El drama de un armenio en Sevilla: O mili en su país o perder la residencia en España
Inmigración
Se considera pacifista y no quiere que Armenia le mande a la guerra
España no le renueva el permiso de residencia sin el pasaporte que le retira su país
Erik es un joven armenio que acaba de cumplir 18 años, lleva 13 en Sevilla con sus padres, abuelos y hermana y estudia Informática en Dos Hermanas. Al cumplir los 18 años, su país le ha llamado a filas y no le renovará el pasaporte hasta que se incorpore, pero sin pasaporte no podrá ampliar su permiso de residencia en España, que caduca en julio.
El joven afirma que se siente pacifista y que no quiere participar en las guerras en las que se ha visto envuelto su país, la última de ellas contra Azerbaiyán por el enclave de Nagorno Karabaj. Es un problema que no tiene su hermana, mayor que él, porque las mujeres armenias solo entran en el ejército como voluntarias.
Se trata de una familia que lleva 13 años en España, compuesta por los padres y dos hijos. Todos disponen ya de permiso de residencia y tienen solicitada desde hace dos años la nacionalidad española.
El padre trabaja en Sevilla y ya ha aprobado las pruebas de integración para obtener la nacionalidad, mientras que Erik y su hermana no deben hacerlas puesto que han estudiado la ESO en Sevilla. Erik cursa actualmente un grado medio de Informática en un instituto de Dos Hermanas.
"Tendrá los problemas de cualquier indocumentado"
El abogado del joven, Max Adam, explica a este periódico que han planteado el caso a la Audiencia Nacional por silencio tras haber transcurrido dos años desde su solicitud, hasta ahora sin respuesta. Se trata de una laguna legal "porque pensamos que, si no se incorpora al ejército, Armenia no le renovará el pasaporte y sin ese documento es un apátrida y España no le renovará su residencia de larga duración".
Tampoco podrá seguir adelante con su petición de nacionalidad española "porque para realizar la jura le exigen el NIE en vigor, que vence en julio, y que no podrá renovar al carecer de pasaporte".
Afirma el abogado que, si llega julio sin la nacionalidad resuelta, habría que entablar "un trámite de cédula de inscripción muy engorroso y con el que, en cualquier caso, Erik seguiría estando como apátrida, sin identidad, y tendría los problemas de cualquier indocumentado en cuanto a libertad de movimientos, prácticas profesionales, búsqueda de empleo, viajes y miedo a ser expedientado y expulsado".
Mismo caso que el baloncestista bielorruso Max Salash
Se trata del mismo problema que tuvo el 10 de mayo Max Salash, baloncestista bielorruso del Hereda San Pablo Burgos, que no pudo viajar de regreso a España desde Nizhni Nóvgorod (Rusia) tras proclamarse campeón de la Basketball Champions League.
El deportista bielorruso fue detenido en el control de pasaportes ruso por no haber hecho la mili en su país, aunque el club asegura que está exento por su condición de deportista profesional. Después de cinco días de trámites, parece que el pívot regresará en las próximas horas a España pero se trata de una situación que no se puede aplicar al joven nazareno, según su abogado.
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