“Debería haber mejores maneras de gestionar las giras”

Entrevista a Beret

El cantante Beret.
El cantante Beret. / M. G.

Francisco Javier Álvarez Beret (Sevilla, 1996) es un hombre de pocas palabras, pero en los versos de sus canciones ya lo transmite todo. Dice tener muchos referentes musicales, pero por su sensibilidad ha creado un estilo que ya es referente de muchos. Entre ellos personalidades tan dispares como la de Omar Montes, artistas que no dudan en sumarse a su canto urbano, cargado de sentimiento, que representa sobre todo a Fran, no solo a Beret.

-¿Cómo considera que es su estilo musical?

–Después de mi último disco Resiliencia, en el que he hecho un poco de todo –balada, rumba, reggaeton, cantautor...– mi etiqueta me la pone más la letra que las formas. Me caracterizan más mis versos. La gente ha podido escucharme con diferentes estilos.

–¿Cuáles son sus referencias musicales?

–De pequeño escuchaba a Sabina, a Drexler, a Andrés Suárez, SFDK... mis referentes son muy diversos, de ahí precisamente viene mi amor por lo urbano y por la música de cantautor.

–¿Qué es para usted la música urbana y qué quiere decir a través de ella?

–Yo comencé siendo muy, muy fan del rap. Hay muchísimo contenido, muchísima letra, un mensaje muy necesario. Me parece precioso que nos alegre el día y que siempre esté ahí.

–¿En qué se diferencia su música del resto?

–Creo que por la naturalidad y por la capacidad de la gente de ver sus propias historias dentro de las mías. Busco la debilidad de una forma tan directa y tan concreta que mucha gente se observa a sí misma con mis canciones.

"Busco la debilidad de forma tan directa que mucha gente se observa a sí misma con mis canciones”

–¿Con qué se siente más cómodo?

–Con lo último me siento superbien, creo que es lo más real que he hecho nunca. Me siento supercómodo, porque todo aquello que quería hacer lo he hecho.

–¿Considera que es su mejor trabajo hasta la fecha?

–Sí, sin duda. Comparado con Prisma es mucho mejor, sobre todo a la hora de transmitir con canciones que hablan más de mí. En Resiliencia se puede conocer a Fran más que nunca.

–¿Beret sería Beret sin redes sociales?

–Sería mucho más complicado transmitir mi música y hacerla viajar tanto sin redes. He tenido la suerte de poder vivir en esta época en la que se puede viajar con la música sin estar físicamente allí. Sería Beret, sí, pero tardaría muchísimo más.

–Entonces, ¿lo más importante es ser viral?

–Lo importante es hacer buena música, independientemente de las circunstancias. Si sacas buena música, da igual las ventajas o desventajas, tu música va a hablar de ti y por ti, va a hablar bien de ti, porque realmente es mejor una buena composición que un papel de regalo que envuelva algo que no gusta.

–Ahora se critica que las músicas pegadizas estén por encima de lo que se cuente con ellas. Usted reivindica mucho sus letras, ¿se siente señalado?

–A mi gente le gusta más lo que digo que cómo lo digo. Obviamente, si solo hiciese versos no sería música. Las formas son importantes, a veces transmiten más que las letras, pero en mi caso, lo que me caracteriza, es que se quedan por mis versos.

–La apología del machismo en algunas letras de hoy está muy cuestionada. ¿Qué opina de esto?

–Hay de todo. Hay canciones con mucho contenido, pero lo que me pone más contento es que no se pare de hacer música. La gente prueba estilos, no existen límites y eso es lo bonito. Antes las colaboraciones eran más limitadas, no colaboraba todo el mundo con todo el mundo. Yo veo la música ahora en uno de sus mejores momentos. Observo que hay gente joven que está petándolo. Es muy importante que los artistas muevan a la propia música.

–¿Es más difícil llegar a otros sectores de edad?

–No. Hace unos años ya cambió mi música. En un concierto mío puedes ver a toda la familia. Al principio sí que venía la gente joven, pero ahora vienen todos.

–¿Qué se está haciendo mal y qué bien?

–Se hace muy bien que hay mucha diversidad musical y existe la posibilidad de que todo sea posible. Cualquier artista que esté en otra categoría puede colaborar con su opuesto. Lo bonito es eso. Gracias a las redes sociales se puede hacer viral a un artista que se lo curra y que es un descubrimiento. Y se está haciendo mal, o no del todo bien, que hay tantísima música y tanto que hacer después de la pandemia que hay un poco de sobreexplotación en las giras. Debería haber mejores maneras de gestionarlo.

–¿Luego esa saturación que dice que hay ahora puede estar condicionando el mercado?

–Hay saturación no a la hora de componer sino con los festivales y todo eso. Creo que nos estamos pisando un poco unos a otros, pero lo veo en parte natural.

–¿Cómo le afectó profesionalmente la pandemia?

–Me ha servido para componer, para hacer retrospección y hablar conmigo mismo. Me ha venido bien pararme para ver lo que estaba haciendo, adónde iba y lo que había hecho. Me ha servido para Resiliencia, que es producto de la pandemia.

–Las colaboraciones se están convirtiendo en una práctica habitual. ¿Por qué las hacen? ¿Se están demandando mucho?

–No las hago por nada en concreto. Han surgido solas. Las hago para salir de mi zona de confort, me gusta ver cómo de una amistad nace una canción. Si hay una amistad siempre hay un punto en común.

–¿No es una cuestión económica el cantar con voces tan reconocidas y que acarrean éxitos casi seguros?

–Yo, quitando egos, ya sueno en radio sin tener que colaborar con nadie. Tengo la suerte de poder estar bien ubicado por mi música. Cada vez que hago una colaboración es porque quiero, porque me gusta. Es verdad que indirectamente voy a sonar mucho, pero mis colaboraciones son naturales. A veces lo hago con artistas que no son conocidos.

–¿Hay mucho ego en la música actual?

–No sé si soy ególatra. Yo soy yo. Nunca me lo han llamado, pero creo que tampoco es malo como autoestima.

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