Villanueva del Ariscal

El acusado de abusar de 13 menores dice que todo fue consentido y "una relación de amigos muy especiales"

  • La Fiscalía solicita 42 años y 6 meses de cárcel

La sala donde se juzga al acusado de corrupción de menores

La sala donde se juzga al acusado de corrupción de menores / M. G.

El acusado de abusar sexualmente y corromper a trece menores en Villanueva del Ariscal entre 2016 y 2017, Rubén B. B. ha declarado que desconocía la edad de los "chavales que llevaba a su casa" y que se relacionaba con todos "porque es muy sociable".

Sobre el dinero oferecido a los menores a cambio de fotos, tocamientos de caracter sexual, masturbaciones o felaciones, el acusado afirmó que "ellos le pedían dinero y como buena persona que soy, se los he dado como haría un amigo pero no a cambio de nada". Según el acusado, que entonces tenía unos 24 años, los menores "iban a buscarme a casa para jugar a la play, ver fútbol  y fumar con la cachimba".

Durante su declaración, el acusado repitió continuamente que consideraba a estos jóvenes, que entonces tenían entre 13 y 16 años, "más que amigos" y por esta razón les daba dinero "cuando ellos se lo pedían para alguna cosa que necesitaran".

No era entrenador

El procesado, que lleva en prisión preventiva cerca de dos años, ha negado que fuese entrenador  de fútbol, aunque la fiscal señaló que trabajó como monitor de fútbol, algo que recalcó una de las víctimas.

Sobre las fotos de carácter sexual que los menores enviarion al acusado por Whastapp, Rubén B. B. reconoció que las había recibido pero sin que él se las pidiese, y luego "las borraba para que no se liara". También ha admitido que hubo episodios de "tocamientos leves y poco más" con dos jóvenes porque "soy bisexual y ellos eran de mi misma condición", mientras que "el contacto con el resto era como más que amigos" y hay dos de las víctimas a las que dice no conocer.

"Están presionados por algún familiar o psicólogo"

Ante preguntas de la fiscal sobre la razón de por qué se encuentra acusado de abuso y corrupción de menores si todo era consentido, lo achacó que las víctimas "quizás están presionados por algún familiar o psicólogo", ya que "esos hechos no han ocurrido en ningún momento".

Según el acusado, "eran sus amigos y jamás haría algo que pudiera hacerles daño". En concreto, referido a una de las víctimas explicó que habían tenido "besuqueos y tocamientos leves en los genitales, como hacen dos amigos de 17 años, masturbándose mientras ven películas porno". 

Preguntado por su abogado, ha asegurado que para reparar el posible daño ha dado "todo lo que había en la cuenta bancaria".

Víctimas

Durante la primera sesión del juicio han declarado tres de las víctimas, aunque uno de los menores ha indicado que no llegó a haber contacto sexual porque él se negó cuando el acusado lo "tocó", a pesar de que durante la instrucción declaró que el acusado le había masturbado.

Otro de los jóvenes, que ha confesado que siente "un poquito de enemistad" contra el procesado, ha recordado que ya le preguntó "si quería ir a su casa a jugar a la Play" cuando él tenía "12 o 13 años" y que  entonces su madre no le dejó. Pero años después, sí se acercó "porque sabóaía lo que hacía y era dinero fácil".

"Él sabía mi edad, nos conocía a todos porque sabía en qué categoría jugábamos. Estaba siempre en el fútbol, ha señalado este testigo, quien ha añadido que el acusado le dio 100 euros la "primera o segunda vez" que tuvo contacto sexual con él. 

El tercer menor, por su parte, ha contado que se enteró de que unos amigos conseguían dinero del  acusado "a cambio de otras cosas" y él quiso hacer lo mismo, por lo que fue "tres o cuatro veces" a su casa para hacer lo que antes acordaban "por Instagram" y luego recibía el dinero "en su bar o por la ventana de su casa."

Contactos a través de Instagram

También han comparecido dos policías nacionales que participaron en la investigación y  han coincidido en que las víctimas les reconocieron que mantenían el contacto sexual con el acusado, algunos "varias veces", porque les entregaba "regalitos" e incluso "una cantidad importante de dinero", con lo que R. B. B. "fue tejiendo una red" por el pueblo porque "se corrió la voz" según su conclusión particular. Sobre todo, contactaban a través de Instagram.

Uno de los agentes reconoció que precipitaron la detención del acusado porque "algún padre dijo que se iba a tomar la justicia por su mano". Preguntado sobre la edad aparente de las víctimas, el policía aseguró que se les "notaba cara de niño". Asimismo, comentó que el procesado estaba siempre relacionado en lugares donde se mueven los menores en el pueblo como el equipo de fútbol o la Hermandad. Asimismo, explicó que cuando dieron con Rubén B. B. comprobaron que estaba siendo investigado en el Juzgado de Sanlúcar la Mayor "por hechos parecidos". "Cuando fue detenido por la Guardia Civil por esos hechos, estaba trabajando de monitor deportivo", afirmó el policía. 

Piden 42 años y 6 meses de cárcel

La Fiscalía ha pedido una condena de 42 años y 6 meses de cárcel solicita para Rubén B.B. 27 años de cárcel por tres delitos de abuso sexual a menores de 16 años con acceso carnal y 12 años por otros tres delitos de abusos, así como 3 años y 6 meses por siete delitos de corrupción de menores.

El fiscal también quiere que el acusado pague indemnizaciones de 10.000, 6.000 y 3.000 euros, según los casos.

Además de las penas de cárcel y las indemnizaciones, el Ministerio Público pide que al acusado se le impongan órdenes de alejamiento de 300 metros durante 10 años respecto a tres víctimas y la misma prohibición durante 5 años respecto a otros diez menores.

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