21 Aniversario de la muerte de Diana de Gales

Diana de Gales sólo hay una

  • Han pasado 21 años de su muerte y ninguna 'royal' ha logrado alcanzar su fama y fervor popular

Cualquiera recuerda qué estaba haciendo cuando el 31 de agosto de 1997 conoció la trágica muerte de Lady Di, la 'princesa del pueblo', la 'reina de corazones', un icono popular y social que caló hondo en el pueblo británico y en el mundo entero. Ninguna royal ha logrado ocupar su lugar 21 años después de su desaparición; las que más se acercan al cariño de la gente y el seguimiento de los medios son sus dos nueras, la duquesa de Cambridge y de Sussex, condenadas a ser eternamente comparadas con ella. Divorciada desde hacía un año del príncipe Carlos, la princesa Diana, de 36 años, y su nuevo amor, el productor de cine egipcio Dodi Al Fayed, fueron perseguidos durante todo el verano en el Mediterráneo por los paparazzi.

El 30 de agosto la pareja llegó por la tarde a París. Después de comer en el Ritz, en la plaza Vendôme , intentaron salir discretamente cerca de la medianoche en un Mercedes. Perseguidos por fotógrafos que se desplazaban en moto, el potente automóvil entró a toda velocidad en un túnel y se estrelló contra un pilar de cemento. A Diana la sacaron los bomberos del Mercedes destrozado. Dodi Al Fayed y el chófer, que según la investigación tenía un nivel elevado de alcohol en sangre, murieron en el acto. El guardaespaldas quedó gravemente herido.

El embajador de Francia fue el encargado de llamar por teléfono a la reina en Balmoral, Escocia, donde el duque de Edimburgo, el príncipe Carlos y sus hijos, los príncipes Guillermo, de 15 años y Enrique, de 12, pasaban el verano.

El Reino Unido se despertó el día 31 de duelo. Bajo un cielo gris, cientos de londinenses, acongojados, comenzaron a depositar flores frente a los palacios de Buckingham y Kensington, la residencia de la princesa. Emocionado, el joven primer ministro laborista Tony Blair rindió homenaje a la 'princesa del pueblo'. El presidente norteamericano Bill Clinton dijo estar "profundamente entristecido". En India, la madre Teresa rezó por Lady Di. Michael Jackson, "consternado", anuló un concierto que tenía previsto en Bélgica.

La prensa popular elevó a Diana al rango de icono. "Nació lady. Luego fue nuestra princesa. La muerte hizo de ella una santa", escribió el Daily Mirror. En el palacio de Saint-James, donde descansan sus restos, había que hacer hasta once horas de cola para acceder a los registros de condolencias.

Aunque hay pruebas que lo demuestran, él niega haber maltratado a su ex mujer

La organización de los funerales fue un rompecabezas. Desde su divorcio, Lady Di ya no tenía derecho al título de alteza real ni a funerales nacionales. Pero los británicos reclamaban un homenaje a la altura de su 'reina de corazones'. El descontento de la opinión pública fue creciendo a medida que se prolongaba el silencio de la familia real, que continuó atrincherada en Balmoral. Los diarios, furiosos ante la ausencia de una bandera a media asta en el palacio de Buckingham, reclamaron a la reina que se dirigiera a sus súbditos. "La familia real nos ha abandonado", sentenció The Sun. "Si los Windsor no aprenden la lección, no solo van a enterrar a Diana, sino también su porvenir", advirtió The Guardian. Según un sondeo publicado en aquellos días, uno de cada cuatro británicos se declaraba a favor de la abolición de la monarquía.Isabel II se resignó a rendir homenaje a la ex nuera en un mensaje televisado -el segundo en 45 años de reinado-, antes de inclinarse públicamente ante su féretro. "Era un ser humano excepcional y dotado. En tiempos buenos o malos nunca perdió la capacidad para reír, sonreír e inspirar a otros con su calidez y bondad. La admiraba y la respetaba, por su energía y compromiso con los demás y, especialmente, por su devoción a sus hijos. Esta semana todos hemos estado tratando de ayudar a los príncipes a aceptar la devastadora pérdida que ellos y el resto de nosotros hemos sufrido", dijo.

En su boda con el príncipe Carlos, con un vestido de novia icono de moda de los 80. En su boda con el príncipe Carlos, con un vestido de novia icono de moda de los 80.

En su boda con el príncipe Carlos, con un vestido de novia icono de moda de los 80.

Al día siguiente, cerca de un millón de personas acompañaron el cortejo fúnebre en medio de un pesado silencio, apenas interrumpido por los llantos y el sonido de las campanas. Rompiendo con todos los protocolos, la soberana y su marido, el duque de Edimburgo, se unieron sorpresivamente a la multitud que se agolpaba frente a Buckingham. Un poco antes, el príncipe de Gales y sus dos hijos habían hecho lo mismo en Kensington. El diario The Sun tituló: "Finalmente, la reina hace lo que corresponde". Cabizbajos, los dos príncipes huérfanos caminaron detrás del féretro, ante la mirada de dos millones y medio de espectadores. En la abadía de Westminster, 2000 invitados, entre ellos Hillary Clinton, Tony Blair, Luciano Pavarotti, Margaret Thatcher y Tom Cruise, asistieron a la ceremonia. Elton John interpretó el tema Candle in the wind, cuya letra había reescrito especialmente par rendir homenaje a Diana. Por la tarde, la princesa fue enterrada en la intimidad en Althorp, al noroeste de Londres. Moría la mujer, y nació la leyenda.

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