"Mi madre me enseñó que había que morirse viva"
Luisa Gavasa, actriz
Ganó un Goya en 2017 por la película La novia, de Paula Ortiz, una adaptación libre de Bodas de sangre. Fue entonces cuando el gran público descubrió a Luisa Gavasa (Zaragoza, 1951), pese a décadas de teatro. El año pasado participó en la gran sensación de la temporada, Campeones, de Javier Fesser, y ahora está a punto de estrenar su presencia estelar en la serie La reina del sur. Aunque fue hace dos años cuando ella se redescubrió a sí misma en los escenarios con la chainson, de lo que prepara un disco. Días atrás estuvo en Huelva para celebrar 40 años de ayuntamientos democráticos.
-En alguna ocasión ha dicho que le gustaría interpretar a una madura que se liga a un tío de 40.
-Claro que sí. Yo soy una mujer madura y sé que lo soy, pero me niego a pensar que por tener 68 años he dejado de ser una mujer atractiva o que no puedo interesar a un hombre más joven.
-Hace unos años habría sido un escándalo. ¿Y ahora?
-Hace unos años era impensable. Ahora tenemos que seguir creciendo mucho en esta sociedad y seguir cambiando. Esto es así y no hay quien lo pare. Y tampoco a las maduras.
-¿Tiene mucho de qué liberarse todavía la mujer?
-Las mujeres tenemos mucho de qué liberarnos o los hombres tienen mucho que aprender. Es la duda.
-¿Y cuál es el camino para conseguir una cosa u otra?
-No sé qué más hay que hacer. En mi oficio, teóricamente, estamos en igualdad pero no es así. Y las actrices, por supuesto, a partir de los 40 desaparecemos del audiovisual. A mis años se supone que estoy para hacer de abuela -y soy abuela y estoy orgullosísima de serlo- pero me niego a que sea ese el rol que me adjudiquen. Mi madre me enseñó que había que morirse viva y estoy en ello.
-¿Dónde estaba Luisa Gavasa hace 40 años, en los albores de la democracia?
-Ya tenía una carrera y media terminada y era actriz profesional. Yo era independiente y vivía sola pero todavía había mujeres que no podían comprar un piso o abrir una cuenta corriente sin permiso de su marido; y no podías irte a un hotel con un señor sin enseñar el Libro de Familia. Y si eras actriz, eras puta, y si eras actor, maricón. A eso nos enfrentábamos en los 70. Por suerte, tuve unos padres que me educaron con libertad absoluta y así he educado a mi hijo.
-Así debió ser menor el impacto en casa al anunciar que quería ser actriz...
-Ya había terminado Filología Inglesa y mi padre me sugirió que podía matricularme en Periodismo en Madrid. Cuando le dije que iba a ser actriz profesional fue la primera vez que le ví llorar con una amargura tremenda, asustado. Y le dije: "Papá, si me equivoco en la vida por obedecerte, no te lo perdonaré nunca; deja que me equivoque por mí". Al día siguiente, mis padres me contestaron: "Es tu vida, llévala adelante como quieras. Te vamos a apoyar siempre. Te queremos". Cuando me dieron el Goya sentí todo aquello que hablé con mis padres y me habría gustado que se hubieran asomado, un minutico siquiera, y que les pudiera llegar la energía de esa noche, que era mi amor y mi gratitud hacia ellos por haberme dejado ser quien yo quería ser.
-El primer papel protagonista en el cine le llegó ya con 60 años.
-Era una espinita que tenía pero vengo del teatro y he hecho muchos protagonistas, también en televisión. Soy actriz, y para mí trabajar en esto es ser feliz; es lo que me gustaba, lo que me gusta ser y lo que seguiré siendo hasta que me muera. Nunca lo he vivido con frustración. Gusta que te reconozcan, y tengo muchos premios maravillosos, pero siempre he sido una tía muy feliz, muy agradecida a la vida, y lo sigo siendo.
-¿Ha habido un antes y un después de La novia?
-Ya lo creo. Antes no me conocía nadie en el cine. Ha sido un plus para mi carrera.
-Ahora se estrena su participación en La reina del sur, gran producción de Netflix.
-Ha sido una experiencia maravillosa, estoy contentísima. Me ha servido para muchas cosas. He podido conocer a gente muy interesante en Colombia y valorar todo lo que se hace allí, con buenísimos profesionales y buenísima gente. Netflix es tremendo.
-¿Qué supone formar parte del universo Campeones?
-Un regalo de la vida. Cuando me hice actriz profesional dí clases también en un colegio de enseñanza especializada y trabajaba con niños discapacitados. Fue una de las grandes experiencias de mi vida. Ese mundo ya lo tenía incorporado desde los 26 años pero Campeones me ha abierto la puerta a la comedia como actriz y se lo agradeceré siempre a Javier Fesser porque pensaba que iba a ser lorquiana de por vida, siempre de Bernarda Alba.
-¿Quizá Campeones ha sido un regalo para todos?
-Lo que hace Campeones es abrir la mirada, otra mirada hacia una sociedad que tiene que aceptar que lo distinto tiene un lugar por derecho. De repente la gente ha conectado; ha sido como un revulsivo y ha arrasado. Llevamos 50 semanas en proyección en Madrid y ya está en chino, en francés, y unos amigos la han visto en Israel y también en Alemania.
-¿Qué hace una filóloga inglesa cantando en francés?
-[Risas] Si soy sincera, no lo voy a entender nunca. No es normal que no sepa ni una sola canción en inglés y, sin embargo, siempre quise cantar en francés. Y la vida, tan generosa, me lo puso en bandeja en Huelva: Marcos Gualda me puso en contacto con su tío Jolís y mi sueño se hizo realidad hace dos años, el 14 de abril, con canciones de Édith Piaf. Me hizo feliz porque cantar te conecta con el universo, con el gozo, y a una edad en la que muchas mujeres, con 66 años, creen que la vida se les ha terminado. Para mí empezó una nueva etapa.
-También ha salido y entrado mucho en prisión.
-Esa es otra de las experiencias hermosas de mi vida durante casi tres años, en Navalcarnero, haciendo talleres de poesía con presos. La ONG que lo organizaba desapareció y allí acabó todo pero guardo momentos de mucha emoción.
-¿Alguna otra vocación tardía por descubrir?
-Me ha faltado otra vida para bailar. Me ha alcanzado ésta para poder cantar, ¡pero no me va a dar para el baile!
También te puede interesar
Paola Hermosín | Guitarrista y compositora
“Mario Escudero componía muchas de las obras que tocaba Sabicas”
Francisco Trujillo | Presidente de la Asociación de Chiringuitos de la Costa Tropical
“Si hay un temporal grande, cerramos y rezamos”
Lo último