El nuevo obispo de Bilbao llama a "derribar el muro de la violencia"
Algunos de los miembros de la Iglesia vizcaína consideran que el nombramiento de Iceta había sido "impuesto" por la Santa Sede sin haber tenido en cuenta su opinión
El nuevo obispo de Bilbao, Mario Iceta, tomó ayer posesión de su cargo al frente de la diócesis bilbaína apelando a sus fieles a ser "capaces de vivir en unidad" y de "derribar cualquier muro de separación, de odio y violencia" para ser "edificadores de paz".
Iceta tomó posesión como sexto obispo de Bilbao en una ceremonia solemne celebrada en una catedral de Santiago abarrotada de fieles, ante la presencia de una treintena de obispos y arzobispos de otras diócesis del Estado y del nuncio del Vaticano en España, Enzo Fratini.
También asistió en representación del Gobierno vasco su portavoz, Idoia Mendia; el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, y el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, al frente de una delegación del Consistorio.
Tras recibir del nuncio el báculo que le acredita como nuevo obispo de Bilbao, Iceta pronunció una homilía, donde dejó clara su voluntad de ser "servidor de todos" y animó a que "juntos, nos sintamos enviados a trabajar en la viña del Señor".
La llegada de Iceta al frente del Obispado de Bilbao ha estado precedida por la polémica creada en las bases de la Iglesia vizcaína, algunos de cuyos miembros consideraron que su nombramiento había sido "impuesto" sin haber tenido en cuenta su opinión.
"Pidamos al Señor que fortalezca la comunión de nuestra Iglesia, que seamos capaces de vivir en unidad, que es un don del Espíritu, con la riqueza y diversidad de carismas, ministerios y sensibilidades que edifican la comunión", aseguró Iceta.
El nuevo obispo de Bilbao también se refirió en su homilía a la crisis económica actual, que se "ensaña especialmente con los jóvenes, los emigrantes y las personas sumidas dolorosamente en diversos mundos de exclusión" y en especial incidió en el "drama de la soledad".
"Cuántas personas mayores, y a veces no tan mayores, viven solas. La soledad va eclipsando y, en cierto, modo destruyendo a la persona", aseguró el obispo, quien tuvo una mención especial para su antecesor en el cargo, Ricardo Blázquez, actual arzobispo de Valladolid, de quien alabó la "dedicación y entrega" con la que ha presidido durante más de 15 años la diócesis bilbaína.
"Gracias por tu testimonio de fidelidad y amor. Cuando vuelves a Vizcaya sabes que vuelves a tu casa", le dijo Iceta, cuya toma de posesión ha coincidido con el día de la Virgen de Begoña, patrona de Bilbao.
La llegada de la treintena de obispos que acompañaron a Iceta en este día y del Nuncio a la catedral fue saludada con el repique de campanas y un aurresku en su honor.
El mismo sonido de las campanas junto a los aplausos de los numerosos fieles que abarrotaban el templo -algunos de los cuales siguieron el acto a través de una pantalla gigante habilitada en el pórtico- acompañaron el momento en el que el obispo recibía el báculo y la mitra.
La música corrió a cargo del organista de la catedral y el coro de la Universidad del País Vasco.
En las primeras filas y arropando a Iceta destacó la presencia de su madre, junto a una representación de la corporación municipal de Gernika, lugar en el que nació el 21 de marzo de 1965.
Iceta fue nombrado prelado auxiliar de la diócesis de Bilbao el 5 de febrero de 2008, ordenado obispo el 12 de abril de 2008, administrador apostólico desde el 19 de abril de 2010 y nombrado obispo de Bilbao el pasado 24 de agosto.
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