El PSOE, el PP y sus fantasmas
Los socialistas luchan contra la desmovilización de su electorado y movilizan hasta a los consejeros de Griñán, mientras el PP se enfrenta a unas expectativas muy altas en las que dan por ganadas Sevilla y Jaén
DÍA de asueto y de reflexión, una parada a nueve días del 22 de mayo a causa de la tragedia de Lorca. El PSOE y el PP ya tienen sus fantasmas. Los socialistas se enfrenta a un enemigo en estas elecciones: la desmovilización de su electorado tradicional; y el PP, a las buenas expectativas que ha ido cultivando con sus pronósticos y con los sondeos publicados en distintos medios de comunicación. Un escenario para la noche del 22-M donde el PP se quedase fuera de los ayuntamientos de Sevilla y de Jaén, donde ahora gobierna el PSOE con IU, sería una derrota para el líder popular, Javier Arenas, aunque no retrocediera en ninguna de las dos ciudades. Tal es el precio de las expectativas en política. El paradigma de los enemigos a los que se enfrentan los dos partidos mayoritarios es la ciudad de Sevilla, donde se admite sin tapujos que al candidato del PP, Juan Ignacio Zoido, le sobran días de campaña, y al socialista Juan Espadas le faltan votos. Rajoy volverá a pasar por Sevilla el jueves, y Felipe González cierra el viernes en el Cerro, el barrio epicentro de las e-3speranzas socialistas.
La estrategias, puramente, electorales han ganado peso en una campaña donde los partidos no pueden realizar promesas sobre grandes proyectos. En tiempos de recorte, nadie les creería. En los últimos días, el PSOE ha comenzado a movilizar a todos los consejeros de la Junta. Desde el pasado lunes, casi todos están viajando a pueblos y pequeñas ciudades. Los de Gobernación y de Agricultura, Francisco Menacho y Clara Aguilera, estarán hoy en Olvera, el pueblo natal de Javier Arenas, donde gobierna un alcalde de IU gracias a los votos del PP. Menacho también nació en la población gaditana y fue alcalde durante unos años. El consejero de Cultura, Paulino Plata, viaja a Tarifa y la de Bienestar Social, Micaela Navarro, a Camas.
En la sede socialista de la calle San Vicente de Sevilla hay cierto optimismo. La impresión es que el Partido "está movilizado" y que la dirección ha conseguido que el PP no imponga su ideal de convertir las elecciones municipales en unos comicios de corte nacional donde se juzguen las políticas socialistas del Gobierno de Zapatero. Algunos dirigentes consultados coinciden en que el "ambiente" con el que se están encontrando en los pueblos y pequeñas ciudades es bueno y ha ido a mejor con el paso de los días. Al PSOE aún le queda una semana por delante, en el que Rubalcaba, uno de los líderes que más apoyos suscita entre la militancia, esta hoy en Huelva y el sábado en Granada. Y el lunes, Zapatero apoyará al candidato sevillano en un mitin.
Como el PSOE, los populares aprovecharon el día de descanso de ayer para reprogramar actos, aunque Javier Arenas fue uno de los muchos políticos que se desplazaron hasta la ciudad de Lorca. Según informaron desde el PP, Arenas guarda buenas relaciones con el alcalde de la localidad murciana, Francisco Jodar, y con el presidente autónomo, Ramón Luis Valcárcel. Según mantuvo Arenas, "los andaluces compartimos mucho con los murcianos, muchas preocupaciones, muchas ganas de futuro y estos son momentos para estar muy cerca de los que están sufriendo".
Si el PSOE se enfrenta a la desmovilzación en las ciudades, el PP está buscando, claramante, el trasvase de votos a su favor en las poblacionesdel interior, donde pueden producirse cambios de tendecias muy importantes de cara a las elecciones autonómicas. Y no sólo por las alcaldías, Arenas sabe tan bien como el PSOE que el poder de los partidos en las provincias se despliega desde las diputaciones, centros del sustento orgánico.
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