Premio 'European Awards in Medicine' en Medicina Intensiva

María del Mar Luque: "La UCI me ha enseñado que el tiempo sin amar es tiempo perdido"

La especialista en Medicina Intensiva, María del Mar Luque.

La especialista en Medicina Intensiva, María del Mar Luque. / M. G.

La doctora María del Mar Luque es una médica especialista en Medicina Intensiva, Medicina Regenerativa y experta universitaria en Genética Médica. Trabaja en la UCI del Hospital Clínico Virgen de la Victoria pero, como ella misma se define, no es una intensivista "convencional". Dice que "nunca deja pasar un tren" y, fruto de esa inquietud, compagina su actividad clínica con el cargo de responsable de relaciones con los inversores, dentro de la red de negocios Smart Meeting, lo que le permite prestar a los inversores proyectos para levantar fondos en el campo de la Medicina y la Biotecnología. Apuesta por la Inteligencia Artificial que, en su opinión, "nunca" sustituirá al médico.

- Premio European Awards in Medicine 2022 en Medicina Intensiva. ¿Qué supone para usted este reconocimiento?

Es el reconocimiento a muchas horas de esfuerzo y sacrificio. Cuando se premia a alguien, la atención se centra en el logro y casi nada en el camino recorrido hasta llegar ahí. En mi caso muchas horas de estudio, de hospital, de correr por los pasillos, de noches enteras en vela, de luchar contra la muerte, de compartir, de acompañar, de sostener miradas… de salvar una vida o de sostener la mano de otra que irremediablemente se pierde.. Siento que también es importante para que se conozca y se ponga en valor lo que la especialidad de Medicina Intensiva aporta a la sanidad y a los pacientes. Hasta que el Covid llegó a nuestras vidas, éramos los grandes desconocidos.

– Es un galardón europeo que premia el esfuerzo, la determinación y la creatividad. ¿Qué tiene de estas virtudes?

–No sé si son virtudes o, más bien, de ser tan intensos, defectos. Lo que sé es que nunca tuve freno para dedicarme a lo que he querido. Nunca vi el límite o la dificultad. He invertido tiempo y esfuerzo en aprender nuevas técnicas, adquirir habilidades y conocimientos que pudieran mejorar la atención a mis pacientes y dar respuesta a situaciones que la medicina convencional no llega a entender ni tratar por ello me he formado en Medicina Tradicional China, Acupuntura, Medicina Ortomolecular, Integrativa, Medicina Antiaging, Genética o incluso Medicina Estética. Mi vocación es ayudar, resolver problemas. Soy una solucionadora.

–¿Por qué eligió Medicina Intensiva?

–Mi vocación por ayudar a los demás viene conmigo desde que puedo recordar. Creo queesto, junto a un deseo insaciable de aprender y comprender, fue lo que me llevó a estudiar medicina. Y elegí esta especialidad porque entendí que era la más completa, la más exigente, la que me daba la oportunidad de hacer realidad el deseo de ayudar, de salvar vidas.

–¿Ha cumplido sus expectativas como especialidad a la que ha dedicado su vida?

–Y con creces. He crecido y he aprendido mucho de de todos mis pacientes y de sus seres queridos. He aprendido que no siempre la vida es la mejor opción, que cuando la muerte lenta acecha, es mejor abrazarla y calmar el sufrimiento, quitar el dolor, dignificar y acompañar en el ocaso. En la mirada vacía de la madre que perdió a su hijo en aquel accidente de tráfico, aprendí que todo puede cambiar en un segundo, que no sabemos cuándo y que el tiempo sin amar es tiempo perdido. Que mantener la calma y pensar con claridad te da la mayor ventaja en la batalla. Que la esperanza se mantiene a pesar de todo y que muchas veces triunfa. Que la adversidad saca lo mejor de las personas, a veces también lo peor. He visto gente corriente hacerse grande y gente grande hacerse pequeña. He visto a personas valientes, apretando los dientes y casi sin poder respirar, ahogadas por el llanto, levantar la cabeza y seguir luchando. He visto el miedo, la fe, la alegría, el dolor, la rabia, el amor incondicional, la fortaleza, la confianza, la complicidad, la ilusión, la vida. He visto la muerte, a veces trágica, a veces liberadora. He llorado y he reído a partes iguales. He ganado y he perdido. Pero siempre lo he hecho con pasión, poniéndole todo mi amor, todo mi conocimiento.

–¿Cree que ha tocado techo?

–En medicina nunca se toca techo. Siempre hay algo por descubrir, algo en lo que mejorar. Los médicos, siempre formándonos, siempre estudiando, siempre con el afán de ser mejores para dar lo mejor de nosotros mismos a nuestros pacientes. Muchas cosas maravillosas están por llegar. Enfermedades que ahora nos ganan la batalla, mañana serán asignaturas aprobadas como ha pasado a lo largo de nuestra historia. Patologías mortales que hoy día se tratan y se superan o se cronifican como nos pasó con el SIDA.

–¿Cuál es el contexto actual de la Inteligencia Artificial aplicada a la Medicina?

–Es una realidad que está ya funcionando y ayudando en muchos procesos. Quizá donde más aplicación tiene sea en diagnóstico de imagen, pero ya se postula en la predicción de la aparición de enfermedades, la medicina personalizada, las decisiones terapéuticas… incluso en UCI ya disponemos de monitorización guiada por IA, que predice la aparición de hipotensión en pacientes críticos, ayudándonos a iniciar el tratamiento de forma mucho más precoz y en consecuencia más efectiva.

–¿Cómo influirá en la formación del médico en los próximos años cuando esté más implantada?

–Muchísimo. Se está convirtiendo en una aliada importante, una herramienta fundamental, que tendrá que ser tomada en cuenta en la valoración de los pacientes, en el diagnóstico y en el tratamiento. Nos hará mucho mas eficientes y mas eficaces. Los estudiantes de medicina aprenderán a trabajar con ella. La Inteligencia Artificial en Medicina, al igual que en otros campos de la ciencia, ha venido para quedarse. A mi me apasiona.

–¿Cree que puede existir un cierto recelo a la sustitución del médico por la máquina?

–Sin ninguna duda. Los médicos somos muy reacios a admitir cambios tan revolucionarios y tan rápidos. Sobre todo cuando vienen desde fuera del mundo de la medicina. Pero hemos de saber, que en ningún caso la “máquina” puede sustituir al médico. En mi opinión, la IA nos ofrece una ayuda inestimable para ahorrar tiempo y desocupar al médico de tareas mecánicas, repetitivas, que nos impiden dedicar la atención a lo que es verdaderamente importante, nuestros pacientes.  La IA nos hará ganar tiempo para poder escuchar mejor, mirar a los ojos, tocar, empatizar, entender el problema, la enfermedad y decidir en mucho menos tiempo, cual será el tratamiento más adecuado y con mayor probabilidad de éxito. Nunca nos sustituirá. Nos ayudará a ser mejores.

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