Bebés robados

Una madre se reencuentra con su bebé robado hace 37 años: sólo eran capaces de abrazarse y llorar

  • Águila, que ya era madre de seis hijos, tuvo a su pequeña en 1982 fruto de una relación extramatrimonial; aun así decidió tenerla y criarla

  • Cuando nació, en una clínica privada de Sevilla, le dijeron que era un varón y que no lo podía ver porque había nacido muerto

La madre, flanqueada por Alfonso Cárdenas y Carmen Lorente (derecha), de Sevilla Bebés Robados

La madre, flanqueada por Alfonso Cárdenas y Carmen Lorente (derecha), de Sevilla Bebés Robados

Una madre sevillana se ha reencontrado con su hija, a quien dieron en adopción sin su consentimiento hace 37 años, gracias a las pruebas de ADN subidas a bancos de datos internacionales.  El encuentro tuvo lugar el 14 de junio en la terminal de llegadas del aeropuerto de San Pablo: madre e hija, con un gran parecido físico, fueron directamente una al encuentro de la otra y solo eran capaces de abrazarse y llorar.

Luego la hija conoció al resto de sus hermanos sevillanos, ha establecido con ellos excelentes lazos y ha venido a Sevilla desde Madrid con su marido e hijos para pasar unos días en casa de su madre en Mairena del Alcor.

Águila, la madre, explica su caso a este periódico: su hija era fruto de una relación extramatrimonial pero ella, tras las dudas iniciales, decidió tenerla y criarla. Ya tenía otros seis hijos aunque las relaciones con su marido estaban deterioradas y unos meses después se separaron.

El parto tuvo lugar el 12 de noviembre de 1982 en una clínica privada de Sevilla. Cuenta que nada más llegar al centro la sedaron y a la mañana siguiente le dijeron que el bebé había sido un varón, que había fallecido y que no podía verlo porque se lo habían llevado.

Según Águila, hace diez años coincidió en un curso de formación con la enfermera del ginecólogo que la atendía y ésta le reveló que el bebé había sido una niña, que había sido dada en adopción a un matrimonio de Madrid. También le aconsejó “que no buscase papeles, porque se quemaron”.

La hija de Águila creció en Madrid y sus padres nunca le ocultaron que había sido adoptada en Sevilla. Por eso hace unos meses se puso en contacto con Alfonso Cárdenas, coordinador y secretario de la asociación Sevilla Bebés Robados. Se hizo las pruebas de ADN en los laboratorios estadounidenses 23&Me, localizó a una prima tercera que vive en Alcalá de Guadaíra y, tirando del hilo, llegaron hasta Águila. El cotejo de ADN arrojó un 99,9% de coincidencia.

Cárdenas destaca a este periódico lo más positivo del caso: “Ha habido una aceptación fabulosa. Toda la familia ha acogido a la nueva hermana con mucha ilusión porque además es la menor de los hijos de Águila”. Ahora organizan grandes comidas familiares y encuentros como un viaje a Huesca para que la hija de Águila conozca al hermano que trabaja allí.

Este es el quinto caso confirmado de la asociación sevillana en los ocho años que llevan trabajando. Su presidenta, Carmen Lorente, destaca que el feliz reencuentro “nos ha dado una inyección de esperanza a la asociación y a todas las madres e hijos”.

Según su abogado, conocer sus orígenes “es un derecho fundamental”

El abogado Juan de Dios Ramírez Sarrión afirma a este periódico que “con la Asociación Sevilla Bebés Robados hemos comenzado a realizar contrastes de los resultados de ADN de los asociados en laboratorios de Estados Unidos. Por ejemplo, en un caso concreto ya hemos aportado unos resultados con coincidencia de ADN y con localización de familiares”.

“Ni que decir tiene -afirma- que es un derecho fundamental que tienen estas personas a conocer sus orígenes y encontrar a sus familiares. No cabe duda de que con la información que nos están facilitando estos laboratorios norteamericanos, el trabajo tan enorme que supone y el resultado que está obteniendo la Asociación Bebés Robados de Sevilla se pueden propiciar más encuentros”. Este es el criterio de búsqueda que desde un principio está llevando a cabo la asociación.

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