Poder Judicial

La judicatura estudia el lenguaje no verbal y el clima distendido en los juicios

  • “Si el tribunal quiere la verdad, no le interesa un testigo asustado”

Antonio Delgado Lacal, experto en comunicación no verbal

Antonio Delgado Lacal, experto en comunicación no verbal

Un grupo de jueces y fiscales de Don Benito (Badajoz) va a llevar a cabo una experiencia novedosa en la judicatura: un curso sobre lenguaje no verbal impartido por el experto en comunicación Antonio Delgado Lacal. Su objetivo: que los jueces identifiquen los mensajes no verbales de miedo, vergüenza o mentira y que puedan crear en su sala un entorno de confianza en el que los testigos declaren de una manera natural.

Este experto sevillano había impartido hasta ahora cursos de oratoria y lenguaje no verbal dirigidos a abogados y estudiantes de Derecho, y en este momento lo hace en el grado de Derecho de CEU San Pablo. 

Pero ahora lo enfocará a una sala de vistas: cómo crear un clima distendido para que el testigo “se exprese con naturalidad, lo que se traduce en un discurso más fluido y que se entienda mejor”.

El curso tendrá lugar el 27 de abril en Don Benito con participación de tres jueces y tres fiscales en una sala que permite mantener las distancias de seguridad. Su exposición empieza con la  prosodia (lo que acompaña al habla: tono, volumen, ritmo, pausas, silencios y acentos) y pasa al lenguaje no verbal, un aspecto importante ante unos tribunales que “normalmente imponen mucho a las personas que no están acostumbradas. Se las ve retraídas y no se sabe si es por miedo, por vergüenza o porque ocultan algo”. 

Y a ello se unen otros factores que el juez debe tener en cuenta como “las horas que el testigo lleva esperando en la puerta o si se ha cruzado con el acusado”. Son circunstancias en las que su declaración “se le puede hacer un mundo”.

El reto del juez, explica Delgado a este periódico, es “crear un clima en el que el testigo se exprese de manera natural”. Al tribunal que va buscando la verdad “no le interesa un testigo coartado porque no va  dar detalles y va a contestar estrictamente a las preguntas y con miedo”. 

Pero advierte: “no hay truco para detectar las mentiras. Eso solo lo consigue una madre”. 

Por su experiencia, cree que “hay “grandes actores que te pueden engañar” y el mejor ejemplo son los estafadores, cuyo lenguaje no verbal refleja que “están firmemente convencidos de que no han hecho nada, están sorprendidos de verse acusados, se creen sus mentiras pero además tienen la capacidad de convencer a otro”, señala Delgado.

En el extremo opuesto están las situaciones en las que “al abogado le interesa que el testigo esté nervioso y caiga en contradicciones” y también los peritos “con muchas tablas y muchos juicios a sus espaldas que dejan en ridículo al abogado en su interrogatorio”.

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