Las hemerotecas se han aliado con Pablo Casado. "¿Ha dormido usted bien esta noche, señor Sánchez? ¿Ha dormido bien después del bochornoso espectáculo que dieron anoche sus socios?" El líder del PP ha recordado los hitos de Pedro Sánchez en la última campaña electoral, cuando argumentó que se convocaban elecciones generales para no pactar con ERC y porque los ministros de Unidas Podemos le hubiesen quitado el sueño. A él y una buena parte de los españoles, añadió el socialista. Pero más allá de un discurso al que le sobraban los argumentos pretéritos, Casado hizo una advertencia al candidato: Si no actúa contra el presidente de la Generalitat, Quim Torra, estará entrando en el terreno de la prevaricación.

El principal escollo de Pedro Sánchez en esta investidura se llama Quim Torra, porque el presidente catalán puede incurrir en una doble desobediencia si se mantiene como presidente de la Generalitat, una vez que ha sido inhabilitado como parlamentario por la Junta Electoral Central. Casado sostiene que, si Torra mantiene esta actitud, deberá declarar en marcha el artículo 155 de la Constitución.

Torra quedará inhabilitado para ejercer el cargo cuando reciba la comunicación de la junta electoral, lo que ocurrirá el próximo martes. A partir de entonces, sus decisiones como presidente autonómico carecerán de validez. El peligro de que el Parlamento catalán no atienda a esta inhabilitación es real, lo que generaría un serio problema legal al propio Pedro Sánchez. Más allá de la crudeza que Casado ha impreso a su parlamento, ha puesto el dedo en la llaga del próximo Gobierno de coalición.

El líder del PP ha acusado al socialista de haber "amnistiado de facto" a los políticos presos "autores materiales" del Procés. "No sabemos a estas horas si tendrá el dedo hacia arriba o hacia abajo, como en un circo romano pero con un césar encarcelado", ha afirmado Casado, en referencia a Oriol Junqueras.

Cargado de argumentos y bajo la presión de la crudeza con la que se puede expresar Vox en esta sesión de investidura, Pablo Casado no ha dejado ningún resquicio al entendimiento con el PSOE. Ninguno. "Su discurso da miedo, hemos escuchado un anticlericalismo guerracivilista nunca oído en esta Cámara", ha indicado el del PP en referencia a los anuncios realizados por Sánchez sobre la Iglesia católica. "Haremos todo lo posible para que la pesadilla en la que nos ha metido dure poco, se ha colocado usted en el dalo equivocado de la Historia", ha añadido al final de un debate construido con hitos lapidarios.

El líder del PP ha anunciado que su formación ayudará al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, a mantener su Gobierno autonómico en el caso de que el PSOE decida romper la coalición con el PRC en esta región, como represalia por el voto en contra del partido cántabro a la reelección del presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez. "Si usted rompe el Gobierno de Revilla por el cambio de voto del PRC, mi partido apoyará para dar estabilidad en Cantabria", ha garantizado. El PSOE, que gobierna con Revilla, ha avisado de que si no rectifica su voto contrario, el pacto se romperá. 

El partido de Revilla ha anunciado su voto contrario al socialista porque el acuerdo con ERC puede salirse del margen constitucional.