La defensa del joven que está siendo investigado por el accidente en el que murió su novia en la madrugada del 7 de septiembre de 2019 en la autovía A-4, ha pedido al juzgado de Carmona que archive la causa después del informe elaborado por dos forenses del Instituto de Medicina Legal de Sevilla que descartan la hipótesis del atropello mortal por parte del vehículo que conducía el novio.

El abogado Alejandro Gómez Luna, que representa al investigado, ha pedido al juzgado que archive la causa ante la "ausencia de cualquier indicio mínimo y racional de la comisión de un hecho delictivo" por parte del conductor del vehículo y novio de la fallecida.

El letrado asegura que en la causa hay "pruebas objetivas que no avalan la rocambolesca tesis de la acusación particular", que ejercen los padres de la víctima y que, según la defensa, "obvia otros datos relevantes de interés acerca de la fallecida y que constan en el presente procedimiento", asevera el escrito presentado en el juzgado. 

En este sentido, recuerda la defensa el informe pericial realizado por el Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT) de la Guardia Civil, que concluye que la muerte de la chica, al arrojarse del coche en marcha que conducía su novio, "no es compatible" con un atropello mortal, lo que contradice a su vez la conclusiones a las que llegaron dos peritos judiciales y una psicóloga -propuestos por la acusación- que certificaron que lo ocurrido pudo ser un asesinato machista cometido por su novio, que presuntamente la habría atropellado y aprisionado contra la valla metálica de la autovía. 

La defensa se apoya igualmente en el último informe elaborado por los médicos forenses Joaquín Lucena Romero -jefe del servicio de Patología Forense- y Antonio Rico García, quienes coinciden con la Guardia Civil en que no hubo un atropello machista. 

El informe de los forenses del IML, que tiene una extensión de 53 folios, concluye "más allá de cualquier duda razonable, que la muerte se produjo como consecuencia de las lesiones ocasionadas al saltar del automóvil en marcha a una velocidad considerable". Además, "la biomecánica de las lesiones sufridas por la fallecida no es compatible con un atropello por un automóvil, tal como se sostiene en la hipótesis formulada en los informes periciales de parte".

Los forenses señalan que, en el caso de que la joven hubiese sido atropellada por el automóvil que conducía su novio se habrían producido "fracturas en los tobillos o en las piernas por el contacto con el paragolpes del vehículo", por lo que la hipótesis que plantean los peritos propuestos por la familia "es totalmente inverosímil", aseveran.

Los expertos del IML realizan una serie de consideraciones e hipótesis sobre cómo se produjo el accidente y la muerte de la víctima, que viajaba en la parte derecha del asiento posterior del automóvil conducido por el novio, y ninguno de ellos llevaba el cinturón de seguridad.

El vehículo circulaba, según la Guardia Civil, a una velocidad de unos 117 km/hora y a la altura del kilómetro 511,4 de la autovía A-4, "la fallecida abrió la puerta trasera derecha". El conductor, al percatarse de esta situación, "giró el cuerpo para detenerla, lo que determinó que el vehículo se aproximara a la bionda lateral derecha en la vía de deceleración de la salida 511".

Con estos informes de la Guardia Civil y de los forenses del IML, la defensa insiste en que "no existiendo el más mínimo indicio de criminalidad, sino todo lo contrario, existiendo informes absolutamente objetivos que descartan la teis de la acusación, entendemos que procede el sobreseimiento y archivo de las presentes" actuaciones.