"El cristianismo y el marxismo no han fracasado porque no se han puesto en práctica"

Javier Ronchel

08 de junio 2012 - 01:00

-Hace un mes le concedieron el Premio Reina Sofía de poesía y ahora le otorgan el doctorado honoris causa en Huelva. ¿Le gustan los premios y distinciones?

-No. Ningún homenaje me gusta. Tengo que soportarlos aunque tampoco son muchos. Casi no he tenido premios nunca. El Reina Sofía es sólo el segundo premio internacional de poesía que tengo.

-Para el Nobel ha sido varias veces candidato.

-Así me han dicho, sí.

-¿Lo echa en falta?

-Sería muy incómodo. Ya tengo bastante popularidad, que me supone mucha incomodidad en mi vida. El Nobel sería inaguantable. Sólo me gustaría por el dinero que dan, para darlo a los pobres.

-Dicen que su poesía es indefinible. ¿Qué cree?

-Mi poesía es muy variada porque escribo sobre toda clase de temas. El estilo no varía pero los temas sí. Tengo mucha poesía de juventud, de amor a las muchachas, y después, de amor a Dios, tras una conversión. Después tengo poesía política, poesía revolucionaria, también documental, histórica, crónica... De todo. Lo que caracteriza a mi poesía es que es tan variada como la prosa. En la prosa se puede escribir de todo. Mi poesía también trata de todo.

-Usted la califica a menudo como revolucionaria.

-Es parte de mi poesía el tema político, social y revolucionario. Pero también tengo poesía mística, histórica y científica; de temas del universo, de cosmología, de ciencia. He escrito de todo.

-¿Por qué le inspira tanto la ciencia?

-La ciencia nos descubre todos los misterios del universo. Cada vez nos descubre más cosas de la creación. El libro científico sobre el universo para mí es también como una oración. Me revela también al creador de todo esto y me acerca mucho a Dios. Hay un científico inglés, un biólogo, que dice que la ciencia conduce más a Dios que la religión, y yo así lo creo.

-¿Hay que hacer más asequible la poesía para todos los públicos?

-Para mí es importante que la poesía se entienda. Trato de hacerlo. Hago un gran esfuerzo para que la poesía sea comprensible.

-Usted que la vivió de primera mano, cuéntenos qué queda de la revolución sandinista.

-Nada. Hay una dictadura familiar, de Daniel Ortega, su mujer y sus hijos. Y una gran corrupción con la que se están enriqueciendo increíblemente.

-¿Le duele que haya acabado todo así?

-Claro que sí. Fue lo más importante de mi vida esa revolución que tuvimos, muy bella, la más bella que ha habido.

-¿Sigue sufriendo Iberoamérica?

-Bueno, hay de todo. También hay revoluciones muy bellas. Yo estuve con todas ellas pero en Nicaragua la perdimos. El tercer tomo de mis memorias se llama La revolución perdida porque ya no hay revolución en Nicaragua, hay en otros países.

-¿Es necesaria una nueva revolución?

-En Nicaragua y en el mundo entero. La revolución debe ser mundial. Y revolución quiere decir reino de Dios en la tierra.

-En el contexto actual, ¿se hacen ahora más necesarias que nunca?

-Han hecho falta siempre, desde que ha habido explotación e injusticias en el mundo. O sea, desde que hay civilización.

-Los países árabes, España y el 15-M, México en la actualidad... ¿Los jóvenes están recuperando el espíritu?

-Eso ha sido siempre. La revolución es de toda la historia de la humanidad. Los profetas de la Biblia, ¿qué son si no? Dan el mensaje de cambio, denuncian injusticias y anuncian un reino nuevo.

-¿Quizá es necesario profundizar más?

-Naturalmente. Además, las revoluciones fracasan y hay que volverlas a hacer.

-¿Ahora el mayor autoritarismo es el que marcan los mercados?

-Pues sí. Hay más injusticias ahora de las que ha habido jamás en el mundo.

-¿Está fracasando el capitalismo?

-Naturalmente que está fracasando. Es un suicidio el capitalismo. Continuar en él sería el suicidio del planeta.

-¿El marxismo tiene más motivos que nunca?

-Para mí sí. Yo creo en el marxismo aunque todavía no se ha logrado. Pero lo mismo pasa con el cristianismo. Chesterton, el escritor humorista inglés católico, decía que el cristianismo no ha fracasado porque no se ha puesto en práctica nunca. Lo mismo se puede decir del marxismo; no ha fracasado porque no se ha puesto en práctica. Igual el comunismo que el cristianismo.

-¿Qué mensaje lanza ante el caos actual?

-Que otro mundo es posible. Y agregaría que otro mundo es necesario. Y junto con el obispo Casaldáliga de Brasil, diría también que otra Iglesia es posible.

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