El complicado (y doloroso) cálculo de los muertos por coronavirus

En un escenario optimista, en Madrid han fallecido 1.500 personas más por la pandemia que las registradas como oficiales, pero pueden ser cuatro veces más y en Andalucía, hasta el doble de lo comunicado

Médicos en un hospital de Logroño.
Médicos en un hospital de Logroño. / EFE

En España, como repite el ministro de Sanidad, un fallecido por coronavirus es toda persona que de modo previo dio positivo en un test de del virus que provoca la Covid-19. Ése es el criterio que se exige en el registro oficial. Pero cientos, quizás miles, de personas han fallecido desde el mes de marzo sin que se le pudiese realizar un test, bien en las residencias de ancianos sin asistencia médica o en sus casas a la espera de una confirmación analítica de la enfermedad. Pero en España han faltado los test. Por eso y, sobre todo, en los primeros días de la pandemia, la diferencia entre los registrados de modo oficial y los reales es enorme.

A medida que han ido pasando los días, las residencias han pasado a estar bajo control y se han realizado más test, por lo que la cifra que Sanidad suele dar sobre las 12 del mediodía se va pareciendo más a la realidad. Hay algún modo de conocer la cifra real de fallecimientos? Sí, aunque son aproximaciones. Pero los trazos gruesos son reveladores.

En el año 2008, muchos países europeos -entre ellos, España- activó una alerta de mortandad por cualquier causa para conocer el efecto de las olas de calor sobre los fallecimientos. En Francia miles de personas mayores habían muerto en sus casas, solas, muchas más de las habituales, durante un verano en el que París sobrepasó durante varios días los 40 grados. El exceso del verano agravó las patologías previas, provocó desajustes de la temperatura corporal o llevó a una deshidratación que no daba señales previas. Hubo que articular un método para que sirviese de alerta antes causas tan difusas con números tan contundentes.

Desde entonces, la red MoMo vigila en estos países cuáles son los excesos de mortandad. Lo hace tomando como referencia las medias de fallecimientos de los años acumulados, de modo algo va mal si la mortandad se dispara frente a la normalidad. MoMo elabora un índice sobre los riesgos del calor, llamado Kairós, que calcula cada año la probabilidad de excesos de mortalidad. De todas las comunidades autónomas, sólo Galicia es la única que viene presentando un índice preocupante en verano. Del 23%. Es la probabilidad de que se dispare la mortandad.

Y llego la pandemia

La red MoMo en España, que gestiona el Instituto Carlos III, se nutre de las comunicaciones de 3.929 registros civiles y notarías de todo el país. Cubre al 92% de la población, por lo que es posible conocer el exceso de mortalidad que hay estos días y, además, se pueden comparar con la cifra oficial de muertos por coronavirus.

Lo que indican los resultados es que, en efecto, hay un exceso de muertes y que éste es mayor que el registro del Ministerio de Sanidad. Para el caso de toda España y medido hasta el 7 de abril -último día de registro de MoMo-, la diferencia de fallecimientos de los 28 días anteriores respecto a la media es del 56%, 13.954 muertes más que las habituales.

Es una cifra muy parecida a la que el Gobierno ofrecía ese día, aunque en comunidades como Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla y León sí había grandes diferencias. Madrid, por ejemplo, registraba unas 1.500 muertes más que las oficiales por coronavirus y el Ejecutivo de la comunidad autónoma admitía que hasta 3.000 personas habían muerto sin análisis previos en las residencias de ancianos.

Pero Momo también contiene distorsiones. Aunque la publicación sea del 7 de abril -es la última que se puede consultar en la web-, los datos que envían los registros civiles pueden llevar varios días de retraso. En algunas comunidades es excesivo. El modelo hace sus propias correcciones, pero aún así no es exacto. Aun así es posible aproximarse.

El economista sevillano Miguel Pino ha publicado una relación de los multiplicadores estimados sobre las cifras reales, y lo que obtiene es que el exceso de mortalidad es de 2,5 veces mayor en el caso andaluz sobre las contabilización oficial, aunque en los de las dos Castillas se podría multiplicar hasta por 3,8. Eso llevaría a concluir que en Andalucía han muerto 1.200 personas.

En Madrid, el multiplicador es de 2,7. La comunidad más ajustada a la realidad sería Cataluña, la primera que informó de las mortandades masivas.

Hay que apuntar algo sustancial, MoMo no mide las muertes de coronavirus, sino el exceso de fallecimientos durante estas semanas y que podemos adjudicar, en efecto, al coronavirus. En 2017, los fallecimientos por la gripe común fueron en Andalucía de 2.400, 30 muertes por cada 100.000 habitantes y es más que posible que nadie recuerde un año tan malo como 2020.

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