Romuald Fons | El rey de SEO

"Al mercado le importan una mierda tus sueños"

Romuald Fons.

Romuald Fons. / M. G.

Romuald Fons (Barcelona, 1977) es una de las referencias mundiales del marketing digital. Se sitúa en los primeros puestos de los rankings del sector. Su agencia BigSeo, fundada en 2015, está especializada en posicionamiento de empresas en Google (SEO) y su canal de Youtube (Crecetube) es de los más seguidos en la red. Forbes lo situó en 2021 entre los 100 mejores influencers del mundo. Con Planeta se embarca ahora en la aventura editorial y publica Crece y hazte rico. 51 leyes para atraer el éxito y el dinero.

–¿Por qué se llama a sí mismo "el rey del SEO"?

–Por Dalí. Hace tiempo vi una entrevista que le hicieron en una televisión americana. Había escrito Diario de un genio. Y el presentador se sorprendía porque Dalí se llamaba a sí mismo genio. "Si no me lo digo yo, quién me lo va a decir", afirmaba.

–Buena reflexión.

–Cuando vi esa entrevista, me dije: "¡Qué cabrón el Dalí, qué buen marketer! Si él es un genio, pues yo a partir de ahora voy a ser el rey del SEO. Hice un vídeo y lo posicioné con el rey del SEO". Y la gente ya me llama así.

–¿Es más listo que el algoritmo?

–No, nadie es más listo que el algoritmo, porque un algoritmo no tiene que ser listo. Google es una red neuronal. Son cientos de algoritmos que están haciendo A/B testing, es decir, prueban dos cosas y ven cuál de las dos está funcionando mejor. Se hacen muchísimos a la vez y no hay cerebro capaz de procesarlo. Esas redes neuronales encuentran los patrones en la sociedad que consiguen que nos enganchen delante de la pantalla. Es lo que pasa con Tik Tok o cualquier red social.

–Ha escrito Crece y hazte rico. 51 leyes para atraer el éxito y el dinero, pero luego le leo: "No creas todo dice este libro". Touché.

–Lo que quiero indicar no es que lo que esté en el libro sea mentira, sino que hay que despertar el espíritu crítico. Lo que a mí me ha permitido llegar donde estoy es poner en crisis todo lo que me llegaba. Prefiero que no me crean, a que me crean a pies juntillas.

–¿Su trabajo es hacer prueba-error continuamente?

–Básicamente, los principios son sencillos. Al final, ¿qué es lo que quiere Google? Darle al usuario lo que quiere encontrar. Punto. Ahí es donde está su negocio. Si hay otro buscador que le da al usuario lo que quiere, Google dejará de ser utilizado, como le pasó a Altavista. Si vas en esa dirección es cuando las cosas funcionan.

"Le pagué 25.000 dólares al Lobo de Wall Street por una hora suya y no es tanto, hay gente que cobra más"

–¿Y si no?

–El problema es que tradicionalmente el SEO se ha basado en intentar engañar al algoritmo, cuando los SEO no tenemos que engañar a un algoritmo o modificar lo que piensa un algoritmo de nuestra web o vídeos. Hay que pensar en el usuario, hackear a ese usuario. Debemos crear contenidos que respondan a lo que quiere ese usuario, y también ver el copywriting, cómo le hablas a esa persona, cómo la persuades...

–¿Cuál es su secreto?

–Desde el inicio, lo que he hecho es centrarme en las bases. Esos principios son muy sencillos, pero después hay mucha casuística: hay programación, escritura, optimizaciones... Hay reglas, no repetir, saber lo que la gente busca, cómo lo busca, cuándo lo busca... Ése es el trabajo de un SEO. Y una sola persona ya no lo puede hacer bien.

–Es decir que...

–Hace falta un equipo de gente especializada. Por ejemplo, yo de programación ando cojo. Nosotros en la agencia lo que hacemos es crear un grupo para cada cliente. No le asignamos un SEO como se hacía antes, sino que analizamos su caso, vemos dónde va a tener un mayor retorno. En el SEO no hay recetas del éxito.

–¿A la hora de montar una empresa lo primero que tengo que fichar es a un buen SEO o sacar el CIF?

–Si quiere montar una empresa lo primero que tiene que saber es de qué y cómo montarla. Muchos se lanzan a montar una empresa de lo que ellos quieren y ése es uno de los caminos más rápidos para pegarte una hostia. Es decir, lo que tú quieras hacer no importa, lo que importa es lo que necesita el mercado. Yo esa hostia me la pegué dos veces.

–Pero ahora le va bien.

–Muchas veces la gente replica productos o servicios que ya no tienen demanda porque ya está suplida esa necesidad de mercado. Eso lo pone muy difícil.

–Si ya lo hay...

–¡Claro! La gente se obceca porque nos han vendido tanto que tenemos que perseguir nuestro sueño que al final nos lo hemos creído. Al mercado le importa una mierda lo que tú quieras, tus sueños. El mercado es mucho más cruel que todo eso.

"Vengo de arruinarme dos veces y ahora sé que podría volver al punto donde estoy ahora. Sé lo que hay que hacer, tengo esa certeza"

–¿Por qué quiere que seamos millonarios?

–Realmente, no quiero que nadie sea nada. El libro nace de un interés personal. Soy un empresario con un canal de Youtube o un empresario que tiene una relevancia a nivel mediático. De entrada, hay un interés y hacerlo con Planeta es entrar por la puerta grande.

–Eso está claro.

–Pero después hay una parte que me recompensa. El hecho de que las cosas que he aprendido sirvan para otras personas me hace sentir pleno. Y, además, y eso tiene que ver con las leyes del éxito: cuando tú tienes un conocimiento, ¡transmítelo! Si no lo haces tú, lo va a hacer otro y se llevará el mérito. Cuando ayudas a mucha gente, te vuelve multiplicado por mucho. Ayuda a miles y gana millones.

–He leído que gana mucho: 20.000 euros la hora. Pero si fracasa, ¿cuánto pierde?

–Hay que entender que no es cada hora. Yo no digo que todas mis horas gane ese dinero. Un caso muy sencillo.

–Venga.

–Una empresa tiene una página de ventas con la que factura 5 millones al año. La analizo y encuentro los puntos débiles de mejora. Sólo con que modifique un 1% ya esa empresa facturará 500.000 euros más al año. Claro, esa empresa te paga 20.000 euros y te da un abrazo y lo que quieras.

–Pues sí.

–Eso lo aprendí cuando hablé con el Lobo de Wall Street. A Jordan Belfort le pagué 25.000 dólares por una hora suya. El mayor aprendizaje que saqué de esa hora es que se puede cobrar eso por tu tiempo. Y no es tanto. Hay gente que cobra mucho más y tiene todo el sentido del mundo por el impacto que tienen.

–¿Pero y si fracasa?

–Mientras más tienes, más riesgos tienes que asumir. Vengo de arruinarme dos veces y ahora sé que podría volver al punto donde estoy ahora. Sé lo que hay que hacer, tengo esa certeza. No tengo miedo de arriesgar.

–¿Es valiente?

–Sí, es otra ley del éxito.

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