"Me preocupa que el joven magrebí no confíe en el futuro"

Jorge Aguadé Bofill

Aguadé es uno de los grandes conocedores españoles de la realidad del Magreb. Es doctor en Estudios Árabes e Islámicos por la Universidad alemana de Tubinga y por la Universidad Autónoma de Madrid.

Pedro Ingelmo

22 de enero 2011 - 10:24

-Ha vivido mucho tiempo en el Magreb. Ilústrenos.

-He vivido sobre todo en Marruecos y Mauritania, países con sistemas políticos dispares, con economías que compiten entre sí y con conflictos entre ellos. Hubo un intento de crear una Unión del Magreb Árabe pero fracasó por estas razones. Tienen en común la religión, la lengua y, salvo Libia, el haber sido colonias o protectorados franceses.

-Magreb: camellos, jaimas y té. Ese es el tópico.

-En España no se es muy consciente de cómo van evolucionando Argelia, Túnez y Marruecos; en estos tres países hay una clase media bien informada que habla al menos un idioma extranjero y cada vez tolera menos las arbitrariedades del poder. El acceso a internet es fácil y tampoco hay que olvidar el papel que juegan los magrebíes que trabajan en Europa y cada año regresan a casa.

-Ben Ali era amigo de España y Francia.

-Europa ha hecho la vista gorda porque el régimen de Ben Ali luchaba contra el islamismo radical; lo grave de esta ceguera política es que es la corrupción la que fomenta ese radicalismo.

-Lo de Túnez no ha sido una revolución de minarete, sino de redes sociales.

-Los teléfonos móviles e internet sirven para intercambiar mensajes y dar rienda suelta a las frustraciones de los jóvenes, que están muy bien formados, están hartos de corrupción y sufren una tasa de desempleo altísima.

-¿Podemos trazar paralelismos entre la revuelta de Túnez y El Aaiún?

-Sí, en contra de lo que hace creer el Polisario, las causas eran las mismas: desempleo, falta de perspectivas, opresión. No olvidemos que en lugares de Marruecos, como Sidi Ifni, ya hubo revueltas de este tipo.

-¿Tan corrupto Ben Ali como Mohamed VI?

-La familia real de Marruecos es rica hace siglos; los familiares de Ben Ali se han enriquecido descaradamente en pocos años. Se puede comparar la corrupción en la administración de ambos países y que perjudica su desarrollo, pero el sistema político es diferente: en Marruecos los partidos son legales y están representados. Y la prensa en Marruecos, pese a las prohibiciones, lleva años gozando de mucha más libertad que la tunecina.

-¿Podría ser Túnez un punto de partida de un nuevo panarabismo laico?

-El panarabismo fue mera retórica y el laicismo que pregonaba es un tema tabú por ser la bestia negra de los islamistas radicales.

-Argelia, Libia, Egipto... ¿sucederá algo?

-En Egipto se está viviendo una situación parecida a la de Túnez. La sensación de que se asiste al final de la era Mubarak es general. Libia es un caso especial por los grandes ingresos del petróleo y es difícil saber qué pasará allí. En Argelia también es obvio que el sistema se agota, pero el ejército argelino, sumamente corrupto, tiene una larga tradición golpista y cuesta creer que vaya a renunciar a gobernar en la sombra.

-Trabaja con alumnos que vienen de la otra orilla. ¿Qué piensan?

-Me preocupa que muchos jóvenes magrebíes tengan escasa confianza en el futuro de sus países de origen; en general, constato opiniones muy negativas, a veces incluso exageradamente negativas.

-¿Qué papel están jugando los intelectuales?

-Influyen en la opinión pública aunque sólo llegan a una parte de la población. No hay que olvidar que las tasas de analfabetismo todavía son elevadas en la región, pero con internet su influencia irá en aumento en el futuro.

-¿Es determinante la presencia de Al Jazeera?

-Sin duda. Juega un papel importante porque difunde noticias que las cadenas oficiales silencian, tiene buenos contactos y recoge opiniones de la gente de la calle y de la oposición.

-¿No existirá una desconexión en Túnez entre esta juventud rebelde y unos líderes sexagenarios?

-Sucederá lo mismo que en situaciones similares, es decir, serán sustituidos por personas más jóvenes que no hayan estado en el exilio y conozcan mejor la realidad del país.

-Recomiende un libro que nos haga conocer mejor a nuestros vecinos.

-Patio de honor, de Abdelkáder Chaui, publicado por Quorum, una editorial gaditana.

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