Maestro de Primaria, la formación siempre fue una vocación para Javier Gobea Llamas (Sevilla, 1977). Primero se especializó en formación ambiental y después en informática, una materia que pasó de ser una afición a abrirle puertas laborales -trabajó 11 años como externo en la Junta de Andalucía en distintos departamentos- hasta crear su propio negocio de formación on line, Hormigas en la nube. Está implicado en denunciar el fraude al alumno de quienes usan sólo técnicas de mercadotecnia digital sin ofrecer un contenido real de aprendizaje.

-¿Usted ayuda a descubrir cuando una formación on line es fraudulenta?

-Puedo ayudar a dar unas claves. Sí, es correcto

"Debería haber algún tipo de certificación que avale que hay contenido de valor para el alumno "

-¿Cómo?

-El problema que nos encontramos es que los emprendedores digitales queremos vender. Y para eso existen unas técnicas de marketing, más concretamente de neuromarketing, que atacan directamente a nuestro cerebro reptiliano, que es el que toma nuestras decisiones más básicas. Eso lo están aprovechando algunos gurús del emprendimiento para apelar a sus sentimientos y venderles sus formaciones. Realmente todo eso es lícito. Nosotros como empresa utilizamos el marketing y no hay ningún problema. El fraude viene cuando el formador deja de ser honesto y transparente y no tiene una trayectoria que avale lo que esa persona está vendiendo.

-¿Usa esa técnicas?

-Sí, nosotros las usamos por ejemplo para vender la escuela de sherpas tecnológicos, pero desde el primer vídeo gratuito, suelen ser cuatro, decimos que lo que vendemos es una formación. Mucha gente, que se venden como gurús, se aprovecha de esas técnicas para no decirte nada y sólo jugar con las emociones y los dolores de las personas.

-¿A quién se dirigen?

-En el mundo hispano a millones de personas que viven en muchos países, no sólo España, en los que hay paro, conflictos políticos. Quien hace fraude juega con los dolores e inquietudes de esas personas y al final no te entrega lo que te está proponiendo en esa fase de venta.

-¿Ahí está el fraude, no?

-Claro. Hay quien hace todo ese recorrido de marketingpero luego te vende una formación que funciona, enseña. Pues estupendo. Pero cuando detrás no hay nada, para mí es totalmente un fraude.

-¿Cómo puede detectar una persona si la formación que le ha interesado es fraudulenta o no?

-El problema está en que cuando entras en la fase de entrenamientos gratuitos atacan a nuestros instintos más básicos, con lo cual es muy difícil salirse. Pero como consumidores debemos de seguir siendo críticos e investigando qué es lo que te están vendiendo. Hemos de ser conscientes de que están jugando con tus emociones e investigar si esa persona tiene una empresa legal en un sitio con una regulación que nos protege, como España o EEUU, pero no en paraísos fiscales. Que tiene unos años de trayectoria con un blog o un movimiento en redes sociales durante años que demuestra que lo que nos va a enseñar ya lo está aplicando con éxito.

-¿O una trayectoria profesional de éxito previa?

-Claro. O una formación, porque si nos están hablando de mejorar nuestra autoestima, detrás debería haber unos estudios de Psicología, no sólo que tú has sido capaz de reinventarte. O de que pudiste hacerlo tomando las riendas de tu vida. Eso puede que le funcionase a él, pero si no hay detrás una formación detrás para mí hay un fraude.

-¿Es un fraude que mueve mucho dinero?

-La formación on line mueve 350 millones de dólares al día. En España hay formaciones que facturan en los 15 días que dura un lanzamiento hasta tres millones de euros. Y no digo que todas sean fraudulentas. Pero cuando lo son mueven un volumen grande de dinero, que pueden ser millones de euros, y de muchísimas personas atrapadas en él. Hay formaciones de 50 euros, pero también de 2.000 ó 3.000 euros que te están prometiendo que vas a ganar dinero fácilmente, que vas a trabajar cuatro horas a la semana, que vas a vivir viajando sin ningún problema.

-¿Dinero fácil, sin esfuerzo, ya debería ser un síntoma de que algo falla, no?

-Claro. Antes de meternos en ese entrenamiento debemos ser lo suficientemente inteligentes para saber que nadie puede prometernos ganar dinero fácilmente sin trabajar. Nosotros en nuestra escuela lo primero que decimos es que trabajarás duro. Yo empecé trabajando 12 ó 14 horas al día y ahora sigo echando mis 8 horas diarias y para ganar 2.000 ó 3.000 euros al mes. A mí me parece un planazo, pero no vas a ser rico. Yo no lo soy. No tiene sentido. Hay desconfiar de quien muestra una vida de lujos, porque esos lujos se pueden alquilar para hacer la publicidad para facturar. Son mensajes que deberían hacer saltar las alertas.

-¿Hay riesgo de demonizar la formación on line?

-La formación on line es una gran oportunidad de emprendimiento y para aprender y mejorar la vida de quien la recibe, con cosas que muchas veces no enseña ni la universidad. Pero donde hay un boom surgen estafadores y tenemos que saber detectarlos.

-¿Falta regulación?

-Sí, debería existir normativa o una agencia para certificar las formaciones on line, no para homologar una titulación, sino para avalar que hay contenido de valor para el alumno.