El movimiento universitario pro derechos de las prostitutas alcanza las mil firmas

Prostitución

El Colectivo de Prostitutas de Sevilla entrega sus reivindicaciones al Defensor del Pueblo

María José Barrera, cofundadora del Colectivo de Prostitutas de Sevilla, entrega su escrito dirigido al Defensor del Pueblo
María José Barrera, cofundadora del Colectivo de Prostitutas de Sevilla, entrega su escrito dirigido al Defensor del Pueblo
Amanda Glez. De Aledo

18 de diciembre 2019 - 05:05

El movimiento de 22 universidades españolas para defender los derechos de las prostitutas y debatir sobre ello en el ámbito académico ha alcanzado ya las mil firmas. Al celebrarse el 17 de diciembre el Día Internacional de la No Violencia contra las Trabajadores Sexuales, un grupo de prostitutas presentaron este martes en la sede del Defensor del Pueblo Andaluz en Sevilla un escrito con sus reivindicaciones.

El movimiento universitario pro derechos de las trabajadoras sexuales (insisten en no utilizar la palabra legalización ni regulación de la prostitución) está integrado por profesoras y catedráticas de instituto y de universidad, así como profesionales de diferentes ámbitos relacionados con la atención a las mujeres que ejercen la prostitución.

La primera firmante es Blanca Rodríguez Ruiz, profesora de Derecho Constitucional en la Universidad de Sevilla, que encabeza un grupo de feministas del ámbito universitario y activistas que propugnan “un debate abierto y sin censura” sobre el trabajo sexual bajo el hagstag #Universidadsincensura.

Este movimiento se puso en marcha en septiembre pasado, tras la suspensión de un acto en A Coruña por presiones de colectivos abolicionistas. Desde entonces se han organizado tres debates en Sevilla (en las facultades de Antopología y Derecho de la Universidad de Sevilla y en la Pablo de Olavide) y ya están preparando una segunda edición para la próxima primavera, según informan las promotoras a este periódico.

Afirman que su objetivo es “desactivar la violencia que se está ejerciendo contra quienes organizan o participan en los debates, contra quienes defienden posturas pro-derechos de las trabajadoras del sexo y contra las trabajadoras mismas”.

El movimiento asegura que “a través de la exhibición de proclamas abolicionistas, se están produciendo presiones, escraches, pintadas, boicoteos, provocaciones e insultos” en los que “llevan la peor parte quienes hablan en primera persona, es decir, las prostitutas”.

El manifiesto, que ya tiene mil firmas de 22 universidades, de políticos y artistas, pretende ser “un llamamiento a las feministas de todos los ámbitos, abolicionistas o no, a mantener abierto el debate, el respeto y el compromiso con todas las mujeres; un llamamiento a mantener el espíritu crítico y dialogante del feminismo, a no silenciar las voces de las mujeres; a no consentir la censura ni la violencia”.

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