La polémica del beso en la boca que el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, dio a la jugadora de la selección femenina de fútbol Jennifer Hermoso durante la celebración del título mundial recuerda a un caso similar ocurrido en diciembre de 2016. En aquella ocasión estaban implicados  la entonces líder de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, y el empresario sevillano Manuel Muñoz.

La Audiencia Provincial de Sevilla condenó en 2019 al empresario, que simuló besar a Teresa Rodríguez, a pagar una multa de 23 meses con cuota diaria de 20 euros, lo que equivale a 13.800 euros.

La sentencia de la Sección Cuarta de la Audiencia absolvía a Manuel Muñoz de los delitos contra la integridad moral y atentado a la autoridad, pero le condenaba por un delito de abuso sexual en concurso con otro delito leve de falta de respeto y consideración debida a la autoridad.

La sentencia consideraba que se produjo un delito de abuso sexual porque "concurren los elementos de significado sexual de la acción y falta de consentimiento del sujeto pasivo”. Ese "inequívoco significado sexual" no queda mitigado por el hecho de que el empresario interpusiera su propia mano y el beso quedará en un "simulacro, aunque sobradamente convincente e intrusivo“, dicen los jueces.

Por más que el beso directo en los labios no llegara a producirse efectivamente, la acción "fue inesperada, sorpresiva y especialmente intrusiva en la esfera de la intimidad personal y sexual de la víctima", explica el veredicto.

La explicación de Manuel Muñoz de que todo fue una “broma pesada” no es más que "una excusa inaceptable, tratándose, como se trataba, de dos personas desconocidas, que no habían mantenido la menor relación", según entendían los magistrados.

Los hechos ocurrieron el 20 de diciembre de 2016 en la sede de la Cámara de Comercio de Sevilla, en un acto al que había asistido la entonces presidenta de la Junta, Susana Díaz, y al que había sido invitada Teresa Rodríguez como diputada en el Parlamento andaluz.

Con sus diferencias, los hechos recuerdan a lo ocurrido el pasado domingo en Sídney durante la entrega de la Copa del Mundo a las campeonas, aunque de momento Jenni Hermoso no ha denunciado a Rubiales. Además, en el caso de Teresa Rodríguez, el empresario no llegó a consumar el beso ya que puso la mano por medio.