"No tenemos evidencias de que Hezbolá tenga misiles Scud en el sur del Líbano"
El general español asegura que Israel se beneficia de la situación "tranquila, estable y controlada" que vive la región en la que se asientan las tropas de la misión, pues su frontera norte también lo está
El jefe de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano (Finul), el general español Alberto Asarta, aseguró no tener evidencias de que haya misiles Scud en las áreas bajo su responsabilidad del sur del país.
"Lo que puedo decir es que en nuestra zona de responsabilidad, desde el (río) Litani hasta la línea azul, no hay ninguna evidencia de que existan misiles Scud", manifestó Asarta en una entrevista.
"Realizamos unas 10.000 patrullas al mes, entre éstas aproximadamente un 12% con las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL). Si los 11.500 soldados de la Finul, además de unos 6.000 de las FAL no encuentran evidencias, será que no las hay", insistió.
El mes pasado, el presidente de Israel, Simon Peres, acusó a Siria de haber suministrado dichas armas a Hezbolá, lo que el régimen de Damasco rechazó, pero esto no impide que desde entonces haya aumentado la tensión en la región.
El primer ministro libanés, Saad Hariri, emprendió una serie de contactos con los dirigentes europeos, entre ellos con el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, así como con el egipcio, Hosni Mubarak, para abordar este clima de tensión.
"El temor en el Líbano es permanente ya que el país ha conocido muchas guerras", declaró Asarta, pero también insistió en que desde hace tres años y medio, y por primera vez en mucho tiempo, el sur del país vivió libre de incidentes.
"La situación está tranquila, estable y controlada", agregó Asarta, aunque advirtió que el peligro podría venir de gente que trata de "calentar los ánimos".
Esta situación, según el general español, también beneficia a Israel, porque su frontera norte atraviesa una época parecida de tranquilidad. "Están contentos (los israelíes y los libaneses) porque mientras nosotros estamos aquí trabajando, en estrecha colaboración con las Fuerzas Armadas Libanesas, las riendas del caballo están sujetas y el caballo no se va a desbocar", ejemplificó.
El general, vestido con uniforme de combate, dio la entrevista en su despacho de la jefatura de la Finul, entre cuyos adornos hay una capa que le regaló un grupo de toreros.
Asarta asumió la jefatura de la Finul el pasado 28 de enero. En la misión que comanda participan 29 países, que aportan unos 12.500 efectivos. Su principal reto es "mantener el cese de hostilidades", evitando que cualquier incidente menor degenere en algo peor, seguido de "mejorar e incrementar la relación con las FAL", para que, entre otras razones, "vayan teniendo un papel mas importante en el sur del Líbano".
"La clave de un cese de hostilidades total y de unos primeros pasos para una paz final está en las FAL -insistió-. El día que tomen el control del país y la población libanesa tenga plena confianza en sus militares, será un día grande para el Líbano".
Recordó que antes de 2006 no había unidades del Ejército libanés en el sur del país. "Hoy tenemos la suerte de que hay tres brigadas, alrededor de 6.000 soldados que están trabajando en estrecha cooperación con nosotros", agregó el militar español.
Otro de los objetivos que se ha fijado realizar en los dos próximos años es el adecuado marcaje del 80% de la línea azul, porque ello evitaría "muchísimos incidentes". Ésta fue fijada por la ONU para certificar la retirada israelí del sur del Líbano en mayo de 2000, después de 22 años de ocupación.
En lo que se refiere al 20% restante que queda por marcar, la línea "pasa por terrenos en disputa, y que israelíes y libaneses ya expresaron sus reservas en el año 2000".
"No podremos marcarla hasta que haya un acuerdo entre ambas partes", admitió. Pero también recordó que Israel y el Líbano se comprometieron en 2000, cuando la ONU marcó la línea azul, a "respetarla" a pesar de sus reservas.
"La misión de la Finul no es tratar asuntos de litigios entre las partes sobre la tierra, porque éste es un asunto de nivel político, sino, junto con las FAL, hacer respetar la línea azul. La gente tiene que saberlo para que no se confunda".
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