Un verano con niños puede ser una pesadilla en la que el protagonista es un renacuajo rebelde que no deja descansar a sus padres, pero también puede ser una época maravillosa si se elige bien el destino. Un parque natural, una zona con rutas para los más pequeños o incluso un hotel con animaciones encaminadas a su diversión pueden ser la respuesta perfecta a la difícil pregunta: ¿Cómo se compagina tener hijos y querer irse de vacaciones?

Una de las mejores opciones para hacer que los niños tengan un viaje memorable es llevarlos a un parque de atracciones, y si tiene atracciones de agua mejor que mejor. Así, los parques acuáticos como Aqualand Torremolinos o el Parque Acuático de Mijas resultarán perfectos para divertirse huyendo del calor, y los clásicos como Isla Mágica en Sevilla o Tivoli World en Benalmádena (Málaga) harán las delicias de los pequeños y grandes con atracciones de todos los niveles.

Otra opción es ponerse en movimiento acercándose a la naturaleza, y en eso Andalucía es una de las joyas de la corona. La Reserva Safari de El Castillo de las Guardas en Sevilla ofrece un recorrido de varios kilómetros en tren donde descubrir la flora y fauna de la Sierra Norte de Sevilla, y el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche (Huelva) ofrece una amplia red de senderos (nada menos que 600 Kilómetros) para explorar el paisaje onubense.

También está a disposición de los viajeros aventureros el Parque Natural Cabo de Gata, en Almería, que es el primer parque marítimo-terrestre de Andalucía y, por tanto, un entorno único. Además de pasar días agradables en las playas, dispone de un centro de buceo y actividades náuticas en diferentes embarcaciones, por lo que combina tranquilidad y aventura, ideal para el verano.

Para los amantes de los animales, no hay nada mejor que pasear por Selwo Aventura (Estepona) o Lobo Park (Antequera), donde la cercanía con los animales es asombrosa. Aquellos que prefieran verlos desde un lugar más convencional puede optar por pasar una tarde agradable en el zoo, para lo que resulta idónea la ciudad de Jerez, que alberga el zoológico más popular.

Si lo que buscan los padres es adaptar a los niños a unas felices y tranquilas vacaciones en la playa, lo más conveniente es buscar un hotel con animación e informarse con antelación de cuáles son los que tienen las mejores piscinas, porque en ellas se disputan gymkanas, partidos de waterpolo y multitud de actividades para que los niños jueguen mientras los padres se relajan en la tumbona.

Otra opción para pasar un verano con niños es el camping. Pasar unos días en una tienda de campaña puede ser un suplicio, sobre todo para aquellos con fobia a los insectos o a los que no les gusta el campo. Sin embargo, para los niños es una oportunidad perfecta para sentir que están en contacto con la tierra y para olvidarse del protocolo de los hoteles. Además, casi todos los campings están equipados con pistas para realizar diferentes deportes y piscinas. Si además se sitúa cerca de la playa...¡voilá! La tienda de campaña tampoco tiene por qué ser un problema, porque casi todos los campings disponen de bungalows. Existen muchos recintos de este tipo en Andalucía, desde la semi paradisiaca Caños de Meca en Cádiz hasta Las Lomas, en plena Sierra Nevada (Granada).