AMPARANOIA | CANTANTE

Amparanoia: "Cuando empecé habría llenado cinco veces el Wizink Center"

Amparanoia (Alcalá la Real, Jaén, 1969).

Amparanoia (Alcalá la Real, Jaén, 1969). / SALVA MUSTÉ

Amparo Sánchez -conocida por todos como Amparanoia- fue un icono de los 90 por su música mestiza y rebelde plagada de mensajes comprometidos. Casi 30 años después de haber lanzado su primer disco, El poder de Machín, vuelve a la carga con Fan fan fanfarria. Un trabajo en el que incorpora nuevas canciones y las combina con clásicos como Buen Rollito (Welcome to Tijuana) o Que te den, a los que ha dado una vuelta para incorporar sonidos electrónicos. Además de una gira nacional, está inmersa en la preparación del festival Granada 100% Mujer -con cabezas de cartel como María Pelae o Tribade- los próximos 9 y 10 de marzo en la ciudad de la Alhambra. 

-En este nuevo álbum recupera muchos de sus clásicos. ¿Por qué ha decidido devolverlos ahora al imaginario colectivo?

-Con esta nueva propuesta hay una revisión de los temas clásicos de Amparanoia porque, después de casi tres décadas, puedo asegurar que la gente en un concierto quiere escuchar determinadas canciones sí o sí. Por ello, hemos dado una vuelta a cómo se han escuchado hasta ahora y hemos aportado un nuevo formato electrónico junto a la charanga de Artistas del Gremio. Siguen siendo los temas de siempre, pero los hemos vestido de otra manera. Es como traer Amparonia al 2024.

-Incorpora nuevos temas como La balanza en el que hace un recorrido por su carrera. ¿Llenar el Wizink es una espinita clavada? 

-No. Hay también mucha ironía. Estoy muy agradecida de ser el tipo de artista que soy. Popular y amada por el público, pero también independiente y autogestionada. Siendo tan atípica, me siento feliz por tocar en sitios pequeños y enormes. Con el Wizink hay esa broma, porque cuando empecé en 1997 habría hecho cinco fechas. No sé si llenaré este recinto algún día pero, en cualquier caso, me siento muy orgullosa de mi carrera.

-Algo está pasando está cargada de denuncias. ¿Qué temas cree que son importantes reivindicar? 

-Las letras salen en momentos en los que hay una necesidad de expresión. Reflejan cuestiones e injusticias que me duelen y que podrían ser resueltas de una manera colectiva. Estamos olvidando la lucha de los que estuvieron antes que nosotros para que tengamos unos privilegios y también tenemos que pensar en los que vienen detrás. El tema ecológico es fundamental, pero también la desigualdad económica o la avaricia de las multinacionales. Como hay que poner el cuerpo en algún lado, me decanto por el cese de la violencia hacia las mujeres o la visibilidad de las profesionales en el mundo de la música.

-En Fan fan fanfarria han trasladado a Goran Bregović a un bar clandestino de Granada. ¿Cómo surge esta idea?

-Ya hice una primera versión de Tu ausencia y, en su día, pedí permiso a Goran para hacer una adaptación con la letra que yo quería escribir en castellano y arreglándola a mi manera. Ahí quedó esa canción con la que disfrutamos mucho en el directo, tenía ganas de recuperarla y pensé que hacer una introducción muy balcánica que luego rompiera con drum and bass me parecía una mezcla muy poderosa. Estoy muy contenta con esta versión actualizada, cuyo videoclip hemos grabado en Industrial Copera en Granada.

-El año pasado publicó la obra La abuela Margarita, mágica y cósmica, en la que homenajea a esta artista mexicana. ¿Por qué a ella?

-El libro es una homenaje a ella en concreto, pero también a todas las abuelas y a la sabiduría de las señoras mayores. Conocí a La Abuela Margarita gracias a su canto y empezamos una colaboración en mi canción Alma de cantaora, en la que incluí su voz. Después ella me pidió que le produjese el álbum Corazón de niña. Falleció hace tres años y, antes de irse, me dijo que me quedara el álbum en mi sello discográfico y me encomendó que su voz siguiera escuchándose. Teniendo en cuenta esta misión, se me ocurrió hacer un libro con ilustraciones y con las letras de sus canciones. Relato cómo la conocí hasta llegar a su despedida.

-También está detrás del festival Granada 100% Mujer. ¿Estaba harta de que ellos fueran los cabezas de cartel?

-Pues sí. El motivo de crear este evento es la desigualdad que podemos apreciar todas las personas sensibles que nos hemos puesto las gafas del feminismo. Vemos año tras año cómo nuestros compañeros hombres ocupan un tanto por ciento muy elevado de los carteles y este festival nace como denuncia de nuestra situación. Desde artistas hasta el equipo técnico. Queremos poner en valor que hay mucho talento, que las mujeres tenemos proyectos apasionantes y que puede existir un día al año en el que el 100% sea femenino.

-¿Qué novedades trae esta tercera edición?

-Es la primera vez que tendremos dos días. En el cartel habrá figuras como María Pelae, Maruja Limón o Marina Carmona con otras que están empezando a despuntar como Bewis de la Rosa, Tribade o La Furia. Ofrecemos una variedad musical muy extensa compuesta por nombres conocidos con otros que están por descubrir. 

-Usted fue un fenómeno de masas durante los 90. ¿Cómo ve a las artistas que están ahora en la cima?

-Me da mucha alegría que haya más mujeres que nunca en el panorama y con ofertas muy diferentes. Canciones como Que te den o Me lo hago sola estuvieron censuradas en mi época, porque estaba diciendo algo muy fuerte. Hoy en día eso ni nos lo planteamos. Además, muchas se reivindican como feministas y es algo muy importante para la sociedad. Por descargar al hombre y por poner a la mujer en su lugar. Hay grandes creadoras que están muy preparadas. Veo muchas esperanzas en el futuro. 

-Además tiene tiempo libre para sacar adelante un sello musical. ¿Cómo compagina todo? 

-Es cuestión de tener las ideas muy claras, gestionar el tiempo y rodearte de un buen equipo. Vamos solucionando los problemillas y celebrando los triunfos. Dirigir un sello ha evolucionado. En principio iba a ser algo para mí. Luego se abrió a otra artistas. Ahora nos estamos centrando en desarrollar sus carreras. Vamos evolucionando y aprendiendo. Hacer un festival son muchos meses de trabajo voluntario. Pero hay tanta ilusión al prepararlo y cuando se convierte en una realidad que te motiva. 

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