Los vestidos que no te puedes perder en la gala de Eurovisión
Moda y festival
Esta 66 edición de Eurovisión deja 'looks',para el olvido la mayoría, y poco atisbo de elegancia. Demasiado 'brilli brilli' y extravagancia para el festival
La moda es a Eurovisión lo que un vídeo a una canción: su carta de presentación. La puesta en escena, el ambiente que se crea sobre el escenario y, fundamentalmente, el vestuario, juegan un papel fundamental a la hora de montar un gran espectáculo. Ojo a los vestidos de esta noche. Es un juego añadido a lo que sucede musicalmente.
Chanel lo sabe; de ahí el mono de lycra, con torera a juego y 50.000 cristales Swarovsky pensado por el cordobés Alejandro Palomo –de Palomo Spain– para que en cuanto apareciera la representante española sobre el escenario se reconociera su origen. Pero enseñó más piel de lo necesario, pues Chanel ya es puro espectáculo con tan sólo verla cantar y bailar.
Mucha Alta Costura y también diseños esperpénticos. S10 –nombre artístico de Stien den Hollander–, la representante de Países Bajos, es una de las mejor vestidas de esta noche con un elegante diseño de la firma Viktor & Rolf.
También la candidata de Lituania, Monika Liu, puede dar una lección de estilo y sobriedad que otros muchos podrían haberse aplicado. Con su corte a tazón y ese vestido de lentejuelas desprende glamour desde el escenario.
La representante de Grecia, Amanda Georgiadi Tenfjord, apuesta por el diseño nacional de su país y, en concreto, por la creadora Celia Kritharioti, quien ideó para ella un modelo demasiado sencillo y tapado.
Subwoolfer, los misteriosos lobos que representaron a Noruega, tienen uno número esperado. Ataviados como lobos de color amarillo elegantemente vestidos con sendos esmoquin y pajaritas, y un astronauta DJ, el dúo artístico se hace llamar Keith&Jim y llamán la atención por sus indumentarias, más que por la música.
Sheldon Riley, icono LGTBI+ en su país, Australia, y gran enamorado de la moda no va a defraudar tampoco con un espectacular modelo del francés Alin Le’ Kal. Aunque lo cierto es que su gusto por la moda le lleva a veces incluso a confeccionarse él mismo su vestuario.
Las bromas sobre Citi Zeni, representantes de Letonia, y su colorido estilismo –que generó comparaciones, en especial, con el grupo infantil Parchís– ya habían comenzado en la semifinal de Eurovisión.
Los moldavos Zdob si Zdub & Fratii Advahov y su indescriptible atuendo folk va en consonancia con su tema, una suerte de Chikilicuatre.
Mahmood y Blanco van sobrios esta noche con sus Valentinos blanco y negro. Ellos quieren que los ojos vayan a ellos y los oídos a la música, sin interferencias.
El candidato de San Marino Achille Lauro prometió un gran look rockero en el festival y así fue: al más puro estilo Maneskin. Lástima que no se clasificara para hoy.
Tampoco Ronela Hajati, candidata de Albania, no llegó a clasificarse para la final y no extraña si jurado y televoto atendieron a su indumentaria; su ceñido e irreverente corpiño a lo Madonna no le ayudó.
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