“Los romances son ideales para rapear"
Juan José Gallego Tribaldos | Profesor de Lengua y Literatura
Juan José Gallego Tribaldos ha sido durante muchos años profesor de Lengua y Literatura. Ya jubilado, ha empleado gran parte de su tiempo a escribir la Historia de España en romances, desde que nuestro país llevaba el nombre de Iberia hasta la Guerra civil. Juan José, es también licenciado en Filología Hispánica y autor de ‘Ortografía práctica del español’, ‘Ronda para niños’ y ‘Cervantes y Don Quijote’, entre otros ensayos. Ahora quiere terminar su romancero sobre la Historia de España con la época actual.
–¿Cuál ha sido el objetivo al escribir este libro?
–Este romancero que he escrito pretende evocar el pasado de nuestra patria, uno de los más apasionantes y categóricos de la Historia de la Humanidad. Las nuevas generaciones tienen derecho a saber que durante unos doscientos años España pilotó la nave del mundo y tuvo presencia decisoria en todos los continentes. Y si lo saben, hay que recordárselo.
–Ha escrito la ‘Historia de España en verso’. Le recuerdo que hubo un poeta que intentó escribir la ‘Biblia en verso’.
–[Risas] Sí, sé que hubo un poeta que en Granada intentó escribir la Biblia en verso y cuyo manuscrito está en la Abadía del Sacromonte. Menudo compromiso. En lo que respecta a mi proyecto, al menos ya ha sido publicado. Además, no podemos olvidar que más de la mitad de la Historia de España está escrita en verso romanceado por aquellos juglares anónimos de la Edad Media convertidos en los periodistas de la época.
–Ha optado por el romance. ¿No cree que ya está en desuso?
–En absoluto. “El romance es el río de la Lengua Española”, nos dijo Juan Ramón Jiménez. No solo escribieron romances los juglares anónimos de la Edad Media. También los poetas más cultos del Renacimiento y Barroco y, aunque perdió vigencia en el S. XVIII, el Romanticismo lo reactualizó; y no olvidemos su vigencia en la Generación del 27. Es más, el libro de poesía escrito en español más leído y traducido es el Romancero Gitano de Federico García Lorca.
–Su libro comienza con romances sobre los primeros pobladores y finaliza con la Guerra Civil. Le queda la época actual.
–Sí. A la usanza de los antiguos juglares este romancero transita por la fascinante Historia de España desde los primitivos tiempos hasta la Guerra Civil. Finaliza el poemario con estos versos: “Las guerras, siempre las guerras/ a lo largo de los siglos/ y en el ara de su altar/ odio y muerte en sacrificio./ No solo pierden las guerras/ los que en ellas han perdido./ Las guerras las pierden todos,/ vencedores y vencidos”. En estos momentos estoy romanceando la época actual. No sé cuánto tiempo me ocupará ni cuándo pondré el punto final.
–¿Qué etapa de la Historia de España considera que es la más interesante?
–La de los Reyes Católicos y los primeros Austrias. Fueron tiempos que marcaron, no solo la Historia de España, sino la del mundo: Final de la Reconquista, descubrimiento de América, Hispanidad, mestizaje, primera vuelta al mundo, Lepanto, los Países Bajos, la expansión aragonesa por el Mediterráneo, la Edad de Oro literaria, etc.… un acervo histórico y cultural de importancia máxima en la Historia Universal.
–Dedica usted el libro a sus alumnos.
–Durante más de cuarenta años me he dedicado a enseñar Lengua y Literatura Españolas y siempre puse todo mi entusiasmo para que mis alumnos aprendieran romances como procedimiento didáctico, por su facilidad para memorizarlos y para practicar ejercicios de expresión oral y recitación.
–¿Pueden resultar atractivos hoy los romances, en una sociedad dominada por las nuevas tecnologías?
–Por supuesto, siempre que el docente ponga pasión y pedagogía en su transmisión. Los alumnos son grandes receptores si somos capaces de transformar la poesía en una actividad atractiva. Además, como tan acertadamente escribió D. Ramón Menéndez Pidal, “para adentrarse en el alma de España y de los españoles hay que ir al Romancero y al Quijote”.
–Ha intentado que todos los versos sean octosílabos. Me parece una tarea ímproba.
–El ritmo del octosílabo es muy musical, dejando claro que el romance es la forma poética más genuina de la literatura española. Escribir y rimar octosílabos es una tarea apasionante que atrapa al poeta.
–Seguramente los coge un rapero y los añade a su repertorio.
–[Risas] Sí, es posible. No sería mala idea. Los romances son ideales para rapear.
–Hay un claro carácter didáctico en los poemas.
–Su carácter didáctico como vehículo educativo es uno de mis objetivos. La Historia de España debe ser conocida por nuestros alumnos para que la defiendan con cariño, orgullo y dignidad. Su Historia ha de estar siempre viva en la memoria de los españoles.
–¿Desde cuándo España es España?
–Los griegos la llamaron Iberia. Los romanos, Hispania. Pero, a lo largo de los tiempos, también Sphayn, Sefarad, Al-Ándalus, quedando para la Historia el hermoso nombre de España. Para Américo Castro, España surge de la convergencia entre las culturas judía, musulmana y cristiana, por tanto, siglos XV y XVI. Sin embargo, hay otra teoría que defiende su nacimiento ya en tiempos primitivos. Yo no sabría decirle, aunque sintonizo más con la de Américo Castro.
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