Arrimadas: "No nos rendiremos nunca"
Ciudadanos se impregna de liberalismo para desmarcarse del PP y seguir en la brecha política
Ciudadanos se impregnó de liberalismo el pasado fin de semana para dejar claro que no son conservadores como el PP, desmarcándose así de la derecha, al tiempo que avisó de que "no nos rendiremos nunca" y de que mantienen los valores fundacionales de 2006. "Nos vamos a dejar la piel como hemos hecho desde el primer momento", insistió la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en la clausura de la primera Convención política de la formación celebrada en Madrid, donde no se oyó una voz discrepante y tampoco se pronunció el nombre de Albert Rivera.
Ante un escenario en forma de cuadrilátero, muy tecnológico e innovador, con fondos negros pero con una gran pantalla central colgada del techo -similar a las de los grandes partidos de la NBA-, la cúpula mayor de Cs arengó a sus afiliados para recobrar la ilusión y recordar que existe un espacio de centro liberal, que no es el conservadurismo del PP ni la socialdemocracia del PSOE.
"No tiene nada de malo ser conservador ni ser socialdemócrata, pero no tiene nada de liberal ser una cosa u otra", fue la frase más repetida de Arrimadas al tiempo que criticó al bipartidismo que "sólo quiere los votos de la gente del espacio liberal".
Recordando al ex presidente Adolfo Suárez y a los liberales del siglo XIX, los dirigentes de Cs salieron ayer convencidos de que tienen que trabajar por un espacio que no existe en España y que si ganan les hará despegar. "Tenemos todo para despegar pero sólo podremos si el espacio del centro liberal y reformista está fuerte", pidió Arrimadas no sólo a sus afiliados sino también a los votantes decepcionados con el PSOE o a los del PP que no quieren un liberalismo "a trozos". "Aquí encontrarán un proyecto moderno y reformista", señaló en su discurso final que terminó con ovación en pie.
Durante dos días, Cs recordó que son el partido de la política útil, que "adoran" la libertad, pero con igualdad y solidaridad; que son un partido que no obliga a elegir y que tienen una ideología "permeable" para incluir más ciencia e innovación y políticas más verdes. Pero todo bajo el constitucionalismo y contra los nacionalismos tras criticar que el progresismo sea contar con los "mantras separatistas" y reivindicar la bandera española "que representa la unión y la igualdad".
Mesas sobre ecología, economía, libertad, derechos, educación, municipalismo o comunicación protagonizaron intensos debates de los que salieron propuestas que ahora tendrá que analizar el Consejo General de Ciudadanos en su próxima reunión, aunque fuentes de la dirección señalaron que el documento se difundirá con el nuevo curso político.
Muchas de estas propuestas exigen cambiar la legislación, indicó el vicesecretario general, Edmundo Bal, que también afirmó que el cambio de logotipo no ha estado sobre la mesa. "Nuestro nombre estuvo muy bien elegido", zanjó Arrimadas, que por si había duda ha explicado a los asistentes que representa el valor más preciado: el de la ciudadanía "por encima de dogmas ideológicos".
Lo cierto es que en este cónclave los afiliados de base también se preguntaron por la "falta de definición ideológica" y los dirigentes tomaron nota. Eso sí, barones territoriales, como el vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea -una de las voces más críticas con el partido-, o el vicepresidente andaluz, Juan Marín, así como la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, cerraron filas en favor de una formación que ven con futuro.
No se mencionó el transfuguismo ni la frustrada moción de censura al Gobierno del PP en Murcia. Y lo que sí se mostró fue mucho "coaching", liderado sobre todo por Bal, quien transmitió su "felicidad" por pertenecer a Cs: "Es el único partido en el que voy a militar".
La secretaria general de la formación naranja, Marina Bravo, puso en valor esta formación nacida de la sociedad civil y fundada por "valientes" y recalcó que sigue con los mismos valores de 2006 pero "con más fuerza, experiencia y con más aliados". "No podemos permitir que el proyecto reformista colapse ni dejar ganar terreno a los planteamientos populistas y nacionalistas que agravan los problemas", incidió momentos después de que el partido tuviera un brevísimo recuerdo a su fundador, Albert Rivera, que declinó asistir al cónclave.
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