Álex Corretja | Ex tenista

"Ser pelota es ridículo"

Álex Corretja.

Álex Corretja. / M. G.

Álex Corretja (Barcelona, 1974) es una de las voces habituales de las narraciones tenísticas en televisión, tanto en Eurosport como en TVE. Como jugador ganó una Copa Masters, se llevó el título los Masters Series de Roma e Indian Wells, y 14 torneos más de primer nivel. Perdió dos finales de Roland Garros. Fue capitán español de la Copa Davis. Y da conferencias motivacionales para empresas. Fue uno de los invitados del Marca Sport Weekend organizado en Sevilla.

–Agassi admitía en su biografía que odiaba el tenis. ¿Usted llegó a ese punto?

–No, me entristeció leerlo porque siempre he amado el tenis. Con 10 años soñaba con ser tenista. Me llamó la atención que para él fuera todo lo contrario, pero aprendí que hay diferentes caminos para llegar al éxito.

–Le ganó finales de torneos ATP a cinco números uno del mundo. ¿Se acuerda de todos?

–Agassi, Moyà... espere que piense. Ferrero. Déjeme tiempo. Marcelo Ríos.

–Una pista. Fue en Suiza.

–Ah, Becker.

–No se prodigó mucho en dobles, pese a lo cual ganó la Davis y una medalla olímpica por parejas.

–Siempre fui de jugar en equipo. Tampoco era un jugador muy potente, sino más táctico, por eso empleaba mi resistencia y fuerza para el individual y el dobles sólo lo jugaba de vez en cuando.

–El estatismo prevalece en la cima del tenis masculino desde hace 20 años y en el femenino te despistas y en unas semanas no conoces a la mitad. ¿Las chicas son más guerreras?

–Ha coincidido una época inaudita en chicos. Lo de las chicas tiene más sentido porque el nivel de exigencia es tan alto que mantener el compromiso y la efectividad es casi imposible. Lo de Djokovic, Federer y Nadal ha sido un milagro de la naturaleza.

–Federer, Nadal y Djokovic: 60 Grand Slam. ¡Qué mala pata han tenido sus rivales!

–Pues sí, hay jugadores que podrían haber ganado alguno, pero ellos lo han copado todo; encima cada uno destacaba en una superficie. Ha sido mala suerte, aunque también los ha obligado a mejorar.

–¿Quién ha sido el jugador más fiestero?

–No diré nombres, está feo. He conocido a muchos y con los años entendí que tenían parte de razón. Yo me quedaba hecho polvo tras perder y veía a compañeros que salían. Al retirarme yo ya podía salir y veía a jugadores en una discoteca tras perder la semifinal de Roland Garros; ¿cómo puede ser, tendría que estar deprimido en la habitación? Pero con el tiempo piensas que igual no estaban tan equivocados y ser exigente está muy bien, pero ser repelente no vale la pena. Hay que encontrar un equilibrio.

–Cuando perdió las dos finales en París no tendría muchas ganas de jarana.

–La de Moyà sí la celebré. Con la de Kuerten me deprimí bastante tiempo y es la única derrota de mi vida que, 20 años después, aún me jode un rato, la verdad.

–¿Ser capitán de la Copa Davis es el trabajo más cómodo del mundo?

–¡Qué va! Para nada.

–Algunos creen que se elige a cuatro y a correr.

–Por esa regla de tres el seleccionador de fútbol o el de baloncesto sería lo mismo. Ahora la Davis es una semana al año, antes era de febrero a septiembre y había un seguimiento más selectivo. Ser capitán español es complejo porque hay muchas opciones, eso es bueno, pero dejar a gente fuera es difícil, sobre todo si no juega Nadal.

–¿Qué motiva a Nadal para seguir tras una vida llena de sacrificios?

–Ama el tenis por encima de todo, lo ha mamado, le inculcaron sus valores, educación, respeto, perseverancia... Es el que mejor lo lleva al extremo porque es el único tío del mundo que jamás se ha quejado en una pista de tenis. Eso me parece insólito.

"A Nadal lo echaremos muchísimo de menos; por suerte con Alcaraz atisbamos brotes verdes"

–¿Qué será de nosotros cuando se jubile?

–Será una etapa muy dura. Por suerte atisbamos brotes verdes con Carlos Alcaraz, pero no lo quiero comparar. Lo echaremos muchísimo de menos. Yo he comentado sus partidos, sus finales, sus entrevistas… A mí Nadal me ha dado mucho. He tenido la gran suerte de que lo que he hecho en la tele se ha visto agrandadísimo porque Rafa era uno de los protagonistas. Le debo mucho.

–Alcaraz tiene una pintaza, pero piano piano, ¿no?

–Piano piano total. Compararlo no vale la pena, pero sí nos podemos ilusionar. Va a ser un jugadorazo.

–Ferrer se convirtió en figura cuando aprendió a canalizar sus enfados. ¿Todo está en la mente?

–Es un combo. Si no tienes tenis, técnica y físico, no sirve para nada. Pero con esas cualidades y sin cabeza, estás muerto, igual que en la vida. El tenis es una trituradora psicológica constante.

–Me recuerda al golf.

–Es parecido, aunque en el golf tienes más tiempo para pensar y necesitas menos el físico.

–¿El tenis es la única actividad del mundo donde el peloteo no garantiza el éxito?

–El peloteo en el tenis puede dar muy buenos resultados, pero quizás no tanto como en la vida. Es bueno ser educado, pero ser pelota es ridículo. Además, cuando son muy pelotas hacia ti es empalagoso, baboso, no gusta.

–Siendo un jugador surgido de la tierra, ¿cómo explica que sus hitos fueran en pistas cubiertas y rápidas?

–No tenía mucha fuerza ni potencia ni medía 1,90 ni reventaba la pelota, la pista dura me ayudaba a suplir mis debilidades en tierra.

–Yerno perfecto, marido perfecto, padre perfecto. ¿Es el Federer español?

–Ojalá. Soy un afortunado. Disfruto de cada momento; cuanto mayor me hago, más aún. Mi vida es un regalo constante.

–En las distancias cortas, ¿se queda con Nadal, Federer o Djokovic?

–Con los tres, cada uno tiene algo especial. Son únicos y con ellos aprendes todo el tiempo. Tienen una mente privilegiada, algo que a los demás nos falta.

–Vi el otro día una foto suya del principio de su carrera y me pregunté: ¿está más pasado de moda el revés a una mano o ese tupé?

–Pufff, el tupé lo llevaba encantado. Ahora casi no tengo pelo por arriba, pero lo llevo con dignidad. Cuando me dicen que me vaya a Turquía, digo que me da absolutamente igual.

–Somos tíos de entradas...

–Usted tiene pelo, no se queje.

–¿Y el revés a una mano?

–Hay que tener mucho talento. Y más hoy porque se juega muy rápido.

–Comenta en Eurosport y en TVE. Es como trabajar en la Ser y en la Cope...

–Soy un afortunado.

–¿Cómo se consigue eso?

–Siendo natural y hablando claro con todos. No son rivales porque no coinciden en los torneos.

–Desmienta que Manolo Poyán, compañero de Eurosport, lleva más años en la tele que Jordi Hurtado.

–A la par. Son dos mitos de la televisión, dos referentes.

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