturales, y Francisco Arquillo Torres, catedrático de Conservación y Restauración de obras de arte y profesor emérito. El informe era fruto del seguimiento periódico aprobado por la actual conservadora de la Catedral,Ana Isabel Gamero.
Pasado un tiempo se consideró oportuno realizar una propuesta de intervención que, como siempre, asegure la correcta conservación de una imagen del siglo XIII. Los expertos propusieron una limpieza superficial, la reparación de los daños que presentaba la policromía del rostro causados por la manipulación en los cambios de ajuar y traslados (el efecto, por ejemplo, de los alfileres), la sustitución de la malla-redecilla que recoge el cabello por una nueva, la reparación de una grieta aparecida en el lateral derecho de la nariz, la retirada del carmín de las manos y la reintegrar cromáticamente de la madera vista mediante una veladura que atenúe el color intenso de las partes desgastadas, pero dejándolo traslucir igual que se hizo en la intervención de mantenimiento seguida en 2015, y la aplicación de una película protectora en los dedos para reducir el desgaste futuro en caso de que se retome la tradición del besamanos.
Con respecto al Niño Jesús, el informe propuso la limpieza superficial, la reparación de los pequeños daños que presentaba la policromía de la cara y las manos y su consolidación. Todas estas intervenciones se han llevado a acabo con éxito y se ha planteado la necesidad de realizar un seguimiento anual de las imágenes para garantizar su correcta conservación y evitar así un deterioro progresivo.
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