Iker Casillas y Sara Carbonero formaban una de las parejas más atractivas del panorama nacional. Futbolista y periodista deportiva, guapos y con dos hijos. Mayo de 2019 supuso un antes y un después en la vida del ahora ex matrimonio. A principios de ese mes, el ex portero sufrió un infarto durante el entrenamiento con su equipo, el Oporto. Unos pocos días después, el 21, la periodista anunciaba que había sido intervenida de un tumor maligno en el ovario y que tendría que someterse a un tratamiento contra el cáncer. La idílica apariencia de felicidad se venía abajo por los problemas de salud, pero nada hacía presagiar que este último viernes, casi dos años después de aquel fatídico mayo, anunciarían su ruptura después de más de una década y dos hijos en común.

Sara e Iker, en la foto con la que confirmaron su separación en redes sociales.
La historia de amor de Sara e Iker hizo historia -valga la redundancia- durante el Mundial de Sudáfrica, donde España se alzó con el ansiado trofeo allá en 2010. Por aquel entonces, no habían confirmado su noviazgo, aunque ya llevaban unos meses saliendo. La prensa acusó al portero de La Roja de estar descentrado por ella, pero él lo remedió con un beso que hizo oficial su amor. El gesto fue aplaudido por millones de españoles, e incluso por los actuales Reyes, Don Felipe y Doña Letizia, en plena euforia futbolera patriótica. En cuestión de días se convirtieron en una de las parejas más mediáticas de la crónica social de nuestro país, aunque ellos siempre apostaron por la discreción.

El beso de la victoria en la final del Mundial de Sudáfrica.
Comenzaron una vida juntos y en 2014 sellaron su amor con el nacimiento de su primer hijo, Martín. Dos años más tarde, en 2016, llegaba al mundo Lucas.

La ex pareja con sus hijos, Martín y Lucas.
Una vez Casillas terminó su etapa en el Real Madrid, el 11 de julio de 2015 se confirmó que sería el nuevo portero del F.C. Oporto. Sara dejó su trabajo como periodista deportiva en Mediaset e hizo las maletas para marcharse con su marido. Entre Madrid y Portugal han estado cerca de cinco años, para así cumplir con sus compromisos profesionales. Tras ese tiempo, Casillas y Carbonero volvieron a Madrid, no sin antes pasar por el periodo más amargo de sus vidas debido al infarto de él y el cáncer de ella.

Sara sonríe al ver a Iker saludando a las cámaras al salir del hospital tras sufrir un infarto.
Lejos de unirles, los problemas de salud aparecieron cuando el matrimonio ya estaba en crisis. El periodista Gustavo González, quien entrevistó a Iker cuando aún vivían en Oporto, le confesó off the record que vivían en la misma casa pero en plantas separadas, por el bien de sus hijos. Al llegar a Madrid, la situación no ha cambiado demasiado. Ella se instaló en una mansión de una exclusiva urbanización de las afueras, y él en otra similar a tan sólo unos metros. Entran y salen por separado, pero siempre con sus hijos.
Este mismo periodista, el que ha comentado que la separación viene de lejos aunque hasta ahora haya pasado desapercibida, señala que al ex portero le veremos pronto con una nueva pareja, pues tiene una "nueva ilusión". "A Sara le costará algo más de tiempo", señala.
Dicen los que le rodean que se siguen queriendo pero que el amor romántico acabó y no han podido hacer nada por recuperarlo. Eso sí, viven volcados en su faceta de orgullosos papás.
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